Raíces del Gran Mariscal Antonio José de Sucre

Febrero en la historia heróica de Venezuela (II)

En esta ocasión me permito hacer una recopilación histórica de la obra libertaria de uno de los más connotados héroes venezolanos, por su grandeza y su dedicación patriótica, su fidelidad a toda prueba, su honestidad y su consagración al servicio integro por la libertad, la independencia, la dignidad y la paz de los pueblos de la Patria Grande que Simón Bolívar creó en Angostura el 15 de febrero de 1819. Es el joven patriota, Antonio José de Sucre Alcalá, nacido de una familia notable de tradición militarista, en Cumaná, tierra noble de los aguerridos Cumanagotos, el 3 de febrero de 1775, su padre: Vicente Sucre Urbaneja, nacido en Cumaná el 23 de julio de 1761 muere en 1824, fue un político y militar, español; Teniente Coronel al servicio de la corona española, que luego apoyó la causa emancipadora, ejemplo que siguió su hijo el joven Antonio José. El padre de este héroe mártir de la libertad, es hijo del coronel cubano Antonio Mauricio Sucre Pardo y Trelles y de la cumanesa Josefa Margarita García de Urbaneja Sánchez de Torres.

La familia Sucre remonta su ascendencia hasta Juan Sucre, quien vivió en el siglo XV, al servicio de la Casa Soberana de Borgoña, de Carlos Adrián de Sucre, marqués de Preux, y nieto de Carlos Francisco de Sucre Garrido y Pardo, gobernador de Cartagena de Indias y capitán general de Cuba. Doña María Manuela Alcalá, quien es la madre de José Antonio, nació en Cumaná, el 21 de marzo de 1761, y murió en esa misma ciudad, el 12 de julio de 1802. Fueron sus progenitores, don Pedro de Alcalá y Rendón Sarmiento, y doña Juana Jerónima Sánchez Ramírez de Arellano y Vallenilla, provenientes de familias fundadoras de la ciudad de Cumaná.

El Mariscal Antonio José de Sucre tuvo un núcleo familiar de tres hermanas y cinco hermanos cuyos nombres son: José María, María Agua Santa, María Josefa, José Jerónimo, Vicente, Pedro José, Francisco y Magdalena, de esta gran familia de hermanos dieron su vida en sacrificio ante el sanguinario José Tomás Boves: Vicente fue asesinado, lanceado por Boves en su lecho de enfermo en 1814; y Magdalena muere a los 14 años, violada en Cumaná por las tropas de Boves; su madrastra Narcisa Márquez se suicidó ese mismo día lanzándose de un balcón para escapar de los asesinos, esta tragedia ocurre cuando Boves saqueó Cumaná tras la batalla de El Salado, el 16 de octubre de 1814; Pedro fue hecho prisionero en la segunda batalla de La Puerta y fusilado en la Victoria , el 15 de junio de 1814 y Francisco fue encarcelado en Cariaco por el general Canterac y pasado por las armas.

De esa estirpe familiar proceden las raíces del árbol genealógico de este preclaro prócer venezolano que recorrió el territorio de la Patria Grande liberando pueblos y construyendo republicas, todo lo contrario a los que hoy hacen los que dicen que defienden a Venezuela en forma injerencista, como lo hace en estos momentos el Gobierno de los Estados Unidos y gobiernos satélites del autollamado grupo de lima y la Unión Europea, que lo que pretendes es recolonizar la patria grande y robarse nuestras riquezas, por lo que estamos en momentos críticos, donde debemos emular los ejemplos inmarcesibles y preclaros, de libertad, de justicia y paz, de los grandes héroes que ha parido la Patria Venezolana.

El Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, era huérfano de madre desde los siete años, y se ocupó de sus estudios su tío José Manuel. Al finalizar sus primeros estudios en la escuela fundada por su tía, María de Alcalá, en Cumaná, muy joven se traslada a Caracas, donde ingresa en la Escuela de Ingenieros, del coronel español Tomás Mires. Como militar se formó en los valores de orden, disciplina y autoridad, al tiempo que realizaba estudios de matemáticas, agrimensura, fortificación y artillería

Se destacó como el militar y diplomático más aguerrido en el periodo de lucha por la independencia de Colombia y gracias a su experimentado arte de la guerra, se le permitió llevar el pendón de la Independencia de varias naciones Latinoamericanas lo cual supo enarbolar con dignidad y gallardía, con estricto apego a la disciplina y la lealtad, demostrando sus dotes de gran patriota libertario y republicano.

