La Tecla Fértil

Lo absurdo de criticar a Jaua y burlarse de Trump

Uno de los debates más interesantes del mundo contemporáneo es la distinción analítica entre integración y asimilación. En el primer caso, los grupos políticos deben tener una aproximación de identidad para lograr sus objetivos y, avanzar hacia la dominación de un sistema de fines que permita una estructura hegemónica de una realidad y, que en el transcurso de los diálogos se unifique un criterio en un sentido más o menos flexible. En segundo lugar, la asimilación determina la interiorización de normas y valores que los varones y mujeres se han asignado entre el grupo para evitar que se convierta la reunión en un concepto, estrictamente patriarcal.

La idea es ampliar el desarrollo del proceso democrático, bajo derechos específicos, donde existan pautas paritarias que, nos lleven al reconocimiento del derecho a la autonomía y libertad personal de los individuos que componen ese colectivo y, ante las insuficiencias, no estén en un ámbito de exclusión, ya que debe existir un reconocimiento político- jurídico de la realidad, porque, las ideas deben converger en un entorno exclusivamente territorial

Los derechos corresponden en primer lugar a los individuos, independientemente de las minorías a las que pertenezcan, aun cuando hay que subrayar que muchos individuos no pueden disfrutar de los derechos de los que son titulares debido a que se encuentran en algún espacio de la sociedad o pertenecen a algún grupo a los que esos derechos no se extienden. La legitimidad del reconocimiento de derechos políticos debe pender siempre de la aprobación de los individuos del genérico. Los individuos deben ser la fuente y el lugar de adopción de decisiones. En otros términos, de un lado los colectivos pueden ser titulares de derechos siempre que ello no suponga anular la autonomía individual y, de otro, "el límite en el reconocimiento de esos derechos colectivos es que no se obligue a nadie contra su voluntad a ser titular en cuanto miembro del grupo. Todos y cada uno de los individuos deben conservar la libertad de su pertenencia a ese grupo.

En este tiempo, se construye un país, en base a las mayorías y la fundamentación de un pensamiento único que, ha sido fomentado entre las partes de un todo, es decir, la opinión de cada miembro del grupo, no importando su posición en la estructura de la lucha de clases, porque el desarrollo de un territorio se logra es, a través de discursos, sus prácticas y definiciones ante esa verdad.

Por ejemplo, los ciudadanos del mundo globalizado socialista se burlan de Donald Trump como regente de los Estados Unidos de América, pero olvidan que el fue nombrado para ese cargo para reordenar el programa de aranceles e impuestos tributarios, por otro lado, darle legalidad a los indocumentados para trabajar en otros territorios diferentes a sus orígenes y que sean colonias norteamericanas. Para esto, hizo una jerarquización del déficit comercial para comenzar a ajustar los presupuestos para un bien comunal.

Es el mismo programa que quiso aplicar el comandante Hugo Chávez Frías y que fue desviado por el Grupo Podemos y los dos rusos que asesoran al presidente Maduro con el Petro- dólar. Una moneda artificial o electrónica con poco respaldo internacional, porque los chinos controlan una fase de nuestra economía.

Cristine Delphy, destaca la importancia del genero en la multilateralidad y multiculturalidad en la jerarquización del trabajo, porque ante un organigrama moderno, se busca organizar la división del trabajo, pero, el género que labora en un departamento debe poseer su propia identidad en términos ontológicos, políticos y emancipadores. En el pasado, El objetivo político del feminismo debe ser la destrucción del sistema binario y la superación de las diferencias de género y las identidades de género que las acompañan, ya, en la época contemporánea, todo cambio.

Como explica Celia Amorós "la construcción socio-cultural de los géneros tal como nos es conocida no es sino la construcción misma de la jerarquización patriarcal". El colectivo de las mujeres se ha constituido históricamente en buena medida con la identidad que le ha asignado el patriarcado. Esa identidad colectiva está transformándose en otra identidad que surge de la conciencia de quien ya ha comenzado a ser y ejercer como un actor social. Celia Amorós define este proceso como el tránsito del 'nosotras-objeto' al 'nosotras-sujeto' y señala que este paso requiere que el 'nosotras-objeto' se constituya críticamente para definir a quienes han conceptualizado a las mujeres como 'lo femenino' a través de sus discursos, sus prácticas y sus definiciones.

