De la Guerra Permanente a la Arrechera Permanente… A quién de veras le duele Venezuela!

  1. Cierto es que la derecha ha hecho un gran trabajo para tratar de destruirnos, un gran trabajo intentando de que volvamos a la era de los Betancourt, de los Caldera, CAP o Lusinchi, de modo que hoy nos han estado poniendo al borde del estado de guerra tal como se encuentra Siria, con enormes sectores de nuestra infraestructura en los servicios en deplorable estado (muchas de ellas en ruinas); con el pertinaz ataque de las guarimbas, con los inacabables sabotajes, apostando esa derecha todo el tiempo a que el país nos lo invadan y nos lo bloqueen; a que el precio del barril de petróleo se vaya al foso y a que las mil una plagas nos destrocen por los cuatro costados. Pero hay otro flanco por el que se nos está yendo el proceso, y es el de la indolencia de nosotros mismos los chavistas ante tantos desmanes, que vemos por doquier tragedias y desgracias de todos los calibres y a veces somos incapaces de mover un dedo para evitar el derrumbe de lo nuestro, o para al menos para procurar contribuir con nuestros esfuerzos a que no se extiendan ni se conviertan en males o tragedias incontrolables e irreparables.

  2. No señor!, camaradas, no quiere a Venezuela aquel que sólo sabe gritar, aquel que sólo se desgarra la garganta voceando consignas pero que no hace realmente algo contundente por el país en medio de esta guerra atroz; no ama a Venezuela quien no se busca un oficio en medio de este mar aciago de dificultades, quien no se entrega con fervor a un saber, al conocimiento de lo que pueda ser útil y necesario en esta hora dolorosa de acoso y ataques contra nosotros.

  3. No señor!, camaradas, no quiere a Venezuela aquel que sólo sabe aplaudir, que sólo sabe gesticular, seguir a ultranza órdenes sin dedicarse de lleno, con ahínco, al trabajo y al estudio y a demostrar con hechos que ama a la patria de Bolívar. No se puede salir de abajo sin concebir y delinear, producto del trabajo y de la investigación, un rumbo creativo de lucha y de resistencia propios, tal como lo hicieron Bolívar en su época, Fidel en Cuba, la China de Mao y en el Vietnam de Ho Chi Ming.

  4. Toda indolencia en esta hora escuece. Toda pérdida de tiempo ante lo que hay que hacer es capitulación y retroceso frente al enemigo. Por eso, cuando vemos que destruyen algo que es vital para el pueblo, para la resistencia y el combate, nos domina una incontenible arrechera y por eso en arrechera inmensa y permanente vivimos los que nos duele la patria.

  5. No es pregonarlo eso de que amamos a Venezuela y a su revolución bolivariana porque, sencillamente como lo decía Chávez, de qué vale sólo decir de los dientes para afuera: "Soy socialista", "soy revolucionario", "soy bolivariano", "soy chavista"... Y es por eso por lo que nos identificamos con la arrechera genuina y auténtica como la de Luigino Braci Roa, quien ante el mensaje por twitter de M/G Luis Motta Domínguez: "El parque (aeólico) fue completamente desvalijado, de los 12 aerogeneradores hay la posibilidad de recuperar de forma inmediata cuatro (4), con los otros se debe hacer una evaluación más profunda de los daños sufridos" Luigino responde: "Da mucha arrechera que esto haya pasado, pero enoja aún más que no haya ni un solo preso, ni un solo destituido, ni un solo responsable. Pareciera que "es normal" que destruyan lo que Chávez luchó tanto por hacer. Como si después de Chávez hubiera venido un gobierno adeco".

  6. Y uno ha visto andando por las calles promontorios de monte y de basura, ahogando de asco y miasmas a las comunidades, y allí la gente se las apaña para convivir con las ratas y con las moscas, y entonces, dónde está allí la revolución, dónde estás los revolucionarios que al parecer se van amoldando al mismo pasado de los adecos y copeyanos, aquellos que nos impusieron esa incuria y esa muerte durante cuarenta años. Casi nadie vemos mover un dedo ante esto y es una situación, que por ejemplo en Mérida, es tétrico y monstruoso.

  7. ¿Dónde entonces está el trabajo creativo del pueblo junto con sus dirigentes y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, su músculo, aquella idea de un solo cuerpo con sus dos potentes brazos, ¿dónde? Nosotros, por el largo sufrir de siglos, por las cadenas que aún nos desgarran, seguimos silentes y resignados a los males eternos que nos impusieron durante la Cuarta República. Los males se los seguimos dejando al estado, y seguimos pensando que nosotros en las comunidades seguimos estando inhabilitados para tomar decisiones propias y para dar la batalla en el campo que se nos presente, y esa es una de las razones principales por las cuales no hemos podido vencer en la guerra económica. Porque todo se lo hemos dejado al gobierno, y entonces viene el comerciante y con el mayor descaro te estafa, te roba, te humilla.

  8. De modo, que la condición natural de un revolucionario en esta dura etapa de lucha, debe ser el de la INCONFORMIDAD PERMANENTE, el de la ARRECHERA ante la indolencia y el crimen, ante la indiferencia de los entes oficiales, pero en ningún momento ponernos en plan de quejumbre, con mojigaterías o blandenguerías, sino exigiendo responsabilidades a la dirección del partido, al propio gobierno, y sino nosotros actuando para tomar el mando desde las bases populares antes de que las propias adversidades se tornen cruentas, fatales, severamente destructivas.

  9. Y hay tantos terrenos en los que los trabajadores, los líderes populares se pueden destacar y tomar parte en esta lucha, que debe ser de todo el pueblo como lo proclama el propio Presidente Nicolás Maduro. En el terreno de la espantosa especulación, de los permanentes cortes de luz, en la falta del gas, del agua, de la gasolina, de la carencia de alimentos y medicinas; el caos en los hospitales y CDI’s, etc.

  10. Camaradas, demostremos en cada tramo del país que realmente estamos en revolución. En cualquier espacio donde la indolencia muestre sus pelos y sus pezuñas, demostremos que estamos en combate y decididos a vencer, y que allí donde el enemigo pretenda crecer y hacerse imponente que reciba una respuesta contundente de valor y determinación de ir hasta las últimas consecuencias.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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