I
Venezuela avanzó al siglo XXI con tres difíciles problemas: Uno estructural y dos coyunturales. El estructural es la miseria extrema en la que sobrevive la gran mayoría de los venezolanos. Los coyunturales son la corrupción y la desintegración de la administración de justicia. Entre la pobreza, la corrupción y el control del poder judicial por las oligarquías dominantes, existe un cordón umbilical tendido técnicamente por los partidos políticos y las instituciones representativas del Estado: “la familia ha sufrido este impacto desintegrador. Más del 60 % de los venezolanos son hijos ilegítimos y sólo un 10 % han sido reconocidos legalmente. Entre 1941 y 1962 las madres menores de veinte años aumentaron en un 42 %, los menores abandonados de 133 mil a 200 mil. En 1950 en ranchos de una o dos habitaciones vivían 156 mil grupos familiares y en 1961 esta cifra había llegado a 433 mil” (1); “unas 700.000 personas, es decir, cerca de la tercera parte de la población de Caracas, habitan en los casi 100 mil ranchos que bordean el Valle de Caracas” (2).
En su deslealtad histórica en contra de Venezuela, los partidos políticos tradicionales, los medios de comunicación impresos y radioeléctricos y la iglesia; coronaron las vicisitudes de nuestro pueblo con el apoyo de la represión, los procesos reaccionarios de ajustes y la privatización económica. Los errores de juicio y de valor que ofuscan el sistema judicial se derivan de las siniestras posiciones ideológicas y políticas de grupos monopolistas. Rehacerlos para rehacer el sistema de justicia y el Derecho Normativo es un reto y una premisa revolucionaria sobre la cual podría erradicarse la corrupción; y con ella la impunidad, la delincuencia del Gobierno, y la delincuente saña social que mantienen la iglesia y los medios de comunicación impresos y radioeléctricos que operan como oposición: “La irresponsabilidad paterna es espeluznante. Se ha calculado que cerca del 80 % de los menores con trastornos de conducta – entre los cuales una buena parte serán inevitablemente delincuentes adultos de algún tipo – son hijos abandonados por el padre o miembros de familias disociadas” (3); “Venezuela ocupa el segundo lugar mundial en la incidencia de divorcios” (4); “entre 1950 y 1960 la duración promedio del matrimonio en Venezuela no llegó a los diez años. Los matrimonios procreados en 1950,1954 y 1956 habían procreado ya un buen número de hijos de los cuales 3.066 eran, para el momento del divorcio, menores edad” (5); “los más altos índices de nacimientos ilegítimos ocurren entre los grupos de edades de madres menores de 15 años y en el grupo de 15 y 19 años, con 64 y 53 % respectivamente; en cambio el promedio de ilegitimidad para el resto de las edades fue de 43 % en 1969” (6).
¿Cabe preguntarse que hicieron la iglesia, los medios de comunicación y los partidos políticos para combatir estas realidades?
Una muestra de las tácticas aplicadas a los electores, por la oposición representada por Manuel Rosales, es el ocultamiento de la realidad y los desequilibrios producidos por los gobiernos de la llamada democracia representativa. Ocultar como ocultan los treinta asesinatos semanales que ocurrían en la región capital y el asalto a la renta nacional protagonizada por los partidos Acción Democrática y COPEI, devela la peligrosa convivencia con factores que practican el fascismo democrático: “en menos de treinta años la Venezuela rural se ha convertido en una Venezuela urbana, cuya riqueza natural es el petróleo y cuyos ingresos dependen exageradamente de esta importantísima fuente de energía. Hacia las capitales de Estado y hacia Caracas han migrado sin control ni planificación grandes masas campesinas. De un 65,3% de la población rural en 1936 se ha pasado a un escaso 28%. Casi las tres cuartas partes de la población habita zonas urbanas y hubo un flujo migratorio interestatal de cerca de dos millones de personas en 1972” (7); “la nación ha pasado de un sistema económico pastoril, en forma brusca e inesperada a un sistema caótico en donde son agudos los problemas de vivienda, de empleo, educación, comportamiento y relación interpersonal, que tiene mayor vigencia en las zonas marginales de la ciudad en donde se prohíja el vicio, la delincuencia, la prostituciòn y la violencia. Un agudo problema socioeconómico que se debilita a medida que pasa el tiempo por una mala administración, producto de una casi nula planificación y de una productividad bajísima en el trabajo” (8).
