¿Cuántos Alcaldes de Caracas han sido caraqueños, nacidos en este territorio donde nación Simón Bolívar?
Ninguno de los elegidos ha sido caraqueño, ni los derechistas ni los revolucionarios chavistas. Veamos.
Claudio Fermín, Barinas, Estado Barinas. Alcalde por un período: 1989/1993. Adeco romulista, su gerencia fue pésima y la ciudad decayó notablemente.
Aristóbulo Istúriz Almeida, Curiepe, Estado Miranda. Alcalde de 1992/1996. Llega a la Alcaldía producto de una intensa presión y movilización popular y su candidatura los adecos la querían desconocer. Se monta en la ola chavista por el alzamiento del 4 de febrero de 1992 con el partido centro izquierdista Causa R.
Antonio Ledezma, San Juan de los Morros, Estado Guárico. Alcalde de 1996/2000. Adeco ultra derechista, fascista vinculado a las trasnacionales del terror sionista y la CIA norteamericana. Persecutor de ancianos que luchaban por su derecho a una pensión digna. Corresponsable del asesinato de 300 presos "fugados" del Retén de Catia el 27 de noviembre de 1992. Su gestión como Alcalde de Caracas no pudo ser más desastrosa y negativa para la ciudad. Bajo su mandato imperó el sectarismo adeco y una extendida corrupción y la formación de mafias que muchas aún perduran, caso Mercado Mayor de Coche y Mercados Municipales.
Freddy Bernal, San Cristóbal, Estado Táchira. Alcalde por dos períodos: 2000/2004 – 2003/2008. Puede decirse que siendo Alcalde Caracas es que completa su formación política. Su gobierno tuvo altos y bajos en esos 8 años. La ciudad vivió momentos difíciles y pocas fueron las obras construidas.
Jorge Rodríguez Gómez, Barquisimeto, Estado Lara. Alcalde por dos períodos: 2008//2012 – 2013/2017. Fue de los Alcaldes el que más obras hizo para Caracas, sobre todo en el casco histórico, los servicios –aseo urbano, por ejemplo– alcanzó niveles de deficiencia, pero el impuesto por el llamado relleno sanitario se elevó a niveles extremadamente exagerados y se está golpeando duramente al pueblo en ese aspecto. Las calles las dejó muy descuidadas.
En el caso que nos ocupa la compatriota y camarada Érika Farías vendría a ser la primera mujer en toda la historia de la alcaldía caraqueña propuesta para ese alto e importante cargo, que está al nivel de una gobernación. Eso merece un comentario y análisis particular.
La mujer se comienza a emancipar es con la Revolución Bolivariana, con las políticas que impulsa desde el poder el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, que abren las grandes alamedas para que la mujer, como sujeto histórico, vaya insertándose en todos los espacios sociales –como ha venido ocurriendo– desde las perspectivas de las clases oprimidas y explotadas. La burguesía y las oligarquías han oprimido, marginado, explotado históricamente, a la mujer. En el caso de Érika viene de ser gobernadora del llanero estado Cojedes y su legado fue alcanzado por otra mujer que está actualmente al frente de la gobernación de ese Estado. Esa fue su escuela como gerente, pero también como patriota y chavista. Gobernó a nombre de la Revolución, pese a su juventud, y lo hizo bien, complementada, por supuesto por su mentor Hugo Chávez. El pueblo cojedeño se incorporó masivamente al proceso de cambios y volvió a apoyar otra candidata de las fuerzas revolucionarias. La Revolución está segura en Cojedes porque el pueblo la asumió.
Ya Érika había pasado por otras experiencias en cargos importantes del Estado, Ministra, Viceministra y con ese hándicap surge su candidatura, en momentos políticamente muy difíciles para el país, con una aguda crisis económica, pero con la paz que trajo la elección de la Asamblea Nacional Constituyente y una ciudad que ha ido creciendo estos años y nuevos problemas, que se juntan a viejos problemas no resueltos por la administración saliente: transporte, basura, calles deterioradas, etc.
Lo otro es que Érika es la primera aspirante a Alcaldesa que es nacida en la ciudad, hecho muy relevante si se toma en cuenta que la mayoría de los alcaldes que han gobernado a Caracas ninguno ha sido nativo de la capital, y eso hace que a muchos no les duela una ciudad donde no han nacido. Un tercer elemento es la condición proletaria, humilde de la candidata, nacida en la tradicional y popular parroquia de San Juan, cuna de escritores y poetas como Aquiles Nazoa, Aníbal Nazoa, que no son poca cosa en la cultura venezolana.