A los quince años se alista en el ejército patriota como alférez de ingenieros y participa en la campaña de Francisco de Miranda en los años 1811 y 1812, siendo ascendido a Teniente. Luego de la derrota de la campaña libertadora y la capitulación de San Mateo, se refugió en la isla de Trinidad, donde comenzó relacionarse con el prócer Santiago Mariño. Cuando los generales Mariño, Piar, Bermúdez y Valdés emprendieron la reconquista de la patria en el año 1813, el joven Sucre los acompaño en la más atrevida y temeraria empresa, según reseña la historia que apenas un puñado de valientes que no pasaban e cien, intentaron y lograron la libertad de tres provincias. Distinguiéndose por la infatigable actividad, y valor. En los campos de batalla de Maturín y Cumaná se destacó por su audacia, rompiendo las filas enemigas, destrozando al ejército enemigo. Era uno de los soldados que se distinguía entre estos valerosos héroes.

En 1814, como Edecán del General Mariño, asistió a la unión de las fuerzas del Oriente con las de Occidente en los valles de Aragua, pero al ser derrotado el Ejército en Aragua y Urica, se refugia en las Antillas. A su regreso a Venezuela en el 1815, participa en la conquista de Cartagena de Indias, y de allí pasa a combatir en Guayana y el Orinoco. Un año después es nombrado por Mariño como Jefe de su Estado Mayor con el rango de coronel y Comandante de la Provincia de Cumaná. El general Sucre sirvió al Estado Mayor General el Ejército de Oriente desde 1814 hasta 1817, siempre con aquel celo y espíritu humanitario.

El 17 de septiembre de 1817, Antonio José de Sucre fue designado por Simón Bolívar como Gobernador de la Antigua Guayana y Comandante General del Bajo Orinoco. Un mes después es nombrado Jefe de Estado Mayor de la División de la Provincia de Cumaná, bajo las órdenes del prócer General José Francisco Bermúdez.

Según O’ Leary, Bolívar y Sucre se encontraron en 1819, en el Orinoco, cerca de Achaguas, luego en San Juan de Payara, el Libertador le confirma su ascenso a General de Brigada el 16 de febrero de 1819 y lo envía a las Antillas a buscar armamento para la Guerra de la Independencia. En este mismo año 1819, Sucre es elegido diputado al Congreso de Angostura, En noviembre de 1820 es nombrado delegado de Colombia para concertar los Tratados de Trujillo sobre armisticio y regularización de la guerra. El 11 de enero de 1821 fue nombrado en Bogotá como Comandante del Ejército del Sur y por órdenes de Simón Bolívar inicia las campañas de liberación del Sur. En 1821 el Libertador lo nombra Intendente del Departamento de Quito, luego Bolívar lo nombra Diplomático para que vaya a Lima, Perú, para conversar con las autoridades de ese país, donde todo era un caos. Sucre se ganó su amistad, respeto hacia el Libertador y se destacó siempre por sus facultades militares y su elevado sentido de la moral, demostrando la más férrea e inquebrantable lealtad hacia Bolívar y su compromiso libertario con Colombia, la Patria Grande, creada por Bolívar en Angostura en 1819.

El Libertador califica al general Antonio José de Sucre como magnánimo ya que todas las ordenes que él le dictó, las cumplió cabalmente, desde el encargo de comprar armas en la Antillas para la guerra de la independencia, hasta haberle dado el mando para que fuese el General en Jefe en la Batalla de Ayacucho, por habérselo impedido el Congreso Colombiano por ser presidente de Colombia, (o sea por maniobras macabras y divisionistas del Vicepresidente Francisco de Paula Santander); Sucre fue el redactor del documento contentivo del Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra, que se realizó los días 25 al 26 de noviembre de 1820 en Santa Ana de Trujillo. Por lo que Sucre le escribió al Libertador y le dice: "El tratado de regularización de la Guerra lo propondremos hoy, tan generoso, liberal como Vd. desea". No obstante, Bolívar una vez de haberlo leído y firmado dijo: "Este tratado es digno de la benignidad y clemencia del alma de Sucre".

Bolívar y Sucre estuvieron juntos en la Batalla de Junín (4 de agosto de 1824) Sucre era sereno, organizador que superaba los obstáculos y apartaba el peligro para lograr la victoria. Desde la primera batalla en el año 1813 hasta la última de la independencia de Sur América: AYACUCHO el 9 de diciembre de 1824, su nombre apareció en primer término.

El general Sucre no estuvo presente en esta batalla, de Carabobo pero fue él, quien la planificó, como gran estratega militar plasmó el Plan para la Batalla de Carabobo, porque él conformaba el Alto Mando del Libertador, quien les ordenó a sus oficiales, de su Alto Mando, hacer los planes para la campaña de 1821, que terminaría con la batalla en el Campo de Carabobo.