II
Venevisión, presentó hace trece años un unitario en horario estelar, Se trataba del secuestro de un avión por un par de “aeropiratas” aficionados. Como era de esperar, el
dúo terminó muerto con las botas puestas y sin la consideración de los derechos humanos.
En este irresponsable mensaje, la muerte es tutelada como parte de la cultura del miedo y el sistema del curso intermedio de la represión; sistemática de torturadores, grupos de exterminio, falsificadores de los protocolos operativos y la complicidad de los partidos políticos que gobernaron Venezuela entre el 23 de enero de 1958 y la ascensión de Hugo Rafael Chávez como Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela.
Este mensaje destinado al movimiento revolucionario de aquel entonces fue asegurado años antes; cuando se ilegalizó el Partido Comunista de Venezuela. Fue así que la represión, las desapariciones forzosas y los genocidios, sistematizaron la cultura de la muerte y el miedo: esta etapa comprende el diseño de un unitario donde se manifiesta la alteración de los roles del ejercicio policial, En el mismo se vende a Henry López Sisco y su comando de asesinos como buenos muchachos. Para quienes, los modelos de comportamiento que siguen en sus acciones, están más allá de cualquier duda o discusión posible entre el bien y el mal.
La planta privada de televisión (Venevisión) responsable del programa, desarrolla la actuación del grupo de comando, imponiendo el control externo a través de testimonios reales. Técnica de coerción utilizada para suprimir cualesquier interpretación, contraria a la manufacturada, ex – profeso, por la planta de televisión que justifica la muerte de los secuestradores. Es prudente aclarar, que en la ejecución de la operación de comando, sólo, se comercializa como necesaria la opción de matar. Eso quiere decir que jamás se manifiesta ninguna otra salida que no sea la muerte a tiros de los secuestradores.
Convertir en una norma el protagonismo de los escuadrones de la muerte; representando situaciones que comprenden la venta de un asesino como Henry López Sisco y su paramilitar agrupación, pervirtió el sentido democrático de los partidos políticos que hoy representan la oposición en Venezuela. Deducir que López Sisco y sus sicarios son personajes ejemplares. Sin aclarar ni cuestionar las matanzas de Cantaura, Yumare y El Amparo es una locura de las muchas que representa el malhechor de Manuel Rosales.
Un programa de televisión es el resultado de variados principios: un guión bien estructurado, centrado en el fortalecimiento de la vocación que aprecia los elementos artísticos de una puesta. Donde la técnica existe en armonía con la unidad de las fuerzas de la creación ética y moral, legitimada por el estado de Derecho para regular la mentira y el fraude de los medios de comunicación impresos y radioeléctricos.
La autoridad del Estado reemplazada por la autoridad ejercida por los grupos económicos y políticos de oposición, no permite la salud mental de los disociados de la oposición. Este desvarío, institucionalizó los medios de comunicación impresos y radioeléctricos como dueños de la verdad que encubre la mentira y el fraude. Ejemplo de ello es la exaltación de la muerte, en el unitario del avión desviado a la isla de Aruba y los videos diseñados como elementos de guerra sicológica por RCTV en la actualidad electoral.
Desde hace días un canal de televisión transmite “videos de despersonalización ciudadana”, fabricados con destacados conocimientos y experiencia en el campo de la guerra sicológica. En ellos se adelanta el plan de desestabilización y desarticulación del Proceso Bolivariano. Estos videos representan la parte primaria que organiza la represión, la tortura y el aniquilamiento físico de la militancia revolucionaria.