Los caraqueños tenemos un gentilicio y un orgullo de ser caraqueños, como los zulianos sienten el orgullo de ser zulianos, los guaireños sienten el orgullo de serlo. En fin, cada región tiene su orgullo regional, su cultura, su idiosincrasia, eso natural, normal, pero los caraqueños no habíamos tenido nunca un coterráneo o coterránea que ocupara ese alto cargo, y, además, que fuese revolucionario –revolucionaria en este caso– y eso es en sí mismo un programa de gobierno porque Érika se asume socialista. Ese es un hecho muy importante, que incluso en la campaña electoral ni ha sido tomado en cuenta ni se ha explotado como debe ser. No todos los días se nace en una ciudad como Caracas donde nacieron pro hombres como el Libertador Simón Bolívar o el Generalísimo Francisco de Miranda. Muchos caraqueños ven esa candidatura con simpatía porque la candidata es caraqueña y eso, no es cualquier cosa.
Pero Érika debe gobernar una ciudad difícil y compleja, con muchos problemas, ya señalados algunos, que propenden a hacerse más grandes por dos elementos fundamentales, las tendencias subversivas (los conductores de autobusestes) de la ultra derecha y las ambiciones desatadas por el capitalismo salvaje en "los propietarios", el individualismo. Lo más complejo es el problema alimentario, la brutal, despiadada e indetenible inflación donde TODOS (grandes, medianos y chicos) los comerciantes y empresarios, sin el menor asomo de patriotismo y menos de sensibilidad, se rigen por lo que dice la página criminal Dollar today, por los diarios aumentos y le clavan las garras al pueblo. Eso ha creado un estado de conmoción a la ciudadanía, que precisamente no ha estallado porque hay conciencia de patria, de Revolución; a eso se tiene que enfrentar Érika, a la inmunda llaga social del lumpen bachaquero que pulula en todos los mercados y comunidades caraqueñas. Desarrollar un agresivo plan de empresas comunitarias, distribuidoras de alimentos, panaderías y multiplicar la producción en las áreas urbanas iniciada por Maduro.
El problema de la seguridad debe ser atendido sinérgicamente, una acción combinada del Ejecutivo, del poder regional y del poder local (Alcaldía, Concejo Municipal) y las comunidades y el poder popular que deben ser parte de co gobierno para la acción policial y de la seguridad.
Otro grave problema es el de la basura o desechos sólidos. Caracas en este momento se parece a Petare y al Este, montañas de basura. Uno se pregunta, ¿se descuidó el problema de la basura deliberadamente porque vienen las elecciones municipales. Por supuesto que el problema de la basura tiene más de una solución, desde reciclar la basura, clasificarla, darle utilidad a la clasificadora que se construyó en Catia. La Misión Chamba bien puede crear líneas de trabajos entre los jóvenes para acometer el problema de la basura.
Gravísimo es el problema del transporte público. Allí se combina la desmedida ambición de muchos camioneteros con la evidente intención de construir un gobierno paralelo, ante lo que consideran una debilidad del gobierno nacional y municipal (alcaldía y concejo municipal), lo que les ha permitido, dentro de la espiral inflacionaria, aumentar regularmente el costo de los pasajes en más del cien por ciento cada vez, a la brava, desconociendo –y retando– al gobiernos en sus diferentes niveles. Las estrategias utilizadas son abiertamente subversivas, golpistas, tendientes a generar el caos en la ciudad, la ira popular, el descontento que incluso pudiera volcarse contra ellos. Un primer paso es inundar la ciudad con vehículos youton, que el Estado asuma el control de ese estratégico servicio. Suspender concesiones a las líneas que fraccionan las rutas, etc., etc.
Las calles de Caracas están muy deterioradas. En parroquias como la Pastora o San Juan el deterioro es mayúsculo. Esa tarea es prioritaria, urgente. Mucho descuido.
Ahora, el problema de la gobernanza de Caracas es otro. Hay que fracturar el modelo colonial heredado de la dominación española y que aún pesa y configura la Alcaldía 500 años después; es construir el poder popular y desbaratar el modelo burocrático-mafioso, de cuotas partidistas que allí siguen vivas. Es la hora y el momento que una lideresa joven, de la estatura de Érika Farías se ponga al frente de un gran cambio en Caracas –con proyección nacional, naturalmente– y eso sólo lo puede lograr si el llamado poder popular se convierte de verdad en Poder Popular, es decir, si se le transfiere poder al pueblo, que el pueblo organizado, legisle, administre, participe en política no sólo en la movilización para el apoyo a las grandes políticas, en la defensa de la Patria y su soberanía, sino como parte del poder en la construcción del socialismo.
El gravísimo error de la extrema derecha de no participar en las elecciones facilita la opción de triunfo, pero no hay ni que confiarse ni bajar la guardia, hasta última hora hay que estar en contacto con el pueblo. Todo indica que el triunfo de Érika está anunciado el domingo 10 de diciembre, con ella vamos.