Es necesario ilustrar con testimonios reales la historia vivida por el pueblo venezolano, durante los últimos 40 años de la IV República, donde se aplicaron los más crueles métodos de tortura, persecución y asesinatos, perpetrados por los cuerpos represivos al servicio de los gobiernos pro imperialistas de Acción Democrática y Copey, partidos hoy en decadencia y sin posibilidad que revivan su grey militante, debido a la incapacidad política de volver al poder, por la vía electoral, de la que ellos mismos se autoexcluyeron, prefiriendo tomar la vía de la violencia; las guarimbas: donde bendecidos por la iglesia católica asesinaron seres no importándoles su filiación política, quemando personas vivas, solo por sospechar que eran chavistas o por el color de la piel, o vivir en un barrio humilde, insinuando golpes de estados y ejecutando el acto magnicida en grado de frustración en contra del Presidente Nicolás Maduro, promoviendo la guerra económica para crear descontento, en el pueblo, razón por la que hasta sus mismos militantes los rechazan y repudian, porque los venezolanos de a pie, independientemente de la filiación política que tengamos, somos gente de paz y estamos obligados a rechazar todo signo de violencia contra nuestra Patria y para refrescar la memoria historia de la Cuarta República y sobre todo para aquellos jóvenes que no vivieron aquellos nefastos momentos, me permito transcribir el testimonio de uno de los tantos revolucionarios perseguido, torturado y encarcelados como: Pedro Reyes Millán, que para esa época era militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, y es entrevistado por la periodista Érica Sanoja en el programa especial “Victimas del Fascismo Ayer y Hoy” transmitido por Venezolana de Televisión en fecha 06/07/13. Donde dice:
“Yo fui de la juventud que entro a la Escuela Militar a finales de los años 50 y tuve la oportunidad en el alzamiento de la Escuela Militar la noche del 22 y madrugada del 23 de enero del 58. Como no era mi deseo ser militar sino había entrado por conveniencia política, salí de la Escuela Militar a estudiar ingeniería, que era lo que quería ser, ingeniero civil. Pero muy pronto esa juventud nos dimos cuenta que todo el esfuerzo que habíamos hecho por derrocar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, fuimos traicionado, por Acción Democrática que fue el partido que yo militaba (…) fuimos traicionados porque nos dimos cuenta que Rómulo Betancourt, venía con un compromiso que había contraído en Washington, con el Imperialismo Norteamericano para entregar a pedazos el país. Y eso nos llevó a rebelarnos contra el partido en que militábamos y fundar el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, que fue la organización que nace como una organización de calle una organización política para denunciar la traición de Acción Democrática, muy pronto tiene que convertirse en una organización que ´por los atropellos que nos sometían permanentemente por nuestra protesta de calle, tuvimos que pelear contra la policía, contra la policía del régimen y contra el Ejército, y de allí en adelante la vida se nos hizo imposible porque el gobierno decretó la ilegalización tanto del MIR como del Partico Comunista. (…) El gobierno siempre nos hizo una persecución sangrienta, las manifestaciones de calle que hacíamos, eran acalladas con fuego y plomo y éramos detenidos y torturados fuertemente. En mi caso concreto yo soy detenido en el año 63 y me desaparecen por muchos días, luego cuando no pueden convertirme en delator me llevan a la cárcel y pago dos años de cárcel. (…)”
Al preguntarle la periodista: ¿Usted fue torturado?
Contesta: Sí. Torturado bárbaramente en el año 63, cuando intentamos boicotear las elecciones del 63, yo fui detenido en Mérida y estuve preso durante dos años, pero fui bárbaramente torturado.
Pregunta: Usted conoce las personas que lo torturaron?
Respuesta: En ese momento era difícil que uno pudiese conocer a nadie. (…) Primero que nos vendaban los ojos, y la tortura era tan bárbara que uno no retenía absolutamente nada. Nos permitió defendernos de esa tortura, la juventud, yo para ese momento tenía 23 años. Pero luego tienen que ponerme en libertad porque no pudieron encontrarme nada y me vuelven a hacer preso en el año 67. En el año 67 soy víctima de una tortura bestial. Me fracturan los huesos de la cara, me causan una lesión renal, que tuve siete años orinando sangre, me fracturan la clavícula tengo (…)… en la región escapular del brazo derecho fracturada. Bueno… me someten a una tortura bestial y me mantienen preso durante siete años ocho meses, sin fórmula de juicio, y me rescata la Cruz Roja Internacional, que es la que logra que en el año 73 me pongan en libertad.
Yo salgo comprometido con mis compañeros a luchar por su libertad y logro hacerlo realmente, a pesar de lesiones logro participar en el rescate de 23 de mis compañeros que estaban presos en el Cuartel San Carlos, a través del túnel del Cartel San Carlos.
(…) Nosotros una de las cosas que hicimos fue pelear con mucha mística y mucha valentía. La insurgencia de los años 60 fue una insurgencia de jóvenes. Jóvenes todos estudiantes, la gran mayoría de estudiantes, con la colaboración de algunos campesinos y algunos obreros que nos acompañaron en esa lucha. Pero eso fue un levantamiento de juventud.”
Este uno de los tantos testimonios entre otros que podemos reseñar en próximas entregas como el caso de Labana Cordero y muchos más que podemos encontrar a los largo de los últimos 40 años de la “democracia representativas que nos indican la veracidad de la crueldad de los cuerpos de seguridad del Estado corrupto y títere del gobierno estadounidense y dan fe de la pesadilla que vivió el pueblo venezolano durante los gobiernos del pacto de Punto Fijo, donde se instauró la democracia para los ricos y las roscas oligárquicas vividoras del erario público, cuando se hablaba del ejercicio democrático, al pueblo sólo se le permitía ejercer su derecho a decidir, una sola vez cada cinco, cuando el gobierno convocaba a elecciones que nunca fueron libres, siempre fueron amañadas, con la finalidad de frenar el avance de las organizaciones políticas de Izquierda que se presentaban a competir en las contiendas electorales, pero sus votos eran groseramente escamoteados, por lo que al pueblo en las elecciones siempre le robaban el voto con la complicidad de los partidos Acción Democrática y COPEY, y el Plan República de esa época, para favorecer las roscas oligárquicas.
En la actualidad política es necesario hacer un ejercicio comparativo de lo que fue la participación popular durante la IV República y lo que ha sido a partir de la Revolución Bolivariana, es que las elecciones se hacían cada 5 años y ahora en tan solo 20 años (1999 – 2019) podemos contar con 25 elecciones con las del próximo 9D, pero la otra diferencia es que no sólo hay participación, sino que el pueblo es protagonistas. Que a través de los consejos comunales y comunas ha manifestado en la acción diaria el ejercicio participativo, protagónico y soberanamente democrático, que nos conduce hacia la construcción del Estado Comunal y por ende al Socialismo que no es otra cosa que sueño libertario de todo revolucionario. ¡LOS APATRIDAS Y GUARIMBEROS NO VOLVERAN!
HASTA LA PRÓXIMA ENTREGA.