Una vez leído el documento del Departamento de Estado de Estados Unidos, difundido el 31/03/2020, donde se establece el “marco para la transición democrática de Venezuela”, nuestra impresión es que estamos realmente, en presencia del paroxismo total.
Donald Trump respecto a Venezuela, se declara el “mandamás del mundo” y, con la estupidez y locura que lo ha caracterizado, desde su primer día en la presidencia de EEUU, le da órdenes a tutiri mundi.
Por ejemplo, asegura que “la comunidad internacional” está presta para brindar, a nuestro país; “apoyo humanitario, electoral, de gobernanza, desarrollo, seguridad y económico, priorizando el sistema de atención médica, el suministro de agua y electricidad” Lo dice el gobernante y sus acólitos del país que no da “pie con bola” en el combate al Covid-19”.
Habla de una “Comisión de la Verdad y la Reconciliación” que tendrá “la tarea de investigar los actos graves de violencia ocurridos desde 1999, e informar a la nación sobre las responsabilidades de los perpetradores y la rehabilitación de las víctimas y sus familias” conformada por “cinco miembros, que serán seleccionados por el Secretario General de las Naciones Unidas” ¿Sabrá Antonio Guterres la tarea que le han asignado?
Asegura que la Unión Europea “levantará las sanciones contra los “que tenían cargos con la dictadura”. Para lo que quedó la UE, para no tener voz propia, ¡Qué vergüenza!
Luego, cual emperador Adriano, emite su pronunciamiento, repentino, a través de los siguientes edictos:
Primero, iniciar “negociaciones con el Banco Mundial, el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo para los principales programas de apoyo”;
Segundo, “El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)” debe levantar “la orden de desacato y restablece todos los poderes a la AN, incluyendo la inmunidad parlamentaria” y “pleno retorno de todos los miembros de la Asamblea Nacional (AN);
Tercero, debe disolverse “la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)”
Cuarto, deben liberarse de inmediato “todos los presos políticos”.
Quinto, las fuerzas militares extranjeras se deben retirar “de Venezuela”.
Sexto, la Asamblea Nacional debe elegir “nuevos miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y TSJ que sean aceptables para todos los partidos o coaliciones de partidos que representen el 25% o más de los diputados de AN”
Séptimo, la Asamblea Nacional “aprueba la Ley del Consejo de Estado”, integrado por cinco miembros y “se convierte en el poder ejecutivo”
Octavo, todos los poderes asignados al Presidente por la constitución serán conferidos exclusivamente al Consejo de Estado” quien “nombra un nuevo gabinete”.
Noveno, “El Consejo de Estado establece una fecha para elecciones presidenciales y AN simultáneas en los siguientes 6 a 12 meses”.
Décimo, El alto mando militar (Ministro de Defensa, Viceministro de Defensa, Comandante del CEOFANB y Jefes de cada componente) permanecen en su lugar durante el gobierno de transición”, así como también “las autoridades estatales o locales”.
Le faltó agregar el undécimo edicto: “bájense los pantalones”.
Se ofrece a cambio un chantaje: “Estados Unidos levantará las sanciones”
Más de lo mismo
Contra la revolución bolivariana, los "poderes fácticos", que son los que realmente mandan en EEUU, han aplicado todas las fórmulas para acabar con el proyecto de país establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en los planes nacionales de desarrollo, faltándole sólo la intervención militar directa, la cual ni es fácil en este momento ni tampoco le ha dado los réditos esperados cuando la ha aplicado en este siglo XXI, al menos si lo observamos por los casos de Afganistán, Irak, Libia y Siria.
A Venezuela, buscándola que se rinda o se doblegue, la han intentado ahogar, asfixiar; le aplican entonces, en distintos frentes, simultáneamente, una “guerra híbrida”, que va desde medidas coercitivas y unilaterales, económicas, financieras, le aplican bloqueo sanciones y más sanciones, hasta un acoso psicopolítico (miedo, terror, amenaza, chantaje), de forma velada, otras veces de forma abierta, y para lo cual se utiliza la “diplomacia de micrófono”, los tuiter, el whatsaap o cualquiera de las otras redes sociales hoy existentes.
Las últimas "movidas", “mensajes” o “metamensajes” de la administración Trump, nada por cierto edulcorados, no tienen nada de originales, podríamos decir que son “más de lo mismo”, aunque en la desesperación actual, donde la reelección comienza a tener nubarrones en un horizonte difícil de despejar y mucho menos aclarar en épocas del Covid-19, cualquier aventura está en la agenda. Nada puede descartarse de esos señores.
La “propuesta” de constituir un "gobierno de transición", paritario, tiene propósitos bien claros. Se lanza, una vez que al presidente Maduro se ha expuesto al desprecio internacional y al bullying del mundo al calificarlo de narcoterrorista, el azuelo de la salvación.
Todo ello dentro de una táctica: llevarlo a la "mesa de negociación", para luego, lograr lo que se quiere, la estrategia, que no es otra que apoderarse de la patria de Bolívar y de Chávez y sus inmensas riquezas. La geopolítica en pleno desarrollo.
La respuesta ante esta guerra es resistir y resistir, como ha dicho el mismo gobierno bolivariano y, sobre todo, mantener la unidad de los revolucionarios, máxime cuando se ofrecen recompensas por la cabeza del presidente Maduro y otros líderes del proceso y cualquier “incauto” o “necesitado” puede ser comprado.
Una breve conclusión
Las negociaciones entre sectores gubernamentales y factores de la oposición han estado en el tapete, eso nadie puedo ocultarlo,
Ahora, hacia adelante, cualquier negociación que pasa necesariamente por la participación de otros actores internacionales, como Rusia y China, y también EEUU, situación inevitable por la condición de ser Venezuela hoy por hoy un asunto de geopolítica mundial, debe contemplar como condición, sine qua non, el respeto al ordenamiento jurídico venezolano y a la voluntad del pueblo venezolano.
Corolario
Según la leyenda, el rey Canuto, el Grande, era tan poderoso que podía dar órdenes a las olas.
Una vez, para comprobar si era cierto su poder, según la cohorte de aduladores que tenía a su alrededor, el rey pidió que trajeran su trono a la playa y allí se sentó. Luego, en un acto deliberadamente inútil, mandó que las olas dejaran de subir, sin embargo, al contrario, estas no hicieron otra cosa que arremeter contra la playa y contra sus pies. Ante ello, el rey canuto diría: "Sepan todos los hombres cuán hueco y despreciable es el poder de los reyes. Porque ninguno es digno del nombre sino Dios, a quien obedecen el Cielo, la Tierra y el mar".
Sepa usted, su majestad Trump, que el “poder es hueco y despreciable” y un pueblo libre, soberano, independiente, como el venezolano, nunca se doblegará ante imperio alguno y mucho menos a quién ose violentar su dignidad.
Sépalo de una vez y para siempre