Una cosa rumia el burro y otra quien mastica

"No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos, también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo a lo que hace". Ontología del lenguaje.

Parafraseando un viejo dicho, una cosa es el ser y otra distinta el deber ser, lo que somos es una construcción social, cultural, que hace al individuo una persona con potencialidades y falencias en medio de adversidades y conflictos presentes en la realidad político social. La lucha entre contrarios, clases, géneros, sectores, grupos, se ha dirimido entre los que piensan y los que hacen, separación en una práctica de dominación por parte de un sistema perverso, de dominación, descoyuntando su unidad dialéctica, dicotomía en la que el que piensa dirige y los que hacen y ejecutan, poniendo en funcionamiento la marcha de la historia, en cuyo procesa se llevan los créditos los primeros, y son invisibilizados aquellos. Así las cosas, sólo revirtiendo el orden de los factores y allanando las diferencias, articulando ambas esferas, se lograría una organización que ciertamente transformaría a la sociedad. Pero la tara requiere concentrar las fuerzas hacia lo primordial, objetivo que requiere del cambio de actitud, desde una aptitud propositiva, de un compromiso acorde a las necesidades del momento requerido. La grandeza del hombre, del ser humano que es finito, imperfecto, angustiado ante la realidad inabarcable, que sufre ante la idea de la nada, del dolor, de la injusticia. Que aspira y porque respira se rebela porque quiere vivir, lo pretende a cada instante, porque como lo dijo Sartre: «Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros.»

Seguimos bajo el imperio del Estado, que manipula y aliena, que responden a una estructura de poder y de control de camarillas que administran y dirigen postrándonos en una existencia inauténtica, virtual, un espejismo, una ilusión, una postverdad. Nada nuevo bajo el Sol, en esta realidad determinada y concreta, repetida hasta el cansancio, hasta la saturación y el embotamiento de los sentidos. Las mismas palabras, los mismos discursos, las mismas letanías, mientras todo empeora, nada cambia, nada se transforma; tal como ocurre con los diarios, las mismas noticias, mientras que lo único que cambia es la fecha y hora de la información. Alguien pensará que no hemos avanzado algo, poco o mucho, desde las cavernas. En varios milenios trasegados, la humanidad ha aprendido a convivir, a vivir entre civilizaciones, o por el contrario, la tozudez supina de una dirigencia ególatras nos traen nariceados como a bueyes, a seres embrutecidos por tanta ignorancia, engaño, maldad, en una conspiración permanente.

Hay un frente amplio que se levanta como si nunca hubieran tenido nada que ver con lo que hoy vivimos en Venezuela, gracias a buena parte de sus dirigentes, tenemos gobiernos lacayos, regímenes espurios en muchos países que se levantaron gracias a los convenios que con Chávez se lograron en el continente y buena parte de nuestras relaciones internacionales. Estos bisoños y bisoñas, que bastante guarimba, saqueos, y tentativas de subversión propiciaron, apoyadas y sufragadas por la Casa Blanca, por la CIA, la NSA, el Pentágono, la HaMosad leModi'in ulTafkidim Meyuhadim, y pare de contar. Estos habladores de gamelotes, que no se atreven a llamar las cosas por su nombre, que niegan la existencia de un plan concebido para intervenir en Venezuela imponiendo un representante que atienda a la primera llamada de Trump, y se mantenga genuflexo ante la repugnante bazofia, esa marioneta que es manejada por el Nuevo Orden Global. Los sectores reaccionarios y los agazapados en las entrañas gobierneras, a todo nivel; hombres y mujeres representantes de la IV, un morbo inoculado dentro del sistema, una hemorragia que no se ha logrado contener y que requiere de urgentes transfusiones para tratar de salvar a la República, su funcionamiento y el de las estructuras que aún quedan fieles al humanismo y al socialismo, con la fuerza de los principios éticos y morales revolucionarios.