Según Lino Duarte Level, en su "Historia Patria" escribe: "Sucre trazó magistralmente la campaña de 1821. Bolívar la ejecutó con precisión militar. Para aquel la gloria de la concepción y del genio, para éste lo honores del triunfo; para Páez los laureles de la victoria; para –Cedeño y Plaza las palmas del martirio"

Bolívar y Sucre emprendieron su viaje a Bogotá desde San Antonio del Táchira después de diciembre de 1820 se fueron vía Cúcuta, Pamplona, Soata, Sátiva y Tunja. Llegaron a Bogotá el 5 de enero de 1821. Allí el Libertador le confirmó a Sucre el mando del Ejército del Sur, el 11 del mismo mes del año. Fue en busca del ejército colombiano que se le había encomendado mandar.

Bolívar regresó a Venezuela para la batalla de Carabobo. Sucre no lo hizo sino hasta el 14 de abril de 1830, cuando intentó llegar a Valencia, donde estaba Páez, para tratar de disuadirlo de que no separase a Venezuela de Colombia fue detenido en La Grita, de allí no pasó y regresó a Cúcuta donde le escribió una carta a Bolívar, el 6 de abril de 1830, diciéndole que "Veía delante de nosotros todos los peligros y todos los males de pasiones exaltadas, y que la ambición y las venganzas van a desplegar toda su fuerza". La desmembración de Colombia era inevitable. El 15 de abril de 1830, le escribe: "No quiero firmar la disolución de Colombia".

El Mariscal Antonio José de Sucre ha de ser un ejemplo elemental para las generaciones de hoy comprometidas con el futuro de la Patria Grande, tomemos su ejemplo y emulemos su carácter del joven luchó por la independencia de su gran patria, que nunca le tuvo rencor a nadie, ni fue vengativo. El general Canterac pasó por las armas a su hermano Francisco, en Cariaco en 1818, y cuando Sucre lo vence en Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, lo apresa pero no lo fusiló. Fue disciplinado y honrado cumplió a cabalidad las ordenes de sus superiores, aunque no estuviese de acuerdo con ellas; se ocupó de beneficiar a los más pobres, hizo énfasis en la protección de los indígenas; sus tropas lo llamaron "El general de los soldados," debido el equilibrado trato que les dio a sus tropas, sin dejar de imponer su disciplina; se destacó por su trato y excelentes modales, nunca levantaba su voz pero se hacía obedecer; la honradez y la rendición de cuentas fue una de sus peculiares características; repudiaba la calumnia; destacado en la mediación y la diplomacia; gran estratega militar la historia, entre sus batallas solo registra una perdida, la batalla, la de Guachi, el 18 de septiembre de 1821; combatía con arrojo y coraje en el campo de batalla; leal a Bolívar y a la Patria. EJEMPLOS DIGNOS A SEGUIR EN ESTOS MOMENTOS EN QUE LA PATRIA NECESITA QUE LOS VENEZOLANOS NOS REFLEJEMOS EN LOS GRANDES HÉROES A LOS QUE LE DEBEMOS LA PATRIA.

En la hoja de vida de Sucre podemos darnos cuenta que ocupó todos los cargos civiles habidos durante su vida, y los militares también, es así como civil fue: secretario de los principales jefes de la insurrección oriental de Venezuela que refugiaron en la isla de Trinidad, para no ser asesinados por los realistas comandados por el sanguinario José Tomás Boves.

Sucre como militar tuvo sus grandes logros al Sur de América, allí liberó a Ecuador de los españoles en la Batalla de Pichincha, el 24 de mayo de 1822 y obtuvo su más apoteósico triunfo el 9 de diciembre de 1824 derrotando en Ayacucho el ejército español de 10.000 soldados comandado por el Virrey La Serna que habían vencido 14 años en la República del Perú. Con esta victoria se selló la libertad de Sur América, solo queda un pequeño grupo de combatientes en el Alto Perú que también fue derrotado por las tropas del Gran Mariscal de Ayacucho.

¡¡¡NO A LA INTERVENCIÓN EXTRANJERA!!!

¡¡¡NO AL IMPERIALISMO INSOLENTE DE ESTADOS UNIDOS… NI DEL GRUPO DE LIMA… NI DE LA UNIÓN EUROPEA!!!

¡VENEZUELA ES UNA PATRIA LIBRE!

¡VENCEREMOS!



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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

 reinaldoc06@gmail.com

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