Lunes, 18 de noviembre de 2019.- Ayer domingo me tocó atravesar la ciudad dos veces en metro, una de ida y la otra de regreso, de un extremo al otro.
Normalmente ese recorrido me acarrearía digamos una hora de ida y otra de regreso, el Metro de Caracas funcionó ayer muy lentamente por lo que esas dos posibles horas de traslado se trasformaron en casi cinco horas, cinco, mas del doble, la gente esperando en los andenes, sin entender, resignados y molestos.
El responsable del funcionamiento adecuado del Metro no está cumpliendo con su responsabilidad y está afectando a toda la ciudadanía, basta de excusas y hagan funcionar correctamente las cosas de las cuales son responsables, no nos hagan perder mas nuestro tiempo.
Lo que realmente poseemos de manera equitativa todos los humanos es el tiempo, bueno tampoco esto es tan exacto.
El pobre vende su tiempo al patrón, al rico o al Estado, se lo vende porque es realmente lo único que posee, lo que tiene y que al venderlo, arrendarlo, prestarlo o donarlo le puede permitir vivir.
Generalmente debe alquilarlo para salir adelante.
Un minuto tiene 60 segundos, una hora tiene 60 minutos o sea 3.600 segundos.
Un día tiene 24 horas lo que equivale a 1.440 minutos o 86.400 segundos.
Una semana tiene 7 días, lo que equivale a 168 horas o a 10.080 minutos y a 604.800 segundos.
Un mes dependiendo de la cantidad de días tiene su equivalente en horas, minutos o segundos, aquí y en la China.
Un año, de los no bisiestos, de los de 365 días, tienen 8.760 horas, que es igual a 525.600 minutos 31.536.000 segundos.
Por lo cual, si seguimos sacando cuentas de acuerdo al numero de años que queramos calcular, solo nos toca multiplicar y listo.
Ah y eso es lo que realmente poseemos, nuestro tiempo.
El asunto está en cómo lo usamos, como lo manejamos y a la utilidad que de el obtenemos.
No me hagas perder mi tiempo y ve directo al punto, me parece oír a través de la pantalla que tengo al frente.
Debemos respetar el tiempo del otro, ese es un buen principio, así como al propio, al tiempo hay que valorarlo y usarlo lo mejor posible.
La percepción del tiempo varía de acuerdo con las circunstancias en la que estamos, a los enamorados el tiempo juntos se les pasa volando, cuando esperamos algo con ansiedad el tiempo se alarga, en caso de accidentes graves y ante el peligro de perder la vida, el tiempo vuela y nos pasa una película de nuestra vida a velocidad supersónica.
El respeto por el tiempo que creemos poseer, por el tiempo del otro, luce como una medida higiénica para lograr una mejor calidad de vida.
Y le decimos a la gente del gobierno: no nos lo hagan perder, que es lo único que tenemos.
