Ayer una nube de viejitos preciosos y guapetones, sacaron en Mérida de los bancos una buena mascada de "soberanos" y se fueron a venderlos en el sector de la Dos Lora. Llevaban los bolsillos abultados, iban cambembos que no cabían en sus cueros, pero felices y brincando porque les dieron un buen manojo de "hojas de plátano" a cambio...

Estos longevos chamos que se fueron a La Dos Lora, pareciera que por estas prácticas no les importara que mañana o dentro de poco entonces no haya realmente efectivo en los bancos, y volvamos otra vez a la eterna historia de tener que sufrir a los bachaqueros y a las malditas mafias colombianas.

Yo si debo decir que estos veteranos de mil guerras que venden el efectivo, al parecer nada agradecen. No agradecen el billataje que les están dando (aunque griten que con esa bola de billete ellos pueden hacer los que le dé la gana). Hay muchos profesionales que todavía no han cobrado ni una décima parte de lo que han recibido estos carcamanes negociantes del efectivo (como por ejemplo los de la administración pública que apenas cobraron de quincena 50 soberanos), y sin embargo de nada se quejan.

Claro que es como tú dices, abuelito lindo y bello, que toda esa plata es tuya y que haces con ella lo que te da la gana, pero es que ese dinero está en tu cuenta, amadísimo. Y puedes hacer con ella eso: lo que te dé la gana.

Imagínate, abuelito lindo y bello reclamón y exigente, que a todos los pensionados se les diera 300 soberanos o los 450 soberanos de un solo trancazo, tomando en cuenta que hay unos seis millones de pensionados. No habría banco en el mundo que aguantara la migración de esa bola de billete.

Eso no ocurre en ningún lugar del mundo, que un mar de seres se agolpe a las puertas de los bancos para que vacíen todas las bóvedas y luego el efectivo que se les entrega nunca más vuelva a dichos bancos. Porque eso, abuelito lindo y bello eso es lo que pasa: ¡el efectivo que ustedes se llevan jamás retorna, sino que se lo llevan para la maldita frontera, lugar desde el cual nos han estado esquilmado, estafado y destartalando nuestra economía!

Imagínate, querido lindo y bello abuelito (abuelita) que además de los 450 soberanos del pasado sábado, también te hubieran pichado en efectivo los seiscientos del bono de reconversión, y que este sábado que viene te dan en efectivo otros 450 y en quince días los restantes 900 soberanos, y que esa plata nunca más vuelva a los bancos. Échale cabeza, hermanito querido lindo y bello, ¿qué crees que pasaría?

No hay que ser, tan cascarrabias y dale gusto al Majunche Capriles que anda haciendo fiesta con la quejadera de muchos ancianitos lindo y bellos que dicen que sólo les dieron cien soberanos y que eso no es nada para ellos. ¿Y es que acaso los pensionados no pueden hacer uso de transferencias y de los puntos de venta?

Yo he visto muchos ancianitos lindísimos y bellos (y que conste que me encuentro en el terreno de la edad de ellos) que se acicalan a las tres de la madrugada, que se echan bayrun, que se ponen pepitos, se llevan una sillita y café en un termito, y venga a darle la lengua en las colas, y en unas cinco horas tiene ya una buena faja de billetes, y luego cogen para la Dos Lora, hacen trueques y negocios nada virtuosos, y esto lo hacen varias veces a la semana. ¡Qué país aguanta esta vaina!

Algunos de estos recios robles que no se queman con chamiza, después de sus lindas operaciones mercantiles, se van a misa a confesarse y a decir: "Creo en Dios Todopoderoso creador del cielo y de la… plata", es decir, el Becerro de Oro, amén, amén, amén… Que Dios los perdone…