Ya el padre Luis Ugalde cumplió 80 años (siente cercana la muerte) y junto con el sesentón José Virtuoso (ContraVicioso, la misma cosa) procuran salvarnos, el primero con la Virgen de Los Siete Puñales (desde España) y el otro con la Virgen de la Coromoto, y así darle aliento a una oposición que para ellos ha entrado en la pudrición más absoluta.

Tanto Henrique Capriles como Leopoldo López se acercan a los 50 años; Henry Ramos Allup, más allá de los estragos del climatérico, y quien ahora a sus 75 años acaba de sufrir una semi-trombosis, ha llamado a sus colaboradores más cercanos y les ha dicho que quiere distribuir y disfrutar sus últimos años en calma un tiempo en Miami y otro Madrid, que ya hizo demasiado por el bien de la Venezuela honrada y moderna que propugnaba su querido maestro Rómulo Betancourt.

Julio Borges, ya a sus 50 años, multimillonario y con el estruendoso caso de haber asesinado un niño para luego buscar amparo en la política pidiendo asilo en Colombia, también sólo quiere disfrutar de sus abultados premios y bienes.

María Corina Machado a sus 52 años, en medio de los vaporones de la menopausia, se siente odiada por el 90 por ciento de todos esos poderosos jefes mafiosos de la oposición. Por su parte, Antonio Ledezma, a sus 64 años, también ha dicho que se merece un descanso y un retiro luego de 48 años dedicado a la lucha por la libertad de su gente, y que él se siente infamado por los inventos contra su yerno y su hija, acusados de ladrones e insuflados por sus enemigos dentro de la oposición.

Ugalde y Virtuoso llamaron a Ramón Guillermo Aveledo (éste ya trinchando los 70 años) y le imploraron recogiese los desperdigados hígados de los adecos y copeyanos de siempre, para hacer un nuevo coctel con bastante cocuy tintorero y brandy Cardenal Mendoza, llamado "¡Venezuela, libre! ¡Venezuela, libre!". Se trata de otro intento reunir a los desesperados mercaderes de la política y llamar un fulano Congreso Venezuela Libre, a decir de ellos mismo "el enésimo intento de unidad en la fragmentada y golpeada oposición venezolana".

Con un rosario en la mano y la Virgen de los Siete Puñales por un lado y de la Coromoto por el otro, Ugalde y Virtuoso le han dicho a los opositores: "Ustedes tienen que decirle a Venezuela que no todo está muerto. Venezuela necesita renacer nuevamente, basta de la ruina y del hundimiento del país".

En España dicen que el padre Luis Ugalde es una de las voces más preclaras de Venezuela, y que con su llamado y sus buenos oficios de seguro que conseguirá algo parecido a un milagro.

Los franquistas y requetés de Ugalde y Virtuoso sostienen que el 90% de los venezolanos piensa que Venezuela no es libre y que eso ha sembrado una sensación de impotencia y resignación acerca de que el Gobierno va a perpetuarse. Que el Congreso que ellos están bendiciendo debe marcar el inicio de una etapa de reunificación de todas las fuerzas democráticas dispuestas a enfrentar a la dictadura para superar la crisis humanitaria que azota a los venezolanos..., conquistar la libertad y, en lo adelante, evitar que el populismo y el autoritarismo lo pongan en riesgo. Que ellos esta vez sí ven bien clarito una ruta común y unitaria para la transición.

Para este par de expertos en promocionar por atavismo guerras civiles hay una fecha clave, el 10 de enero, cuando acaba el actual periodo presidencial de Nicolás Maduro. Sostienen este par de hijos de José Antonio Primo de Rivera y Francisco Franco que buena parte del país, que 14 naciones de la región, EEUU, Canadá, Australia, Japón y la Unión Europea no han reconocido las elecciones presidenciales de mayo, por lo que en el nuevo mandato que se abre ese día "desaparece por completo cualquier vestigio de legitimidad de un dictador totalitario".

Es decir, que para ellos la guerra civil que se avecina despejará el camino a seguir: muerte y desolación, hambre y maldición en la tierra de Bolívar. Añaden este par de demonios: "La clave de lo que viene desde hoy en la oposición es cómo se organizará para dar cauce al creciente malestar social del pueblo venezolano, que no puede ser otro que guerra fratricida lamentablemente…. La oposición está virtualmente desintegrada del tal forma que ya se puede hablar de oposiciones balcanizadas, si no aceptan nuestros consejos. Sólo una guerra salvará a Venezuela…".