¿A que socialismo se refieren los trúhanes que secuestraron el poder hace veinte años, mientras que el país va palo abajo? ¿Quién dijo que democracia consiste en arruinar a la gente, y luego consolarlos con migajas de quienes saquean descaradamente el erario público? ¿Que el fulano imperialismo pretende apoderarse de nuestros recursos naturales, cuento de nunca acabar, sin embargo también gobiernitos chulos no pierden ocasión para exprimirnos hasta la saciedad? A estas y otras preguntas, millares de ciudadano nos hacemos pues estamos contestes en que este desastre sin precedente no lo aguanta nadie.
Refrescando un poco la memoria, recordamos que cuando existe unidad de voluntades, no hay misión imposible, tal como ocurrió en aquellos tristemente célebres comicios parlamentarios del 2015. ¿Acaso no es verdad que en democracia los votos no se pesan, sino que se cuentan? De modo que este 20 de mayo, mediante el empleo racional del sufragio, los venezolanos deberemos demostrar que la cabeza sirve para algo más, que si nos entendemos podremos hacer factible quitarnos de encima esta maldición gitana que hizo que conociéramos la hambruna; y quienes además, se emperran en hacer de nuestro Estado la caja chica de Bolivia, Nicaragua y el régimen cubano, este último un verdadero chulo de postín que se lambe hasta el plato.
Las cartas están echadas, y ojalas que el 20M los actores que de veras quieren un cambio, esta vez no le metan al bruto, pues se trata de abrazar el porvenir.
