Hace ya algunos años (2009), cuando esto tenía pinta y ganas de ser una revolución, se realizó un encuentro de intelectuales y en ese encuentro, muchos intelectuales venezolanos en compañías de otros, se atrevieron a decir algunas situaciones que ya comenzaban a flotar en el ambiente.

Hoy, si uno le pone atención a cómo el gobierno y los funcionarios reaccionan ante la crítica, nos parece una novedad. Nos da la impresión, que el gobierno hoy se ha vuelto hipersensible ante la crítica. No es así. La cerca con alambre de púa ya estaba tirándose y hoy ya el alambre es tecnológicamente más cortante.

Tomo el tema de los intelectuales tan confusamente tratado en Venezuela por dos razones. Una razón, que es la que proceso ahora, fue la cadena que ofreció Maduro el jueves 11-Oct en un evento que según entendí era un congreso obrero y donde la primera y segunda fila de ese congreso estaba cargada (léase abarrotada) con ministros, viceministro y funcionarios altos y medios. Lo menos que vi en esa reunión, fue a personas como cara de obreros. Por supuesto, no quería ver a Wilmer Castro Soteldo con sus zapatos llenos de bosta y las uñas negras por estar siempre en contacto con tierra fértil. No vi personas con caras de obreros porque parto de la idea, que los obreros hoy tienen cara de angustia y no tan relajadas como las que vi.

La otra razón se concreta en marcar que la sensibilidad ante una crítica se ha vuelto cada vez menos tolerante y los que reaccionan, no atinan a tomar aire y relajarse para responder. No ven por el espejo retrovisor.

Resulta que esta intolerancia se detiene en la forma y no en el fondo. Algún rojito le parece que uno es de derecha porque describe una situación con un término y por ahí vomitan su intolerancia.

Ya lo dije en mi anterior artículo, pero hoy lo reafirmo. Algunos rojitos se sonrojan porque uno usa la palabra poco acomodada académicamente. Resulta que esta cerca de púa que Maduro viene colocándole a los intelectuales venezolanos comenzó curiosamente con una primera púa: "habladores de paja". En el 2009 Maduro califico a los intelectuales que tenían un encuentro de habladores de paja. O sea, pajuos. En ese tiempo, Maduro era canciller y se vino con esto de "habladores de paja" porque hubo críticas, que de haber sido atendidas adecuadamente, otra podía ser la historia hoy.

Si recuerdan, una de las críticas más punzantes de ese encuentro fue lo de "hiperliderazgo" y vean en que se transformó este hiperliderazgo. Devino en una cooptación y luego en una vulgar imposición y el Maduro que se irritó por esa crítica termina hoy con su dedo llenando con nombres toda una estructura. Sabía lo que decía. Esta es una lamentable consecuencia de esta cerca con alambre de púa que maduro ha venido tirándole a los intelectuales.

En el encuentro con el congreso de "obrero", Maduro le volvió a tirar lo suyo a los intelectuales venezolanos y en esa carga, uso expresiones poco tolerantes. Dijo que era mejor estar con los obreros (¿?) y no con los intelectuales. En verdad ni lo uno ni lo otro. Maduro se está viendo tan inmaduro, que si traen un congreso de intelectuales importados, dice lo contrario.

Uso la frase congreso de intelectuales importados, porque deben haber notado, que los últimos "encuentros" de intelectuales que se han hecho prevalecen los juicios de intelectuales que traen y alojan en buenos hoteles y a cambio de eso le piden que hablen de algo. La cerca de púa que Maduro va tirándoles a los intelectuales, va convirtiendo los encuentros de intelectuales en una especie de teatro, enlatado o culebrón importado.

La cerca de púa está funcionando. Cada vez los intelectuales son menos necesarios porque son un peligro. No olviden que Maduro cita algunas veces a Gramsci.

Nota: Pueden verse los siguientes artículos:

1.- Yoelina Mendoza ¡Que inmadurez Maduro! https://www.aporrea.org/ideologia/a80242.html

2.- Vicente Emilio Sánchez. Los "pajúos" de Maduro https://www.aporrea.org/ideologia/a80262.html