Los delata sus caras rozagantes, regordetas, en sus humanidades rellenas, bien alimentadas, sus volúmenes pasados de kilos, trajeados a la última moda, con prendas vistosas, superiores en costo que la suma de varios sueldos mínimo. Con gastos pagos, para sí y familias extendidas, todo cubierto y a buen resguardo, choferes, servicio de alcoba y de cámara, asistentes y secretarios, escoltas y guardia pretoriana de día y de noche. Una ostentación digna de zares, a todo lujo, con rumbosa y a veces insólitas pantallearías con mascotas pasadas de peso. Insólito, en un país que padece de una miseria ignorada, invisibilizada, negada, ocultad por las excusas más absurdas, hechas por quien le corresponde tener una actitud firme y de estatura moral ejemplarizante. Pero ocultan el bulto, y cuidan meterse con la limosna, usando al santo de comodín, tratando de seguir realizando milagros con el comodín del chavismo, del socialismo y demás ismos y eufemismos. Irónica retórica que solo aplica paños calientes sobre un tumor que está devorando la paciencia y desvaneciendo las esperanzas del pueblo, de una clase que desconoce por completo los escaños de la pirámide de Maslow, y continúan con esa letanía, ese gimoteo diario, buscando clemencia de las masas una y otra vez arrastrada como un bulto sobre el que se encumbran aferrados al poder. Sin importarles un comino, nos ven con sus caras de lerdos y en serio creen que se la están comiendo, cuando son subalternos del constituyente originario, que no traspasa su potestad, solo faculta en su nombre ciertas atribuciones. Son los poderes, las instituciones, los entes públicos quienes deben cumplir fielmente a lo que están obligados por ley, por la norma plasmada, por los procedimientos que se estipulan. Este proceso ce cambios en transformación que no reformas, sin maquillajes tendrá éxito si es consecuente con el mandato de Hugo Rafael Chávez Fría, con el clamor del 8 de diciembre de 2012, frente al mundo entero, acompañado por todo su pueblo empoderado, con quien será posible cambiar el decurso de esta bochornosa situación actual.

Cómo llegamos a este ambiente de silencio que pende sobre el filo de la navaja, se pudiera responder que por varios factores, y como consecuencia de los cambios bruscos de rumbo, cuando el timonel supremo le había dado curso firme y seguro a la nave de la patrias chica, guiando al resto de la patria grande frente a lo que ya Bolívar había alertado en su momento, "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad" en Guayaquil, 5 de agosto de 1829. Desde entonces han logrado tasajear el territorio continental e insular, repartidos entre la Europa colonialista y la américa imperial donde las familias pudientes, herederas del latrocinio ejecutado sistemáticamente a la muerte del Libertador, y los seguidores de sus ideales, causas principales del atropello de los venezolanos; por lo que la rebeldía no cesa, y se repite cada vez que la libertad es perturbada. Por eso somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros. Cuando de verdad se asoma frente a la realidad se demanda a quienes siendo individuos ordinarios, mortales, pretenden erigirse en insustituibles, como llamados por una providencia mistificada, falsa, embaucadoras, que juega con la ignorancia del pueblo humilde, creyente, afectuoso, amoroso, que no es rencoroso; pero que los hace presa fácil por estos embaucadores de oficio del que pretende gobernarnos sin nuestro consentimiento, sino con la espontaneidad que nos ca orden y el respeto mutuo, no por imposición del Estado. Quienes pretenden un gobierno que manda mandando, sin la obediencia debida, se aparta del pueblo y se ubica del lado de los opresores, de los privilegiados sobre el resto; en un marco de actuación a contracorriente de la propia Constitución. Respetemos el orden, no lo que me de la gana, si seguimos actuando de esta manera, la anomia nos embarcará sin duda a la anarquía. No tienten a quien soporta sabio y paciente, todo tiene un límite; ya basta de confrontaciones estériles, de estrategias sin tácticas, de prácticas cesaristas, maquiavélicas, ya superadas en las condiciones actuales de la inteligencia artificial. Los hombres y mujeres de esta tierra, aprendimos hace rato a leer, escribir, sumar y restar; pensar con cabeza propia. Las sacudidas telúricas del huracán de rebeldías y que se tornó revolucionario desde El Caracazo, el 4F y 27N, 1998, el 13A y de nuevo ante la agitación actual.

«Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren.». Jean-Paul Sartre.



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Franco Orlando


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