El martes 4 de septiembre, por la mañana, fui a visitar en su oficina de trabajo, al escritor y notable luchador social, Juan Veroes (ha sido por muchos años polémico columnista de Aporrea). Juan no para de trabajar y de moverse, aunque de salud no se encuentre nada bien en estos momentos. La mañana estaba lluviosa y me fui cogiendo busetas y echando patas desde la Pedregosa Sur hasta un poco más arriba de Glorias Patrias, y allí recibí de él unos documentos. Juan Veroes está urgido por viajar a Caracas, y me ha contado parte de su odisea. Casi no se le oye porque tiene en las cuerdas vocales una inflamación y una lesión en la comisura anterior a las cuerdas vocales que debe ser un papiloma. Él me dice: "Tengo que ir a Caracas en busca de la voz perdida, ¿qué te parece?".

En su estado, porque es incapaz de pedir ayuda a los entes oficiales, yo pensé en algunos diputados de la Constituyente que en muchos casos han sido nuestro paño de lágrimas, a ellos les pido que le echen una mano.

Cuando nos encontramos, Juan acababa de llegar de la Terminal y me dijo que no consiguió pasaje en autobús; que no hay, que tienen allí una mafia o un despelote descomunal con pagos parte en efectivo y parte con transferencias, y con el inacabable problema del bachaqueo que ahora lo usan para todos los negocios. No hay pasajes para Barquisimeto ni Valencia ni Maracay, y lo único que pudo lograr es coger hasta El Vigía. Y Juan se irá por la tarde a El Vigía encomendándose, pues, a Dios, y ver qué consigue para ir acercándose poco a poco a la capital.

"-Si, me voy sea como sea –me dice-: tengo que operarme. Tengo que buscar ayuda como me dices, quizá me vaya hasta el Ambulatorio que queda en Chuao que al parecer es muy bueno. Tengo muchas cosas que hacer en esta vida, incluso terminar el doctorado el año que viene y seguir dando clases a nivel universitario, y batallando a favor de este proceso, ahora feamente acosado por una inevitable invasión gringa".

Con urgencia, Juan Veroes necesita una microcirugía laríngea, he ahí el punto crítico. Estaba a su lado su esposa Ana quien quería acompañarle pero Juan le decía que en esos menesteres él podía moverse mejor solo. Claro, movilizarse en este momento es muy complicado.

Juan Veroes, es un viejo y agudo camarada con excelentes méritos, que a veces quienes le tratamos diariamente no nos percatamos de ese inmenso trabajo que hace a favor de las comunidades. Yo recuerdo habérmelo encontrado por primera vez por allá por el año 2005, en reuniones encendidas de debates que se escenificaban en la Imprenta de Mérida. Era entonces director de la Imprenta el amigo Humberto Martínez. Y a Veroes lo veía yo siempre vendiendo el semanario Kikiriki del Partido Comunista. Según tengo entendido era un paquete de periódicos que le mandaban desde Valencia, y él los vendía aquí en Mérida para apoyar con algo a la gente de Gallito Rojo. Él vendía Kikiriki pero quería a la vez que nosotros lográsemos consolidar un medio como lo fue "Despertar", de gloriosa memoria en el año 2002.

En la Imprenta los debates nos fueron familiarizando con batalladores que estaban la vida en ese terreno poco amigable y muy poco reconocido de los medios de comunicación alternativos o comunitarios. En esos primeros días, allá en la Imprenta, veía a Veroes tomar la palabra con su lógica cargada de cierta ironía descarnada y de una aguda visión crítica; en ellas desvelaba el problema de la poca compresión de los entes del Estado para con los medios alternativos.

Aquel Juan Veroes (pese a sus años), sólido y macizo, concentrado en un saber proveniente de las luchas en los barrios, en la forja dura de los sindicatos obreros, con una experiencia firme ante los criminales explotadores, allí, él dejaba correr sus argumentos como un río de metralla inclemente.

En la época en que nos conocimos andábamos los dos en la misma pertinaz lucha contra la burocracia y la indolencia de las llamadas autoridades formales de los partidos; nos fuimos haciendo una misma voz, un mismo clamor y una misma prédica de fe, solidaridad y entusiasmo en lo que planteábamos.

Pues bien, Juan Veroes pasó a ser un puntal disciplinado, constante y perseverante en el trabajo de la formación ideológica y en la difusión de las ideas más recientes contra el modernismo. Un hombre entregado a la investigación, al trabajo de los medios, de sus clases y debates en las comunidades. Y fue de los fundadores de la Universidad Socialista del Pueblo y de Univer-so Medios, junto a Franz Lee, Jutta Smidth, Juan Carlos Villegas, Gilberto Perdomo, Max Rondón, Gloria García y este servidor. Luego junto con el filósofo Luis Vargas, Juan Carlos Villegas y otros luchadores merideños fuimos a Cuba a dictar unos cursos de formación socialista para nuestros estudiantes venezolanos de medicina.

Bueno, hoy, Juan Veroes es el presidente de Univer-so medios, la Asociación Civil que ampara en su lucha al portal ensartaos. Ensartaos ya lleva diez años de vida y en 2017, recibió el Premio "Fabricio Ojeda" como el mejor sitio web revolucionario de Venezuela. Quedan muchas más cosas que decir sobre Juan Veroes, que él algún día recogerá en sus memorias.

Bueno, hermano, que salga pronto de este duro trance.