Asidero

El cerrojo en la frontera

Jamás, hemos comprendido la democracia. Hemos implementado una política equivocada y le votamos a sanguijuelas del poder, son una muestra fehaciente de la necesidad de que los pueblos o regiones dejen de depender de su respectiva capital como fórmula para alcanzar su riqueza, y de paso, acelerar su proceso de globalización y conectividad tanto desde lo local como desde lo internacional. Sebastián Miranda y Simón Bolívar dieron sus partes de política de guerra para defendernos de los caudillistas y, ahora estamos detrás de un discurso a otro. Convertimos, las palabras de nuestros Libertadores en piedra y, los falsos comunistas nos llevaron a lapidarnos, según propósito, cuanta gente confundida y ambigua no han votado por ellos y, ahora ven el resultado, niveles de zozobra y hambruna.

No sabemos ser distintos, no hemos podido entender y por tanto manejar ni menos aprovechar la diversidad. Cada bando, sector o corriente de cualquier orilla quiere imponer su forma de ser o de pensar sin dejarle espacio al otro, arrasando al otro y a todo lo que lo rodea o se le parezca. ¡Una cultura nazi, otro horror más adicional a la cultura mafiosa!

La actual campaña electoral está jugando con fuego. No puede ser que cada campaña política sea una pesadilla. No puede ser que la democracia se convierta en un erial de guerra cuando su naturaleza es ser un jardín de paz donde florezcan la inteligencia, las ideas y el diálogo.

Hay candidatos que no proponen, sino que contraponen, que basan su política en reacciones y no en propuestas, que solo chocan, solo critican, solo se resienten. Que viven ‘a la enemiga’, que solo incendian y nunca siembran. Que viven del discurso del otro. Que más parecen un espejo distorsionador que una figura autónoma de carne y hueso. Y son varios los que piensan que jugar con fuego les da Créditos políticos. Quizá, pero, ¡qué equivocados e irresponsables para la enardecida Venezuela de hoy!

"Songo le dio a borondongo / borondongo le dio a Bernabé / Bernabé le pegó a muchitanga le echó a burundanga / les hinchan los pies". No. Por ahí no es. Sin duda requerimos cambios profundos y drásticos, pero no con violencias, rabias ni venganzas sino por medio de una revolución serena. ¡Se puede!

En su libro Conectrografía, Parag Khanna enseña la importancia que ha tomado la globalización (a través de las conexiones) en las últimas décadas y muestra cómo los bancos chinos prestan importantes cifras en Latinoamérica para promover las exportaciones; bancos europeos que financian empresas para expandir la producción de maquinaria en Asia; empresas norteamericanas de software que desarrollan aplicaciones en Japón para los mercados asiáticos y un sin número ejemplos que hacen de la globalización un gran salto al futuro de muchos países o regiones.

¿Cuál es el elemento fundamental para medir la importancia de un país, una región o un Estado en un mundo que tiende cada vez más a la globalización? No es precisamente su ubicación geográfica o el tamaño de su población, pero sí lo es su grado de conectividad, tanto física, como económica y digital. Por ejemplo, pensemos no más el tamaño de la población de países como la China e India. El primero representa el 10% de las importaciones mundiales, mientras que el segundo solo representa el 2.5%. China es el principal socio comercial de más de 100 países (supera a la USA), mientras que la India solo lo es de Nepal y Kenia. Los economistas más destacados del planeta señalan que un descenso del 1% del PIB en la China impacta brutalmente el precio del petróleo y lo arrastra hacia abajo hasta en un 10%.

Lo que indica que China, nunca sería nuestro mejor socio, menos Rusia. Ambos, ya no están interesados en nuestro país, menos de la Gran Colombia.

Ningún espacio se escapa: Entrevistas de prensa, intervenciones públicas, reuniones privadas, redes sociales, columnas de opinión. El ejercicio caudillista está convirtiendo a Venezuela en un nuevo teatro de guerra. Paradójico, luego de que le hubiéramos puesto fin a un conflicto armado de más de 30 años en la colonia hasta Juan Vicente Gómez, así algunos sectores no estén de acuerdo con la forma como se hizo, pues eso no significa patente de corso para agredir a quien sea.

Claro que pensamos diferente, claro que el debate enriquece, claro que una campaña es una controversia de ideas, pero no se trata de las diferencias ideológicas ni de sus discusiones, se trata de la manera de darlas, de la forma como desde los dirigentes hasta el ciudadano raso están dando los debates. Bocas, plumas y teclas despiden fuego.

No estamos en paz, personal militar extranjero infiltrado, toda una revuelta para llevarnos al paredón, La hora cero, dicen. Solo, los muertos de los pobres serán contabilizados, los otros, se encuentran afuera, en el exterior.

Una cosa es la pasión contenida y encaminada a un fin y otra muy diferente la pasión irreflexiva sin rumbo. Una cosa es defender con vehemencia unas ideas y un candidato y otra es el fanatismo ciego e irresponsable. Nunca los fanatismos han aportado nada distinto a la brutalidad de la violencia y a la negación de la inteligencia. Una cosa es la discrepancia y otra la enemistad. Una cosa es un río caudaloso que propicia vida y otra un arroyo desbordado que genera destrucción.

