Elliot Abrams (representante especial para Venezuela en el Departamento de Estado de Estados Unidos), se presentó en el Departamento de Estado con un manojo de papeles para demostrar que las sanciones y bloqueos han hecho un daño pavoroso en el gobierno del "dictador Maduro". Ante Mike Pompeo dijo que el producto interno bruto ha caído en Venezuela un 52% desde que Maduro está en el poder. Que para este año 2019, el Fondo Monetario Internacional prevé una caída de 35%. Que inflación oficial en 2018 fue de 130.000%, aunque otros indicadores alternativos como el Índice de Precios al Consumidor de la Asamblea Nacional, estimaciones del Fondo Monetario Internacional y de la firma de consultoría Ecoanalítica señalan valores entre 1.7 millones % y 2 millones %. Todo esto le parece maravilloso y lo celebró junto con Carlo De Veccio y Juan Guaidó hace unas semanas en Washington.

En cuanto a la industria petrolera, considerada en otros tiempos como la más fabuloso de las gallinas de los huevos de oro, también se ha desplomado "como consecuencia de la falta de inversión, las fallas de energía eléctrica, el deterioro de la infraestructura, así como la migración de recursos humanos calificados tanto a nivel de producción como de gerencia. En tal sentido nuestros ataques cibernéticos han sido muy apropiados y certeros, pero hace falta más. De una producción superior a los 3 millones de barriles diarios a mediados de la década del 2000, apenas pudo superar el millón de barriles diarios en 2018 y actualmente está cerca de los 700,000, principalmente por las fallas constantes de electricidad en las cuales nosotros hemos trabajado bastante para que funcione lo menos posible…".

"Considero – dijo Elliott Abrams ante la comisión que trata el caso Venezuela en la administración de Trump que debe aumentarse la presión con nuevas y más sanciones que impiden prácticamente cualquier tipo de transacción que oxigene financieramente al régimen de Nicolás Maduro".

"Hemos logrado –agregó Abrams que la India, un aliado clave de Maduro, deje de comprar crudo a Venezuela. Por otra parte, la principal compañía petrolera China, CNPC, que además llegó a ser la principal compradora de crudo venezolano, ha suspendido las cargas de petróleo en Venezuela desde agosto".

"No puedo entender –especificó Abrams en su informe- por qué el gobierno de Estados Unidos ha otorgado algunas licencias a empresas petroleras como Chevron, Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford. Debo igualmente hacer del conocimiento de esta Comisión que la mayor operación por parte de empresas estadounidenses existente en la actualidad es Petropiar, que produce unos 200.000 barriles diarios, de los cuales solo 40.000 quedan en manos del operador Chevron y 160.000 son de PDVSA, basado en las proporciones de la joint venture… Pero no podemos dar por sentado que una eventual cancelación de licencias se afectará directamente la producción de petróleo. Ya varias veces el mundo se ha sorprendido ante la enorme capacidad de supervivencia que ha tenido Maduro ante las presiones políticas y financieras. Parte de esta supervivencia se debe justamente al apoyo económico que Maduro ha recibido por parte de Rusia, China y Turquía así como el apoyo político por parte de Cuba. Po otro parte, el presidente Juan Guaidó no tiene capacidad alguna de maniobra para atacar. Es muy lamentable pero escogimos un muy líder para que nos represente, y en este sentido esto va cada vez peor…".

"Por otra parte quiero preguntar- dijo Abrams-: si las empresas estadounidenses que operan en la industria petrolera venezolana podrían ser inmediatamente reemplazadas por empresas rusas o chinas. Dada la experiencia reciente con la CNPC, no queda claro que sean las empresas chinas las que ocupen ese lugar. Rusia, en cambio, ha mostrado tener un compromiso político mucho más sólido con Venezuela. Algunos expertos petroleros piensan que Rosneft podría tomar control de estas operaciones en un período de uno a dos meses. Rosneft no solo ha mostrado interés en estas operaciones, sino que ha notificado a través de una nota de prensa que está dispuesta a defender sus operaciones en Venezuela, alegando que todas las operaciones fueron acordadas antes de las sanciones. Quiero saber si vamos a permitir esto o vamos a proceder con algo que quiebre este procedimiento…".

Siguió diciendo Abrams: "El total de inversiones y activos de Rosneft (incluyendo el saldo de deuda venezolana por cobrar) se estima entre el 1% y el 2% del total de sus activos. Algunos proyectos como Petroperijá y Boquerón han arrojado pérdidas por el orden de los $152 millones y otros como Mejillones y Patao han sido retrasados a pesar de tener licencia para exportar el 100% del gas natural extraído. Sin embargo, esto no ha detenido el apoyo de Rusia hacia Nicolás Maduro, manifestado en apoyo político, ventas de armas y asistencia técnica militar. Más aún, ahora con el control de las exportaciones de crudo venezolano, a Rosneft se le ha facilitado cobrarse directamente y amortizar más rápidamente la deuda de Venezuela, reduciendo su exposición al riesgo económico, lo cual puede incrementar el apetito por tomar mayor control sin tener que hacer una gran apuesta económica.

Agregó Abrams que este podría ser el gran dilema para Estados Unidos de no renovar las licencias: si el conflicto en Venezuela no se soluciona en corto plazo, Rusia continuará oxigenando a Maduro a cambio del desplazamiento de empresas estadounidenses, algunas de las cuales operan en Venezuela desde hace más de 100 años. Con mayor control de la industria petrolera, los rusos serán aun más relevantes como actores en una eventual negociación y si dan la luz verde a la transición, pedirán a cambio mantener el control de sus proyectos, dejando por fuera a empresas petroleras internacionales que podrían participar en nuevas concesiones y ayudar a relanzar la economía.