Repito.

Nicaragua, Costa Rica, Venezuela y Argentina, son los países más convulsionados, porque los socialistas que no lo son, sino oportunista y quieren una especie de dictadura- tiranía buscan conceptualizar y confundir a las masas y todo en base, a una desaleración de la economía primitiva y binaria que rompe con todas las diferencias históricas para quebrantar la identidad de los pueblos.

Si todas las identidades y las diferencias sociales han sido históricamente construidas a partir de unas relaciones sociales de dominio, la identidad de las mujeres ha estado determinada por las relaciones de dominación patriarcales: "El problema predominante para las mujeres como mujeres no es que el sector más numeroso o más poderoso de la comunidad sea indiferente o no se interese en conservar la identidad del sexo femenino, sino que esta identidad está puesta al servicio de la opresión y la explotación" .

El de los hombres, es una fonologización en base a una diferencia sexual que trae como consecuencia la irracionalidad. Los hombres en la antigüedad y la edad media dominaban el panorama político y poseía el argumento de la dominación que incluía la autosegregación y autoexclusión para mantener incontaminada- según ellos- la presunta esencia del espectro político e ideológico heredado de los poliglotas de Grecia y el mundo romano.

Como señala Javier de Lucas, refiriéndose a las minorías nacionalistas y étnicas, "toda cultura es un precipitado histórico, el resultado de evoluciones, rupturas e influencias innumerables. No hay 'esencias' algunas que descubrir. La búsqueda de ese 'ser propio' podría conducir en cambio a otra salida: identificarlo con alguna creencia cultural del pasado. Entonces, al buscar lo peculiar puede caerse en la veneración de la tradición y bajo el nombre de 'identidad' correr el riesgo de sacralizar los aspectos culturales más reacios al cambio".

En efecto, es una práctica usual entre grupos marginados que éstos redefinan la autopercepción que de sí mismos tienen transformando algunos rasgos que el grupo dominante ha caracterizado negativamente en rasgos positivos. Las mujeres no han escapado a ese proceso. Las teorías de la diferencia sexual son una muestra significativa de esta práctica. De otro lado, el hecho de que las mujeres ocupen posiciones subsidiarias en la sociedad genera algún tipo de pertenencia y, por tanto, de identidad colectiva. Esta pertenencia es la que puede acrecentar la solidaridad entre las mujeres y fortalecer los vínculos con el genérico. Ello sitúa a las mujeres en mejores condiciones para luchar por sus derechos.

Los hombres, son desleales entre sí y se confabulan para dañar al otro. Fijémonos como utilizaron al escritor Roberto Malaver contra Elías Jaua, el único socialista del equipo del presidente, Nicolás Maduro Moros. Todos critican por los medios a Colombia, pero, mandan hacer papelería y contratan constructoras colombianas para la Misión Vivienda, cuando Diosdado Cabello era ministro de infraestructura, fue llamada una familiar por una empresa colombiana para levantar unas viviendas y edificios que se estaban cayendo en Caracas y le alquilaron un apartamento a todo dar en el alto Hatillo y le exigían que utilizará material de tercera, porque pedía de primera, tuvo que retirarse e irse. Hay un doble juego de faz político.

En la actualidad, las teorías y prácticas laborales viven esa tensión. Apropiarse de espacios de igualdad o profundizar la diferencia, e incluso, como algunas proponen, reinventarla, ha sido el debate, y aún lo sigue siendo, sobre todo en Europa y EE. UU

Ahora, quieren reinventarla en Latinoamericana en base a los principios de contradicción del análisis marxista, pero, el pellejo del pueblo esta en juego, porque la inflación no se detiene y ya el cono monetario vuela alto.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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