Nunca, Venezuela ha sido comunista.

Siembra vientos y cosecharás tempestades, siembra odios y cosecharás violencias. Varios analistas extranjeros se han preguntado y se preguntan qué le pasa a Colombia que no progresa. Qué le sucede a un país con tantas riquezas de todo tipo, con una ubicación geográfica tan privilegiada, con una biodiversidad tan valiosa y con tantas inteligencias y talentos.

Pero si la economía China descresta por su dinámica, la norteamericana nos demuestra de lo que está hecha. Los Estados Unidos cuentan con el sistema financiero mejor conectado del planeta pues es el responsable de cerca de la mitad de los activos financieros del mundo (cerca de 300 billones de dólares); posee el mayor mercado del Tesoro (12 billones de dólares); sus mercados de valores están valorados en la mitad del total mundial que es de aproximadamente 70 billones de dólares y, para rematar, posee el mercado de deuda corporativa más grande del mundo, y a la vez, domina la emisión de bonos corporativos en euros. ¿Imaginan por qué tanto éxito económico? Por su vasto poder de conectividad.

¿Que hacemos, ligándonos a La Habana, que no quiere reflexionar y desea implementar un bloqueo peor a la de su isla por USA, que busca con su doble jugarreta? Y, ¿no define sus principios ideológicos, que vio Fidelito en La Habana? Ya conocemos las respuestas, dejaron atrás a Chávez y a Fidel, las ideas económicas del Che. Sus líderes, están en negociaciones no perceptibles a la realidad.

Ante lo señalado, Parag Khanna precisa que los países o regiones menos conectados tienden a ser menos predecibles y más volátiles. Un ejemplo de ello son países como Irán, Corea del Norte, Yemen, Níger, Afganistán y República Centroafricana que ocupan un lugar muy bajo en la conectividad, lo que los hace países muy proclives a la violencia, hecho que sugiere en avanzar rápidamente en formas más positivas de conectividad que permita una alta densidad de flujo de bienes, finanzas, personas y datos. Más conectividad significa más crecimiento y mayores flujos de bienes, servicios y capital a través de las fronteras.

¿Cuándo un Estado fracasa o corre desenfrenadamente a convertirse en un Estado Fallido? Cuando una sucesión de gobiernos incapaces pierde el control del territorio o una parte de este y no pueden garantizar la seguridad de sus conciudadanos; cuando no controlan en su totalidad la fuerza, la ley y se fractura el orden. Y si ese mismo Estado no está en capacidad de suplir los servicios más elementales como lo son la educación, la salud, la seguridad alimentaria, los servicios básicos, la recreación, el derecho al ocio constructivo y el empleo decente, pierde legitimidad. Estado que no es capaz de garantizar esos mínimos servicios, ¿tiene derecho a recaudar tributos para garantizar su gobernabilidad? La respuesta es obvia, pero su sociedad sufre de amnesia colectiva. Y los venezolanos, tenemos ese nivel de conciencia.

Si un Estado no es capaz de contar, por ejemplo, con una infraestructura física acorde con las necesidades que exige la globalización, si no cuenta con unas excelentes vías de comunicación, posee unan baja capacidad de producir energía a partir de fuentes alternativas, no cuenta con una cobertura adecuada de alcantarillado, sus recursos naturales son degradados sin criterios técnicos y, de contera los ciudadanos del común luchan por sobrevivir, es inobjetable que su economía jamás crecerá, se reducirá la inversión extranjera y se incrementará el desempleo con consecuencias nefastas, pues las seguridad se torna frágil y las cárceles son caldo de cultivo para seguir delinquiendo. En otras palabras, los Estados Fallidos termina en una guerra civil ya que se acentúan los grupos con intereses disímiles con intenciones de poder, llegándose incluso a extender ese conflicto interno a los países fronterizos.

La Comisión de Política Exterior del Parlamento venezolano declaró hoy que la integración con Colombia y Brasil finalizó tras las medidas adoptadas esta semana por este país es para hacer frente a la oleada migratoria producto de la crisis y "en defensa" de sus ciudadanos.

"Con las medidas adoptadas, se declara de hecho ‘el fin de la integración colombo-venezolana y brasilera-venezolana’ que había generado un juego ganar-ganar desde la década de los años noventa", defendió el presidente de esta comisión, Luis Florido, según un comunicado facilitado por el Parlamento.

Florido defendió que estos dos países ven ahora en Venezuela "un problema" y que esto "genera una tensión entre Integración y Defensa del Interés Común a través de la Soberanía, donde ambos endurecen sus medidas migratorias para defender su interés nacional".

Para el diputado por el partido Voluntad Popular estas decisiones "dejan su problema del lado de la frontera a quien lo ha generado, el régimen de (el presidente) Nicolás Maduro".



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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