- "A Venezuela no se le debe dar un segundo de paz ni de tranquilidad", ha decidido el Departamento de Estado gringo, en medio de una acción militar fulminante que están preparando. El pánico permanente provoca un terrible desgaste en todos los niveles de la vida nacional. El pánico permanente impide que el gobierno se centre en el tema de la recuperación económica, por ejemplo. El pánico permanente incide vigorosamente en el deterioro de la infraestructura del Estado, en el sofocamiento social, la desesperanza, la frustración y en alimentar un penoso caos generalizado en todos los niveles de la vida del pueblo. En esencia, el pánico permanente persigue sobre todo la desmoralización de la población en el instante mismo en que se proceda a un ataque fulminante "con el menor coste posible para las fuerzas de la libertad".
- Todas las baterías de los voceros de Estados Unidos en el mundo, con todos sus medios poderosos, con todos los gobernantes más notables del mundo occidental, día tras día, minuto tras minuto están afincándose en términos agresivos, alarmistas y belicosos creando la matriz mediática para luego proceder al fulminante ataque, que impida una vigorosa respuesta nuestra. En eso están concentrados todos los estrategas gringos: UN ATAQUE FULMINANTE QUE IMPIDA UNA INMEDIATA REACCIÓN NUESTRA, DE MODO QUE NOS NEUTRALICEN Y A LA VEZ QUEDEN INMUNES (E IMPUNES), Y PROTEGIDOS, COLOMBIA Y BRASIL, SU MEJORES Y MÁS FIRMES ALIADOS. Es por ello, por lo que en el PÁNICO PERMANENTE la diarrea de las sanciones que cada día cocina la Casa Blanca juegan un papel tan importante a favor del CAOS. Es así como no cesan y estallan con furia sus ataques, amenazándonos con dejarnos sin poder vender nuestro oro o nuestro petróleo, sin la posibilidad de comprar comida o medicina.
- Es así como en la agenda de la Casa Blanca se tiene implementada todo un plan de acoso y de perturbación de la vida nacional en todos nuestros niveles. Es un monitoreo permanente de lo que se dice contra nosotros desde la Unión Europea; lo que se les ordena repetir a los presidente latinoamericanos: Bolsonaro, Duque, Piñera, Varela, Vizcarra, Moreno, Macri, Benitez,…
- Bolsonaro va a Washington y el tema es Venezuela, va a Chile y el tema es Venezuela, siempre poniendo énfasis en la coordinación de un frente de varios países latinoamericanos con Colombia al frente, con los cuales se pueda emprender una acción militar fulminante y que nos deje sin respuesta...
- El grupo de Colombia pregunta a los gringos cuánto puede perder y cómo resarciría sus pérdidas luego, en un programa de "reconstrucción" de Venezuela. Brasil saca cuentas de lo que podría obtener junto con Guyana, interviniendo por la zona del amazonas. Se piensa en un ataque sorpresivo que no le pueda dar posibilidad a nuestras fuerzas armadas de poner en funcionamiento su poder de respuesta.
- Y al tiempo que nos montan en ese potro de tortura de cada día, el de los bloqueos y las sanciones, corren por otro lado las reiteradas amenazas, INSISTO, de una intervención militar. En verdad, que han probado casi todos los terrenos del terrorismo contra nosotros; han hecho lo imposible con el apoyo de la Unión Europea por provocar una guerra civil entre nosotros propiciando paros petroleros, guerra económica, guarimbas, ataques cibernéticos al sistema eléctrico nacional, a la vez que meternos a empellones y con "caballos de Troya" una monstruosa "ayuda humanitaria" (del tipo con la que destrozaron a Libia o a Nicaragua), y nada de eso con nosotros les ha funcionado. Pero les queda el recurso del PÁNICO PERMANENTE.
- Al lado del títere del Trump, nos meten mercenarios siempre con el propósito de ver si asesinan al presidente Maduro. Ese llamado reciente del grupo de Guaidó de llegar hasta Miraflores está en conexión con ese último grupo de terroristas descubiertos y comandados por Roberto Marrero, el jefe de despacho del "interino".
- Si de algo saben los gringos es jamás cejar en su práctica del terrorismo, su mejor arma para atacar vesánicamente a sus enemigos. Ahí está, por ejemplo, esa espantosa guerra de Vietnam en la que todos los informes del secretario de Defensa Robert McNamara indicaban que Estados Unidos la tenía perdida, y sin embargo ocultaron toda realidad a su pueblo. La guerra continuó sin control, cobrando cientos de vidas cada día, porque la guerra es el mejor negocio que en el siglo veinte inventó el capitalismo.
- Si algo conocemos los venezolanos es lo que tiene que ver con la guerra sicológica. Esta guerra lleva ya veinte años sin pausa, y quizá dure veinte o cuarenta años más. Desde todos los ángulos declara contra Venezuela el mundo entero arrodillado hoy al imperio estadounidense. Todos y cada uno de nuestros enemigos pendiente de si le tocan un pelo al mequetrefe de Juan Guaidó.
- Hace dos días el senador Marco Rubio publicó en su twitter que venían días muy duros para nosotros. Cada vez que el canalla de Luis Almagro, presidente de la OEA, abre la boca es para anunciar alguna condena contra Venezuela. Doña Michelle Bachelet lanza su bazofia de informe contra el país fundamentado en las propias mentiras que inventan los poderosos medios de comunicación. Qué más…
