¡Cataratas de mocos!, de Antonio Sánchez García, ante la inevitable caída de Piñera, …

  1. Don Sebastián Piñera ya está planteando su renuncia ante el Alto Mando militar chileno, y se barajan tantas salidas que a la postre no quedará otra que buscar alguien parecido a Pinochet, pero está difícil. El ejército chileno está plagado de asesinos y torturadores, ladrones y no van a dejar que les quiten los inmensos privilegios en un santiamén. Ahora hace llamados desesperados a Estados Unidos quien in extremis ha aconsejado que Piñera se aparte, pero quede una estructura veladamente pro-neoliberal "con visos inconexos de liberalidad", de aparente corte izquierdista pero que a la larga pueda ser reacomodada en el carril "menos peligroso para los intereses del hemisferio". Se han desatado alarmas de todo tipo, teniendo siempre en la mira al chavismo, y es así como del sombrero del mago más tumefacto del Sur, surge un dilecto muermo chileno, inculto y parafranero, de nombre Antonio Sánchez García, otrora seudo-comunista, quien como veremos llora desconsoladamente el vuelco (o terrible conmoción) que se le avecina a Chile…

  2. Don Antonio Sánchez García es el esposo de Soledad Bravo, quien desde hace años no oímos cantar ni boleros. Se amaron desde el lado de la izquierda política, pero en cuanto don Antonio Sánchez García se hizo muy mercantilista, éste saltó y las arrastró a sus delirios, largándola a lo más extremo de la ultra-derecha. Yo no creo en esa vaina de los que extremos se tocan…

  3. Me entero que el diario "El Mercurio" (de la CIA), y que contribuyó con el asesinato de Allende, le hizo una larga entrevista a don Antonio Sánchez García… que ha sido muy comentada. Este merotrópico personaje de don Antonio Sánchez García recomendó furibundamente a sus conciudadanos que se le diera el voto a don Sebastián Piñera para no caer en la "VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS como los que afectan a Venezuela". (Don Antonio Sánchez García amaba a Teodoro Petkoff porque aquel también era de los arrepentidos…).

  4. Entre las artistas que vivían de la revolución se encontraba Soledad Bravo, considerada ícono de la canción de protesta venezolana. Ella era asidua participante en los festivales en Cuba, amiga de Silvio y Pablo, pero no cantaba gratis contra Pinochet. Siempre preguntaba con mucha insistencia: "¿Cuánto hay para eso…?" El representante, el mánager, de Soledad Bravo era el empresario chileno don Antonio Sánchez García. El tipo, digo, se decía de izquierda, pero se molestaba cuando hablaban mal de Pinochet porque según su concepción filosófica, como también veremos, aquel dictador chileno TENÍA MUCHO DE COMUNISTA. Don Antonio Sánchez García, el mirista compungido, pedía a gritos que se votara a Piñera porque él ansiaba para Chile una fuerte estabilidad para la libre empresa, para la privatización de la salud, de la educación, del transporte y un dominio total del Estado por parte del Opus Dei y de la Casa Blanca.

  5. El vacuo don Antonio Sánchez García acaba de publicar un artículo, aterrado porque en Chile están atacando a Piñera, que titula "Locura y venganza en la conciencia criolla, -¿Qué ha movido a los chilenos a arrastrar hasta sus calles y avenidas el caballo de Troya construido por el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla?". El mismo don Antonio Sánchez García que escribió en un twitter: "Hay que ser idiota para ser comunista después de Stalin, imbécil para serlo después de Castro, malandro y asesino para insistir después de Chávez. Mi más absoluto desprecio a los comunistas del mundo". Como si el comunismo (o el cristianismo, por ejemplo) tuviese algo que ver con las personas que lo asumen. Comunistas también fueron, por ejemplo, Jean Paul Sartre, Simone de Beauvier, Bertold Brech, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, José Saramago, … Como si alguien dijera que maldice al catolicismo porque a él ha pertenecido Torquemada, Fernando VII, La prostituta reina María Luisa (a quien cuarenta cardenales atendieron sus exequias en Italia), el propio Pinochet y todos los horrendos dictadores latinoamericanos …

