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OJO: paramilitares colombianos y mercenarios peruanos, ecuatorianos y brasileños han estado ingresando desde distintos puntos de la frontera con Colombia y Brasil, para tomar posiciones en "centros neurálgicos de Venezuela" y provocar un pavoroso caos social. Es necesario hacer ver a la comunidad internacional que también Venezuela entra en el caos que "por igual" estremece a Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Perú, y que en el formal concepto de "perturbaciones sociales" no distingue bandera política de ningún tipo.
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No es nada casual el HASHTAG del miércoles pasado en el programa "CON EL MAZO DANDO": LosVamosAJoder. No se va a joder a alguien si no se trata de razones y conocimiento de planes sumamente graves. Es el de Diosdado Cabello un llamado a la defensa del país muy seria, y una determinante organización popular, revolucionaria, con movilizaciones de millones de milicianos a lo ancho y largo de toda la Nación.
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Pero el objetivo fundamental de estas acciones continentales de la ultra-derecha, que ya han provocado el derrocamiento del presidente Evo Morales, es Venezuela. Carlos Vecchio se lo ha hecho saber a los grupos mercenarios combinados de Colombia, Guyana y Brasil: "requerimos de un gran estremecimiento en Venezuela, porque éste sería a los ojos de nuestros socios y amigos, el paso para consolidar definitivamente la estabilidad democrática del continente. Así lo hemos analizado detenidamente en Washington, pero no es con meras marchas que finalicen en jornadas felices de pitos y charrascas contra el régimen: ¡Nos urge un combate, un desgarro, una feroz contienda que muestre la herida sangrante de Venezuela: véase que sí se pudo en Bolivia, ¿por qué no vamos a poder nosotros? Tenemos suficiente fuerza para entablar un enfrentamiento decisivo contra la dictadura…".
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Al hablar de ENFRENTAMIENTO DECISIVO, está haciendo ver Carlos Vecchio que hay una emboscada, un plan peligroso y mortal usando a los propios marchistas de la oposición. Porque es muerte, muerte y mil veces muerte, lo que necesita y lo que le urge a Washington, para poder provocar finalmente el estallido de la tan ansiada mecha lenta.
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"En virtud de los últimos grandes esfuerzos por restaurar la democracia en Bolivia, la cual se ha dado exitosamente", el Departamento de Estado está inyectando mucho dinero a la oposición venezolana, y considera que antes de este año, debe producirse un gran baño de sangre en Venezuela para poder activar planes conjuntos desde Colombia, Brasil y Guyana, y dar al traste con la "dictadura de Maduro".
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El títere de Carlos Vecchio recibió un mar de apoyo desde las redes para colocar como tendencia clave un brutal caos inducido y artificial en Venezuela. Toda la prensa mundial debe titular el día 17 de noviembre que Venezuela está en llamas.
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Ya esa poderosa prensa mundial y las redes, están preparadas para la gran escalada mundial: están evaluando los titulares, las tendencias, los miles de twitter que inundaran las entumecidas y vaporosas mentes de los anti-comunistas, de los antichavistas, de los debiluchos, de los neutros, de los dudosos, racistas y fascistas en el mundo.
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Porque a la vez, la marcha convocada para el día sábado 16, es para darle un espaldarazo al golpe de estado en Bolivia que ya ha sido reconocido por los mismos 56 países que han reconocido a Juan Guaidó.
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La marcha del 16, procura levantarle el ánimo a unos opositores al socialismo en América Latina, cada vez más frustrados, decaídos, abúlicos, y destrozados moralmente sobre todo por lo que está pasando en Chile.
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El ejemplo de Chile, de ese Chile que surgió "ESPLENDOROSO", luego del "horrible fracaso del comunismo propugnado por Salvador Allende", y que se proyecto a los cielos sublimes del progreso con la dictadura de Pinochet, y que por lo cual todos los grandes gerentes, emprendedores democráticos amantes del libre mercado debían seguir. Ese Chile está totalmente muerto, y ya a nadie se le puede sacar de ejemplo. En verdad que esto ha sido el golpe más fulminante, absoluto, neto y formal al capitalismo en América Latina y en el mundo. Fatal, carajo!"