Al mismo tiempo –aclaro Ambrams en su informe-: Maduro sigue gozando de algunas ventanas para eludir las sanciones, principalmente en Europa. En algunos medios se ha mencionado que el Banco Central de Venezuela podría estar usando al Banco de España para movilizar sus fondos y es prioritario por lo tanto que la Unión Europea también comience a imponer sanciones a Maduro y sus aliados".

Insistió Abrams una y otra vez: "… tanto para Estados Unidos como para los venezolanos, lo ideal sería que se pueda negociar una salida lo más pronto posible, que se convoquen elecciones libres y se puedan levantar las sanciones, para que Venezuela retome su senda democrática y se enrumbe hacia la estabilidad y la prosperidad, pero esto no se ve en el horizonte…. Más bien el Grupo de Lima, la OEA y la propia Unión Europea pierden poder diplomático en el mundo frente al dictador Maduro".

Se derrumba así, pues, toda la estructura bélica, mediática, terrorista, de asedio, de bloqueo y de sanciones de la administración Trump contra el gobierno bolivariano de Venezuela. En esta última reunión del Departamento de Estado se evaluó la situación del país sudamericano que enfrenta una guerra total desde el imperio norteamericano, y una de las conclusiones es que al gobierno gringo realmente lo metieron inexpertos políticos de la región en un callejón sin salida, utilizando procedimientos de una acción directa para tratar de derrocar a Maduro.

En la trama de estas acciones desastrosas, han estado involucrados principalmente Elliott Abrams, el senador Marco Rubio, el señor John Bolton (quien por este mismo motivo cayó en desgracia), Mike Pence y Mike Pompeo. Mike Pompeo fue el encargado de llevar el informe sobre el fracaso de todas estas acciones al presidente Trump, quien, se ha especulado, al leerlo exclamó: "Elliott Abrams, you are fired!". Es decir "Elliott Abrams, usted está despedido!". Se espera en los próximos días, la designación de un nuevo representante especial para Venezuela en el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Entretanto, al desbocado y agónico gobierno de Trump no le está quedando otra salir que seguir preparando nuevas sanciones contra Cuba por su apoyo al presidente venezolano Nicolás Maduro, algo verdaderamente absurdo y ridículo. Ahora dice que está "mirando más de cerca" el papel de Rusia por ayudar a Maduro a permanecer en el poder: llover sobre mojado.

Los informes al Departamento de Estado refieren que la frustración del presidente Donald Trump por el fracaso de su campaña de "máxima presión" para desbancar a Maduro ha estimulado a los ayudantes de política exterior a preparar nuevas acciones de Estados Unidos y presionar para que se impongan sanciones más duras contra Venezuela por parte de socios europeos y latinoamericanos. Ahora todo se enfría con lo que está ocurriendo en Ecuador.

Abrams, que está, pues, por dejar el cargo (aunque Trump se complica en estos momentos para buscar un sustituto) dijo que Washington ve a Cuba y Rusia brindando un "salvavidas" a Maduro, nueve meses después de que la administración Trump y docenas de otros países decidieron no reconocer más al líder socialista como el presidente legítimo de Venezuela.

El comandante Walter L. Sharp ha dicho en un informe al Departamento de Estado, que uno de los más grandes errores del gobierno estadounidense, ha sido haber escogido como "presidente interino, a un idiot or stupid like Juan Guaidó… hemos perdido demasiado tiempo con un hombre que no da la más mínima medida para acciones de envergadura. Es un pobre muchacho que junto con sus amigos lo único que quieren es dinero, dinero, dinero y más dinero…".

En su triste papel de verdugo, Elliott Abrams ha tratado de justificarse ante la poderosa prensa mundial diciendo: "Siempre estamos buscando formas de exprimir a Cuba porque no vemos ninguna mejora en su conducta, ya sea con respecto a Venezuela o los derechos humanos internamente". Es decir que Cuba es un país con muy mala conducta para los gringos, a diferencia de Colombia, Perú o Ecuador.

No obstante el caos de la administración Trump se prevén nuevas sanciones para Cuba, en las próximas semanas, que probablemente apunten al sector turístico de la isla, así como al petróleo de corte reducido de Venezuela entregado a La Habana, basándose en la lista negra de los petroleros de Estados Unidos utilizados para transportar los suministros.

Si bien las sanciones de EE.UU. a Cuba se derivan de acusaciones de que proporciona capacitación, armas e inteligencia a las fuerzas de seguridad de Maduro, atacar a Rusia se basaría en gran medida en el apoyo financiero de Moscú a Caracas. El gigante petrolero Rosneft, como se dijo arriba, ha ayudado a Venezuela a comercializar su crudo desde que Washington impuso sanciones a la petrolera estatal PDVSA en enero.

S piensa ahora que Washingto prepare sanciones contra Rosneft, por lo que se está "observando más de cerca las formas en que Rusia mantiene el régimen".

A principios de agosto, la administración Trump congeló los activos estadounidenses del gobierno venezolano y amenazó con "sanciones secundarias" a cualquier empresa que hiciera negocios con él, una escalada de presión sobre Maduro. Se consideró ampliamente que la medida abrió la puerta para imponer sanciones a Rosneft, que en los últimos meses ha tomado alrededor de la mitad de las exportaciones de crudo de Venezuela. Abrams dijo que la administración ahora tenía la intención de comenzar a "nombrar nombres" bajo la orden de agosto de Trump y que se esperan nuevas sanciones individuales en los próximos tres meses. Pero los funcionarios estadounidenses son conscientes de la necesidad de precaución al apuntar a una compañía tan grande y de gran alcance como Rosneft por sus lazos con Venezuela.