  6. Don Antonio Sánchez García en un artículo reciente aparece lanzándole metralla a los chavistas y echando mocos por Piñera, pero su odio se desfoga hasta contra Guaicaipuro y los pueblos originarios… Qué imbécil, este canalla. El referido artículo aparece en el medio de Álvaro Uribe, PanAm Post, y se lo dedica a Alfredo Coronil Hartman, aquel cursi poetastro hijastro de Rómulo Betancourt, y a quien el propio Rómulo le metió un tiro (y que por error)…

  7. La llorona que monta Antonio Sánchez García le lleva a gastrarse de los pelos de un trabajo de la historiadora norteamericana Barbara Tuchman quien "escribió un fascinante ensayo sobre el papel de la locura en la historia. A saber: la irracionalidad como factor preponderante en momentos de decisiones de dimensión histórica…". Menciona: "la locura en que incurrieron los troyanos arrastrando hasta tras de sus murallas el gigantesco caballo de madera del que saldrían los allí ocultos vengadores atenienses". Y añade vacuo y prosopopéyico: "No he cesado de recordar a Hobbes, a la guerra en todas sus dimensiones como motor de la historia, la definición de lo político según Carl Schmitt como la relación amigo-enemigo, y al ardor y la pasión de la venganza entre vencidos y vencedores que le es concomitante, mientras observo la locura que parece haberse apoderado de los chilenos, empecinados "hunos y otros", como diría don Miguel de Unamuno, en devastar su propia obra: superar sus graves errores del pasado construyendo lo que más se parecía a un importante progreso político, social y económico, hasta dar con lo que parecía la democracia más sólida, próspera y progresista de América Latina, con logros solo comparables al de las sociedades más desarrolladas del planeta".

  8. Pues, por algo será que está pasando lo de Chile, y no puede ser señor meteoro, que usted sepa y sienta más que millones de chilenos, ni que tenga la vara mágica de la verdad y de lo que ha debido hacerse. La divagación de don Antonio Sánchez García sigue lanzando vacuidades etéreas y habla sin ton ni son de la "raza cósmica" de Vasconcelos, de la tradición histórico-cultural grecoromana y judeocristiana de Occidente, chilla "contra nuestros padres fundadores por protagonizar la trágica, violenta y sanguinaria ruptura originaria conocida como Guerra de Independencia".

  9. De pronto decanta su verbo en una "racionalizada automutilación, si cabe el oxímoron. Que busca devastar, amparado en ese confuso universo de contradicciones, desde nuestro modo de producción de la vida material, el capitalismo y la propiedad privada, la sociedad abierta por el derecho de propiedad, al ordenamiento jurídico político que nos ha garantizado la vida en sociedad de estos últimos dos siglos. Esa extraña convivencia de Guaicaipuro con Hugo Chávez y de Fidel Castro con los caribes".

  10. Y de sus cataratas de mocos más abundantes vale la pena resaltar la fecha del descubrimiento, "honrada en la América española como efemérides durante cinco siglos, ha dado lugar a las más absurdas deconstrucciones. A poco andar el gobierno populista, demagógico, militarista y caudillesco —taras todas de origen hispánico— las hordas que seguían a Hugo Chávez, ninguno de cuyos componentes eran indígenas originarios, sino lumpen desclasado de la pobresía criolla caraqueña —tomaron sus palabras como órdenes papales y derribaron la estatua a don Cristóbal Colón, como metafórica proeza liberadora—. Tras quinientos años de la proeza colombina, la bastarda proeza caraqueña no tuvo mayores consecuencias. Aún no se recupera la estatua: habrá sido fundida y vendida por kilos. El peso de la cultura de los vengadores". Vaya, tipito este, agárrenlo que va sin freno y desbocado, vercia…



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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