Lacava, en la "Carroza de Drácula", no carga un especulador preso, sino un saca corchos

En artículo anterior, "El consulado de Miami reaparece con el nuevo "Carro de Drácula" de Lacava", dije "Pareciera ser, por ciertos síntomas, que las conversaciones entre el gobierno de EEUU y Venezuela no pasan por la cancillería y un canciller taciturno y discreto sino por el Gobernador de Carabobo, un personaje como todo lo contrario."

Para fundamentar lo anterior hice mención a varios hechos o si se quiere síntomas. Lacava apareció envuelto en las diligencias que culminaron con la excarcelación de Joshua Holt, quien fue detenido en Ciudad Caribia y acusado de operar contra el gobierno, en fomento de guarimbas y bajo el mandato de alguna institución oficial estadounidense. Lacava previamente viajó a ese país, al parecer se entrevistó con el senador Bob Corker, presidente de la Comisión de Exteriores del Senado, quien luego viajó a Venezuela y juntos estuvieron en el aeropuerto de Maiquetía acompañando al excarcelado cuando abordó el avión que le llevó de regreso a su país. Esto último aconteció en mayo, luego de las elecciones presidenciales. Al parecer, los síntomas son como demasiado evidentes, Lacava fue el intermediario entre ese alto representante del poder Legislativo de USA y el gobierno para abrir una ventana en las relaciones entre aquel país, su gobierno y el nuestro y que con la libertad de Joshua Holt, apenas una señal, un gesto, eso comenzó a producirse.

Apenas la semana pasada se informó que el encargado de negocios de EEUU en Venezuela – recordemos que aquí no hay embajador de ese país – se reunió con el gobernador de Carabobo, por lo que dijimos lo que hemos citado arriba. Es decir, al parecer, las relaciones entre el gobierno de Trump y Venezuela, no pasan por Jorge Arreaza, nuestro taciturno y como demasiado "serio" Canciller, sino por un jocoso funcionario menor, el mismo de la "Carroza de Drácula", un personaje que se esmera en llamar la atención con gestos como demasiado "rutilantes". Alguien, a quien comenté sobre este asunto, me preguntó por las razones de tan extraño comportamiento y tuve que decir lo que pienso y esto es que para mí es inexplicable. Pero alguna razón debe haber para ello.

Pero todavía no había terminado la semana, cuando de manera también sorpresiva, como los otros hechos mencionados, se anuncia la visita de nuevo de Bob Corker. Incluso los titulares de prensa dicen que "con expectativas se espera su pronta visita".

Se comenta que "vendría para evaluar la situación actual, buscando alternativas que permitan atender el conflicto político" que, según sus voceros, "confronta el país."

Además, al parecer, el senador Corker, no vendría sólo a establecer diálogo con el gobierno sino también con la oposición, pues según se informa, "El alto funcionario no viene solo a escuchar al Gobierno, en una agenda más amplia, tiene previsto reunirse con diputados opositores." https://www.aporrea.org/actualidad/n332517.html

Dicho de otra manera, su presencia sería como una manera de reanudar los diálogos rotos en Dominicana, pero esta vez en condiciones adversas para la oposición por causa de ella misma y sus asesores. Además, ya no serían el presidente de Dominicana, Rodríguez Zapatero y otros los garantes ni Jorge Rodríguez el representante de Venezuela, sino Corker por los primeros y Lacava por el último.

¿A qué se debe el rol de Lacava? Es un misterio. ¿Lo escogieron los gringos después de estudiarlo detenidamente, como es usual en ellos? ¡Quién sabe! No es una cosa como para decidirla a la suerte, sino pensarla muy bien, porque sin duda es extraña.

De lo que sí podemos hablar con certeza, como ya dijimos, es de la extrañeza del asunto y de los rumbos que pareciera o pudieran tomar las relaciones USA - Venezuela. Pero el señor Corker, quien es sin duda un personaje influyente en su país, y de lo que de él se sabe, como que no parece dado a brindar espectáculos como Trump, pudiera ser un embajador e intermediario serio para buscar lo mínimo que ponga las relaciones entre ambos países en condiciones de normalidad. Y cuando uso este adjetivo, no quiere decir que sean tal como EEUU acostumbra, sino como deben manejarse las relaciones entre países que se necesitan y respetan mutuamente. Y si esto pudiera suceder o mejor llegar a concretarse, entre todo lo imprevisto, sorpresivo, estaría que en medio de ese asunto estuviera un personaje "divertido" como Lacava y a quien cuesta tomársele en serio.

Pero justo por todo eso no me canso de preguntarme por qué y quién escogió al gobernador de Carabobo para eso. Su credencial, la que días atrás le estrujó a alguien en la cara, ser "rico de cuna", no creo suficiente para justificar le pongan a jugar ese rol. Pero me queda otra hipótesis, la relacionada con la fama alcanzada por Lacava de ser hombre "guachafitoso" o "guachafitero", como para que si esas conversaciones fracasan, se diría simplemente que esas fueron solo vainas o loqueras "de ese loco".

Esta hipótesis tomaría mayor relevancia si de repente, en el bando opositor, así como el gobierno cambió a Jorge Rodríguez por Lacava, un psiquiatra por uno que pudiera ser paciente de éste, la oposición sustituye sus anteriores emisarios por Ramos Allup, que además de tan trastornado como el supuesto chavista, también en nativo del Estado Carabobo.

Quien quita que, un gobierno enredado, atrapado y una oposición casi en la misma situación y hasta peor, encuentren el camino, guiados por el señor Corker, quien parece como muy serio y nada atolondrado. La esperanza cunde y mejor aumenta cuando uno se entera que Cork significa en castellano corcho, de donde Corker sería algo así como el descorchador o saca corchos. Y justo, los locos, más que un psiquiatra, para coger el ritmo o mínimo, necesitan el auxilio de alguien quien les quite los tapones o los corchos a los locos.



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Armando Lafragua


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