Mr. Trump tengo la certeza que una persona como usted, preocupado solo por hacer dinero, no tuvo tiempo de revisar los libros de historia y por esto me veo obligado recordarle ciertos aspectos vinculados con su trabajo. Esas lecturas demuestran que los vetustos imperios tienen varios los elementos comunes, una de estas, la intención de eternizarse en el ejercicio del poder en los países sojuzgados; además, el designio de ampliar la frontera y el mandato omnímodo hasta donde pudiera alcanzar su poder militar; la necesidad de controlar las rutas comerciales, tanto en el área terrestre como marítimas; el interés de imponer un modelo cultural y erradicar el de los países sometidos; sustraer las riquezas de los países esclavizados; imponer monopolios comerciales, exigir por la fuerza la obediencia al emperador; aplicar políticas basadas en el terror una vez establecido su gobierno en los países dominados, del mismo modo, asesinar a todo aquel que se opusiera a sus propósitos. A manera de recordatorio Mr. Trump, también es cierto que ningún imperio, como el romano, el griego, el otomano, el mongol, el japonés, el español, el portugués, el inglés, el francés, el inca, el belga, el azteca, entre tantos, fueron eternos, siempre hubo una u otra razón para que desapareciera aquella mano férrea avasalladora de los pueblos.
Entiendo perfectamente que existe un nuevo modelo imperial, no del tipo personal, como en los tiempos de César, Gengis Khan, Napoleón, Fernando VI, los papas del Vaticano, Leopoldo I y II, entre tantos que le hicieron la vida imposible a sus vasallos, modernamente se aplica del modelo del tipo corporativo. Usted, Mr. Trump y los presidentes que lo antecedieron en la presidencia representan las grandes corporaciones industriales, financieras y del complejo multinacional de fabricantes de armas, que son las que en realidad gobiernan EEUU. Es decir, actualmente Ud. es el testaferro de avaras corporaciones capitalistas que aspiran a dominar el mundo, bien mediante el uso de la fuerza militar o a través de chantajes financieros.
Mr. Trump, quizás Ud. no lo recuerde o desconozca, el caso del gobernante del imperio persa, tal como Darío. Este asumía el título de "rey de reyes", similar al dios cristiano, en el entendido de que el gran emperador ejercía el poder por encima de todos los sátrapas que reinaban las tierras conquistadas. Actualmente no hay aquellas satrapías cuyos gobernantes geneuflexos (sátrapas) tenían que rendirles honores al gran emperador, hoy existen presidentes y primeros ministros regados por América, Europa, Asia y África quienes ejercen su mandato sometidos al presidente de EEUU de turno.
Mr. Trump, reconozco su necesidad de ampliar la "doctrina Monroe", que reza "América para los americanos", pero como la referida a Ud. le quedó chiquita, en lo que resta de su mandato deberemos reconocer una nueva: el "mundo para los americanos". Esta es consecuencia de la presencia de EEUU en todas partes del planeta a través de sus más de mil bases militares en innumerables territorios del globo y de los portaviones regados en múltiples mares. Una forma moderna del poder imperial. Parece que esto le da derecho a elaborar bulas y leyes de carácter universal, tal como la hacían los papas para el mundo cristiano antiguo. Tales códigos elaborados por el gobierno de EEUU, por mandato de las avaras corporaciones industriales y financieras, le otorga una patente para ejercer un domino sobre el océano índico, el mar de la China, el mar Caribe, el mar Mediterráneo, el Golfo Pérsico y todo lugar donde las grandes corporaciones conozca de la existencia de riquezas. El propio policía ecuménico,
Mr. Trump recuerdo que su antecesor Obama afirmó que la historia no sirve para un carajo y de seguro, a pesar que Ud. es republicano, está de acuerdo con su colega demócrata. Para qué le van enseñar a los jóvenes norteamericanos las sangrienta y miles de matanzas de las cuales son responsables los diverso gobiernos de EEUU, tanto republicanos como demócratas. Evidentemente, tales carnicerías eran y son significativas y necesarias para las grandes cooperaciones, como es la imposición de las democracias representativas, tanto en América del Sur, como en todas partes del planeta. Esto les asegura a la avaras corporaciones, hoy globalizadas, enormes réditos. Yo entiendo que deben borrar aquellos lúgubres capítulos de los libros de historia, aquellos que narran las injerencias de USA en diversas partes del orbe. Tal entremetimiento estuvo acompañado con envío de tropas norteamericanas o mercenarios, misiles, bombardeos y hasta dos bombas nucleares con los consabidos "daños colaterales" que tales incursiones generan. Ciertamente, todo esto es una mancha bochornosa para el país que se enorgullece de ser la mejor democracia del mundo.
