"Sucede, en este particular, lo que los médicos dicen de la tisis, que, en los principios, es fácil de curar y difícil de conocer, pero que en lo sucesivo, si no la conocieron al principio, ni le aplicaron remedio alguno, se hace en verdad, fácil de conocer pero difícil de curar"
Nicolás Maquiavelo
Tengo la sensación, que detrás del petro hay algo oscuro; que la propaganda y la novedosa terminología ha podido ocultar o no es lo que es más visible de esta solución. He oído maravillas por parte de personalidades y líderes que están ubicados en esta acera de la política, sin embargo, no sorprende el silencio de la oposición, porque desde esta acera que se llama MUD, salen muy pocas sorpresas. Están deslumbrados o se dirán: Nada que temer, es la misma historia petrolera con tecnología nueva.
Casi que he leído y oído a personalidades, técnicos, especialistas, economistas y líderes que están en el polo opuesto de la MUD, que el petro reventó al capitalismo. El petro y me disculpan el término, es visto por mucho, como el "palo cochinero" que se le ha preparado en estas tierras al capitalismo. El gozo con el petro por lo que he visto y han resalto voceros oficiales se resume en la captación de dólares. Se presenta como hecho muy estratégico o significativo, que en apenas unos muy pocos días de preventa, el país ha recaudado miles de millones de dólares y se ha producido una venta de 60.000.000 de barriles. ¿Dónde está lo histórico del petro? ¿Dónde produjo el punto de quiebre?
Un poco deslumbrado por esto, observo dos adicciones y ninguna adicción es buena. Veo la adicción a la venta de petróleo como solución y la otra adicción, tal vez peor que la primera, está en mantener vivo el apetito sobre el dólar o el euro. El espejito está ahí; lo ves o lo ves y te quedas maravillado. He oído que se prepara a una solución adicional a la del petro-petróleo y que tiene que ver con el oro. El presidente Maduro ya nos colocó el aperitivo para pasar el bocado mejor. Petro-oro, luego el petro coltan, petro diamante y así vamos cargando de petros y colocando el bolívar patas arriba, tal como la oposición coloca la bandera.
Venezuela comenzó a ser un espacio clave para el capitalismo a partir de la explotación petrolera por las primeras décadas del siglo XX. A mediados del siglo XX, Venezuela era importante por el recurso petróleo.
Uno se da cuenta de una cosa que no es totalmente verdad. El capitalismo no necesita petróleo. Necesita cosas que son productos derivados del petróleo. Es decir, el capitalismo necesita de cosas que son posibles con petróleo. Por esa razón, las trasnacionales petroleras se instalaron en Venezuela en la segunda década del siglo XX y se llevaban el petróleo.
Hoy nos parece una cosa del carajo, que en apenas unos pocos días; el Estado venezolano a través del petro haya vendido más de 60.000.000 de barriles de petróleo. ¿Dónde este el quiebre? Estamos exactamente como casi todo el trayecto del siglo XX, vendiendo petróleo. Desde Juan Vicente Gómez hasta Caldera II, lo clave era vender petróleo. No es difícil leer en las redes sociales cosas como esta: "Señoras y señores, es increíble, el petro es un éxito total"
Lo visible detrás del petro es el hambre y la adicción al dólar y al euro. Tener dólares para importar, comprar y dar y acabar así con la crisis del dólar en Venezuela. ¿Por qué no se colocó como garantía de petro, diversos tipos de combustibles derivados del petróleo y esenciales para el movimiento del mundo? Lo esencial que está detrás del petro, es la simple venta de petróleo. No se ve en el petro, la siembra del petróleo o la expresión del nuevo modelo productivo con productos que reflejen valor agregado nacional a la simple extracción de petróleo.
El petro tal y como se ofrece con respaldo y todo, lo observo como un misil contra el bolívar. Es decir, Dólar Today se junta con la revolución para enterar o darle el palo cochinero al bolívar. Así lo veo, independientemente toda la terminología novedosa que se requiere para minar. En términos de guerra; el petro puede estar minando al bolívar.
El rentismo continúa sin el medicamento apropiado.