Hemos visto a jóvenes y quienes no lo son buscando una chambita en las diferentes factorías de nuestra zona industrial Matanzas – Puerto Ordaz: los hay desde obreros, mecánicos especializados, operadores de planta, técnicos medios e ingenieros en todas las ramas del saber.
Desde tempranas horas los vemos llegar a las empresas básicas y las que no lo son a "hacer portón", como lo llaman ellos; en busca de un empleo permanente que le permita organizar sus vidas y mejorar el bienestar de sus hogares. Dentro de ese grupo nos encontramos a un pueblo que quiere ser útil a la sociedad, que busca por todos los medios labrarse un camino, pero el ocio y la desesperanza les consume su vida productiva. Otros son absorbidos por las contratas, pero en una forma más limitada que antes; pero al culminar su contrato regresan al mismo status de antes
El comandante Chávez atacó con vehemencia a esta modalidad de los tercerizados, que no eran otros que aquellos trabajadores que eran empleados por contratistas, les pagaban sueldos miserables y eran sobreexplotados. Chávez los dignificó, obligando a estas empresas a meterlos en su nómina. SIDOR cuando estaba privatizada, recurrió a este mecanismo, masificándola y de esta forma evadir beneficios y una contratación colectiva que velara por los intereses de los trabajadores.
El `Presidente Chávez así como le dio un parao a esa figura de la tercerización, en otros avatares del trabajador venezolano fue también visionario, creó con esa mente audaz y futurista la llamada Venezuela potencia, el país potencia. Ya el avigoraba el punto de quiebre de un país rentista que solo se amarraba a la renta petrolera e impulsar la industrialización del país con carácter exportador. De ahí creó un conjunto de empresas que definió como Empresas de Producción Socialista (EPS); entre ellas Siderúrgica Abreu De Lima, SERLACA, PULPACA, etc. Pero la mala administración y la inesperada enfermedad del Presidente Chávez las han llevado a una paralización casi total de estas empresas. De estar produciendo estas empresas; todos esos compatriotas que deambulan de portón en portón, suplicando un puesto de trabajo, tendrían un empleo seguro y los sueños del Presidente Chávez se enrumbarían a paso seguro a la Venezuela potencia, por los caminos de la prosperidad y la bonanza y jamás y nunca seria esta tierra amplia y generosa una patria vencida.