Mr. Trump entiendo que los modernos imperios no tienen nada que ver con los arcaicos señoríos. Antiguamente bastaba con el asedio a una ciudad amurallada y obstruir las puertas con soldados bien armados para matar a sus habitantes de hambre y sed. Esas son técnicas pasadas y concibo Mr. Trump que estamos en tiempos modernos, ahora se puede usar bloqueos económicos, sanciones financieras y hasta usar la moderna tecnología para generar apagones eléctricos y dejar en tinieblas todo un país. Evidentemente estos métodos son más modernos y efectivos para doblegar una nación y matar de hambre a sus nacionales.
Mr. Trump estoy al tanto que usted es libre de buscar sus socios en las porquerizas de la política donde Ud. desee o le convenga, pero no entiendo la búsqueda de aleados en lo peor de la política nacional e internacional. Me cuesta creer que las avaras corporaciones globalizadas descubran alguna probidad en el bueno para nada Juan Guaidó y sus compinches, dado que llevan veinte años de fracaso en fracaso y dudo que esto lo vayan a corregir. Tampoco creo que escogió los mejores gobiernos europeos y americanos para agredir a Venezuela. Si le da tiempo revise la prensa, los videos, o los tuiter o las redes sociales y vea el desprestigio y los resultados negativos de aquellos gobierno neoliberales. No creo que Colombia, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, España, Alemania, Inglaterra, entre otros representen el mejor ejemplo de democracia para cuestionar la política social del gobierno del presidente MM.
Mr. Trump, perdóneme la confianza y el atrevimiento que me da la tecnología para enviarle esta carta y lo que le voy a referir tómelo como un consejo o una recomendación: abandone la alianza con unos perdedores y traidores como Juan Gauidó, que usted mismo sabe que no es presidente de nada ni de nadie y tampoco nunca lo será. Renuncie a su política criminal que no le dará resultado y lo presenta ante la comunidad internacional como un criminal. Así mismo, recurra al diálogo como una forma de saldar las diferencias, las políticas injerencistas de sanciones y saboteos nunca dan resultado. Por más de cincuenta años EEUU tiene sometida a Cuba a un brutal bloqueo y sus ciudadanos soportan con dignidad su crueldad, tampoco dio resultado en Vietnam, mucho menos en Nicaragua y a allí vemos Siria erguida y adolorida, pero nunca genuflexa a su gobierno. ¿Cree usted, sinceramente que Rusia y China se van doblegar a USA por sus sanciones económicas? No sea menso, Mr. Trump el mundo es multipolar, aunque usted no lo quiera ni lo admita.
Por último Mr. Trump una recomendación final. Yo vivo en Venezuela, y conozco del sufrimiento de nuestro pueblo por culpa de unos canallas, sus aliados, que desean entregarle las riquezas de nuestro país. Así como Ud. la hace no se hace política, eso déjeselo a Gengis Khan, a Nerón, a Iván el terrible, a Hitler, a Nixon, entre tantos sanguinarios cuya secuela de mandatos fueron millones de muertos. Pruebe otros métodos para conciliar con sus vecinos del planeta y deje a los venezolanos vivir en paz, lo merecemos y no nos condene a más padecimientos, solo por sus ambiciones personales y las de sus socios. Abandone sus malas juntas y las malas praxis, en caso contrario se convertirá el presidente de los EEUU más odiado por la humanidad, muy cerca de Hitler.
Quizás Mr. Trump Ud. no conoce el pensamiento de nuestro egregio Libertador, por esto le voy a escribir una frase para su reflexión. Se trata de una parte de la misiva que le escribió a O´leary en 1829: "No hay nada tan frágil como la vida de un hombre: por lo mismo, toca a la prudencia precaverse cuando llegue ese término". Mr. Trump, lea que algo queda.