La oposición de la Revolución Bolivariana en pleno, yace inerte ante el mandato multitudinario de legitimar la ley y el Estado de Derecho. El Estado ha permitido la creación de partidos políticos, ONG’S y fundaciones que operan como medios de difusión. También se han permitido aparatos policiales paralelos que practican la sedición, la extorsión, el espionaje, el narcotráfico y la pena de muerte; como expresión totalitaria del desconocimiento del Estado y el reconocimiento de valores socioculturales publicitados por la iglesia, los medios de comunicación radioeléctricos y la oposición tutelada por el imperialismo yankee.
Los videos manufacturados para RCTV utilizan señales sicológicas y sociales contrarias al ordenamiento legal. Hacen llamadas al desconocimiento de las leyes normativas y a la rebelión civil.
¿Acaso algunos grupos económicos y políticos, se entusiasman con la idea de vender exterminadores que supriman la ley para ejecutarla en base a sus propios intereses?
¿Será esto que presenciamos el anticipo de una guerra por el control del Estado o simplemente asistimos a la comercialización de un largo y sanguinario funeral?
III
Tratar de resumir el contenido de los videos de RCTV como proyecto referido a la dominación y el control del subconsciente es consecuencia inevitable del abuso de poder y la constitución de los medios de comunicación como partidos políticos de oposición.
Esta inevitabilidad no es, para los medios de comunicación impresos y radioeléctricos, de ningún modo, una transición inminente o circunstancial. Es sólo el resultado de la integración de la aristocracia comunicacional a la estructura ideológica cristiana. Creada sobre las bases programáticas de una estructura proselitista capaz de transformar a la ciudadanía en fanáticos de oposición y militantes del extremismo.
Esta alianza representa la reconciliación de los conflictos de las contradicciones entre el imperialismo y la Revolución Bolivariana. Mantenida y financiada, mediante una intervención preventiva, desde el fracaso del golpe de Estado del 11 de abril de 2001. Como lo demuestran las declaraciones del ex Cardenal Rosalio Castillo Lara: “Estimo absolutamente necesario, para concluir, que amemos realmente a nuestra patria y que ese día, vayamos todos a votar y a defender nuestro voto. Es demasiado precioso lo que está en juego. Si estamos decididos a no dejarnos robar el voto, hemos de permanecer vigilantes para evitar el fraude y descubrirlo en caso de que intenten hacerlo. Quisiera invitarles a que todos le pidiéramos a María Auxiliadora de los cristianos que proteja y salve a Venezuela. Ella a salvado a la Cristiandad en momentos cruciales, como en Lepanto y más tarde en Viena”.
El oposicionismo de los videos manipulados por RCTV, representan la evangelización de la opinión pública adentro y fuera de Venezuela, lo cual constituye una franca violación de las leyes normativas y la actividad comercial de los medios de comunicación radioeléctricos: manipulación del electorado y su transformación en creyentes; ley jerárquica de la subordinación del inferior (Estado – nación) al superior (Dios, jerarquía cristiana de oposición); sólo Dios puede unificar todos los elementos sociales, económicos y políticos en una entidad ordenada para que los cristianos se sumen a las acciones políticas de la oposición.
(1) Barrera Moncada; G., y col. “Estado actual de los problemas en la adolescencia”, Mesa Redonda, 1er Congreso Venezolano de Medicina Interna, 1974,
(2) Gómez Grillo, E., “La delincuencia en Venezuela”, colección científica Monte Ávila, Caracas, 1973.
(3) Barrera Moncada, G., Op. Cit.
(4) Ibidem.
(5) Ibidem.
(6) Estratificación social Y familia, Estudio de Caracas UCV. “Hipótesis III”, Caracas 1970.
(7) Gómez Grillo, E., “La delincuencia en Venezuela”, colección científica Monte Ávila, Caracas, 1973.
(8) Valarino Fernando, “El Mito de Orestes”, Editorial Medica Venezolana, 1975
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