El país está tan convulsionado que es difícil escribir de un tema en común, hay tantas cosas de que hablar, tantos temas que discutir y discernir que termina uno mirando el teclado, y optando por dejarlo para después. Pero como tenemos que comenzar con algo, pues empecemos hablando de los famosos perniles, combos navideños y cesta tickets del Niño Jesús, tan reñidos el año pasado.
Comencemos…Es de muy mal gusto que el gobierno haya ofrecido unos perniles que aún no tenía en reserva, considerando que estamos sufriendo un bloqueo económico, por los cuatro, costados y no es la primera vez que bloquean un pedido para nuestro país. Así que como decimos en criollo, contaron los pollos antes de nacer, ¿Por qué tenemos que continuar buscando culpables? Culpables somos nosotros que no tomamos las previsiones, a lo que pudiera venir, Así que Maduro, no fue culpa de Portugal, fue culpa de quienes usted, mandó a hacer el encargo. Simplemente no le están cumpliendo, y los problemas le caen a usted que es el que empeña la palabra.
Con respecto a los combos navideños. No es la primera vez que un ofrecimiento de Maduro queda en el limbo, ¿Por qué? Porque no es Maduro quien entrega personalmente, sino los Consejos Comunales que en su mayoría no gestionan como debe ser, quedando la mayor parte de la población sin el beneficio ofrecido o en su defecto otorgado por el presidente. Pero él no termina de entender que las cosas no funcionan como él las pide, sino como sus asesores y cooperadores las planifican, trayendo como consecuencia que la palabra empeñada, termina siendo un engaño. Con los tickets sucedió lo mismo, los repartieron entre la conchupancia Por qué tantas denuncias con estos cesta tickets, esos no llegaron solos a las manos de quienes descubrieron con varias tickeras en su poder, ¿De quién era la responsabilidad de repartirlos? No hay que ir muy lejos para conseguir al culpable, si de verdad tenemos la intención de llegar a él.
Continuamos…Si hablamos de mal gusto, es la actitud de muchas personas que salieron a las calles a protestar por los perniles y por las tickeras, como si aquí la gente estuviera acostumbrada a recibir perniles en diciembre, ¿Qué alguien salga a decir que en la IV república aquí ofrecían algo, todo eso se ve es ahorita y es lamentable que protestemos por algo que nunca se había visto y que llega sólo como paño de agua tibia, porque no solventa la situación de nadie. Es vergonzoso que declaren que votaron por los alcaldes del gobierno porque les ofrecieron unos cesta tickets, ¿Cuál es el precio que tiene nuestra conciencia? ¿En dónde queda nuestra dignidad, cuando nos dejamos comprar con 500 mil bolívares? Si es que lo hicieron con esa intención, porque a mí, ni me ofrecieron nada, ni me dieron nada. Así que mi conciencia está en paz.
Pero no escuchamos a nadie salir a decir que recibieron el bono navideño que le llegó a muchas personas, y que sí, tuvo el éxito esperado, porque nadie pudo manipular ese dinero, fue directo a la cuenta del beneficiario, entonces ahí es en dónde tenemos que ver ¿Quiénes son los que desvían los beneficios? ¿Por qué le caemos al presidente y no a las juntas comunales de cada sector o al Ministro encargado? Y eso sin seguirle dando largas a la lista de ineficiencias que día a día vemos y que recaen en el presidente, por ser el que levanta el telón, cuando los que están detrás le clavan la puñalada por la espalda.
Seguimos con el nuevo líder del teclado y las redes sociales, Rafael Ramírez el aristócrata chavista que nunca se ha ensuciado la suela de los zapatos. Desde su cómodo despacho antes como presidente de PDVSA y después como representante de Venezuela en la ONU, ha visto esta revolución pasar desde 1999, diciendo ser uno de los más fieles colaboradores de Hugo Chávez y luego colaborar, con Nicolás Maduro del que no dijo nada en absoluto, ni siquiera aquel día, cuando vimos claramente el gesto de desagrado que le ocasionó la noticia, que había sido removido de la presidencia de la estatal petrolera. Pero mantuvo silencio hasta que Maduro le solicitó la renuncia del cargo que ostentaba hasta diciembre de 2017, viendo que su nombre, salía involucrado en las investigaciones que lleva a cabo el Fiscal Tarek William Saab y a quien por cierto hay darle méritos, por la entereza que ha tenido al destapar esa cantidad de ollas no podridas, sino llenas de excremento, que tiene PDVSA y sus filiales en dónde sale más de un y que chavista involucrado. Rafael Ramírez toma la misma posición de Jorge Giordani, hacer público pensamientos que nunca expresó, ideas que nadie (del pueblo) conoció y se exonera de culpas que el sabe que sí tiene, porque gran cantidad de la corrupción que se está haciendo publica en PDVSA sucedió cuando él era la máxima autoridad de la institución, entonces ¿Cómo es que el dueño de casa no sabe lo que ocurre a su alrededor? Que cosas tan graves hayan ocurrido y él no se haya percatado? ¿Entonces cual era su función? Ahora se pronuncia a la distancia, o despotrica desde la distancia, defendiendo una ideología que no está en entredicho, pero si su gestión como funcionario público y a la que debería responder como buen revolucionario que dice ser, ya que tiene tan en alto la imagen de Hugo Chávez, debería saber que ese gran líder jamás escurrió una responsabilidad y enfrentó las consecuencias de sus actos, si algo debimos aprender de él es su valentía y coraje.
Por otro lado escuchamos a Elias Jaua decir, que el no veía al pueblo llorar, que veía un pueblo resteado y triunfante, y si tiene razón, no lloramos, estamos arrechos, y emocionalmente resentidos, y sí, nos quejamos, de la sordera y la ceguera, porque en realidad los comerciantes están reventando al pueblo, dándonos en el hígado con los precios inflados que aumentan a cada instante, desproporcionadamente, sin que nadie le ponga el cascabel al gato, de nada sirve los aumentos de sueldo, los bonos, ni los pañitos de agua tibia, si no enfrentan el lobo que les está rugiendo en la cueva y está ganando la guerra. Aquí si hay alguien verdaderamente resteados somos nosotros que nos negamos a que nos borren la sonrisa, pero no significa que no lloremos, o que no hayamos llorado este mes de diciembre, tan duro que tuvimos que pasar y que no nos preocupe el comienzo que ya se comenzó a ver en los locales comerciales y expendios de alimentos, cuando el kilo de carne supera dos veces el sueldo estipulado al día de hoy
La oposición se jacta de hacerse llamar resistencia, pero realmente aquí la resistencia somos nosotros, el pueblo humilde, que no nos identificamos como chavistas ni opositores, al momento de enfrentar la situación económica que atravesamos, sino como ciudadanos que nos vemos afectados y que tenemos que salir adelante como personas individuales, como amas de casa, jefes de hogar, pensionados, etc. que dependemos de un salario. Somos nosotros quienes resistimos está guerra de poderes que se está disputando. Resistimos sin que haya un muerto en el intento. Pero nos asusta que la situación escape de nuestras manos, y que la presencia de un caracazo vuelva resonar en las calles del país. Amanecimos llenos de promesas, pero con las mismas consecuencias que nos hubiera gustado dejar en el año 2017.