El asalto a la embajada de Venezuela el 16M

De los treinta y siete días que duró la ocupación de la Embajada de Venezuela por el Colectivo En Defensa de la Sede Diplomática de Venezuela en Washington, activistas luchadores sociales del pueblo norteamericano, decididos a impedir el asalto por los disociados de Guaidó, con la anuencia y protección de comandos policiales de la ciudad y además, el mandato del Departamento de Estado Norteamericano a favor del atropello del cual fue victima ese Colectivo en el asalto a nuestra embajada, hay tres situaciones que merecen consideraciones de particular importancia política.

La primera: El despliegue de fuerzas policiales, seguridad y logística para someter a cuatro personas identificadas que se encontraban ejecutando un hecho identificado y exento de cualquier peligro de resistencia agresiva. La integración de fuerzas policiales locales, federales, de inteligencia, de contrainteligencia, el espacio acordonado de seguridad de varias manzanas y una logística vehicular de patrullas, ambulancias y una instrumentación para demoliciones especiales, toda esa parafernalia para apresar cuatro persona connacionales estadounidenses ocupantes legítimos, autorizados por el gobierno venezolano, que habían declarado ser pacíficos custodios de la Embajada asediada policialmente por el poder imperial de los Estados Unidos y los comandos "regulares" de un estado fantasma gobernado por una marioneta de un circo inventado. Semejante show solo lo justifica la política de ficción e intimidación terrorista del Imperio Norteamericano que ya ha demostrado su talante criminal con las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagazaki, la amenaza de guerra mundial por los misiles sivieticos en Cuba en 1962 y la destrucción de las torres gemelas para imponer el terrorismo de Estado en el mundo. En el caso de nuestra Embajada, una violacion fragante del terrario nacional, el despliegue de tanto poder debió ser para enseñar los dientes al pueblo Norteamericano en rebelión antiimperialista y por supuestos, a los rebeldes de su mal llamado patio trasero, un recordatorio de antecedentes y su condicion de Estado forajido que se pasa por la nariz el Estado de Derecho internacional, sus instituciones y los funcionarios responsables de imponer el orden y hacer cumplir las leyes.

La segunda: Los activistas estadounidenses protectores de nuestra Embajada dieron una lección al mundo de dignidad, honestidad y conciencia histórica al ponerse en pie de lucha contra las aberraciones de un sistema de dominación, de saqueo criminal y perverso como es el Sistema Imperialista Norteamericano. Este hecho de dignidad ciudadana y altruismo humano es un antecedente sin precedente en la historia de los Estados Unodos y posiblemente del mundo. Los nombres de Margaret Flowers-Adrienne Pine-David Paul y Kevin Zeese pasarán a la historia como dignos ciudadanos de un pueblo que se niega a aceptar la conducta vandálica de un Estado forajido gobernado por una pandilla de mercenarios al servicio de grandes corporaciones económico-financieras que pretenden imponer al mundo su voluntad Política con el poder del dinero, la mentira mediática (post verdad) y las guerras imperilistas de cualquier factura. Treinta y siete días fueron suficientes para demostrarle al imperialismo que la razón siempre está del lado de la historia y que siempre se impone a la mentira, al engaño y a la arbitrariedad. A la Embajada de Venezuela en Washington voló la chispa revolucionaria que reclaman los pueblos oprimidos del mundo. En los Estados Unidos de Norteamerica hay cuarenta y seis millones de pobres y todos los flagelos de la desigualdad social que se dejan sentir groseramente en ese país. El sueño americano se desvaneció en el desengaño. LA SEDE DE LA EMBAJADA DE VENEZUELA EN WASHINGTON ES A PARTIR DE 16 MAYO DE 2019, UN SÍMBOLO DE LA DIGNIDAD DEL PUEBLO ESTADOUNIDENSE QUE REPUDIA LA IGNOMINIA DEL PODER IMPERIALISTA NORTEAMERICANO QUE EXPLOTA CRIMINALMENTE A LOS PUEBLOS EMPOBRECIDOS DEL MUNDO.

La tercera, es de la mayor significación porque se trata de la inconsecuencia institucional, la cobardia y oportunismos de los liderazgos institucionalizados del planeta, investidos de poder por el ordenamiento internacional de derecho y por el apostolado del derecho canónico para velar por el orden y respeto a las leyes positivas y morales de la humanidad. Con el asalto a la Embajada de Venezuela el Imperialismo Norteamericano no solo demostró el carácter forajido de su conducta política para el resto del mundo, sino que destruyó la confianza de los paises del planeta sobre la seguridad que corren sus embajadas y sus funcionarios en un territorio legalmente considerado propio, inviolable y protegido por el pais sede.

La otra cara de la moneda es el comportamiento sumiso, cobarde y cómplice de las instituciones y los liderazgos que deben por derecho, por justicia y dignidad, dejar sentir la autoridad que les impone el deber, para imponer el Estado de Derecho internacional y de justicia, que demanda la sociedad universal para lograr la equidad y la Paz necesarias.

Las mentes despiertas y concientes del mundo se preguntarán: ¿Qué hace la ONU?. Su Secretario General, su Consejo de Derechos Humanos, la Sra. Bachelet? y otros. ¿Qué hace el Estado Vaticano? ¿Cuál es la opinión del Papa y el alto clero? ¿Dónde está la OEA, su Secretario General, su Carta Fundamental y los Organismos con pertinencia en el ordenamiento político y de seguridad? Para no seguir enumerando entidades, digamos ¿qué han dicho, qué se ha hecho con respecto a ese asalto policial "INUSUAL EXTRAORDINARIO Y VANDÁLICO" contra nuestra Embajada y sus ocupantes? Qué han dicho y qué han hecho en contra del golpe de estado del 30A continuado hasta el presente? ¿Es que las 40 mil victimas fallecidas a consecuencia del bloqueo y los 30 mil millones de dólares robados y saqueados por el asedio económico son veleidades nacionales sin raíces profundas en los intereses y la dignidad de los venezolanos? O ¿será cierto que el imperialismo tiene en esas instituciones una jauría de perritos falderos? El Imperialismo Norteamericano con el asalto a la Embajada de Venezuela le dio una patada a lo poco que le quedaba de confianza y crédulidad en el mundo. Hoy día sus mercenarios, sus incondicionales y sumisos lacayos y particularmente los pueblos de su "patio trasero" saben ante qué entidad profesan idolatría. DE QUE HUELE A AZUFRE...HUELE A AZUFRE. ¡QUE DIOS LOS AGARRE CONFESADOS!

UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA



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Rafael Godoy Villasmil


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