Urge un reseteo del Petro

En la última cumbre del Alba-TCP, el hno. Presidente Nicolás Maduro, vendía como moneda de la unión de este grupo de pueblos y gobiernos, al Petro como una alternativa de moneda común de intercambio de estos países del Caribe, Centro América y Suramérica. En una operación de marketing, liderada por el propio Jefe de Estado venezolano, se vendió esa idea que aún no termina de entusiasmar a ese grupo de países aliados, todos de la nación Bolivariana. El Petro, fue concebido por el Comandante Hugo Chávez Frías, como una moneda para el intercambio internacional, una moneda-divisa internacional- que no pudo concretar en vida. Le tocó al hno. Nicolás, asumir ese testigo en momentos que la agresión imperialista ya estaba en su apogeo y el país padecía, todavía padece, una inclemente agresión a la moneda nacional: el Bolívar, sí, hay que recordar este dato pues algunos creen que es el dólar imperial el regente o instrumento de comercio nacional, además de internacional. Una Orden Ejecutiva, emanada desde la presidencia de Donald Trump, acabó con las pretensiones de comercializar en Petro, nuestros productos de exportación. El temor a ser objeto de “sanciones” por el imperialismo, impidieron comercializar a nivel internacional, y se alejó toda posibilidad de que alguna empresa asumiera la compra de sus productos o servicios, en Petro. Se abortó tal posibilidad, ipso facto, es cuando se ve hacia dentro (pago de salarios, pensiones, bonos de protección) y se pretende improvisar pagos a lo interno del país; pero, el proceso de dolarización y sustitución de la moneda nacional (el Bolívar) por la moneda imperial, llevaba un curso muy avanzado y los factores burocráticos, financieros e industriales, tenían empeñado su corazoncito en Washington, y, efectivamente, la moneda imperial termina imponiéndose como la moneda de curso legal, quedando el Bolívar como moneda suplementaria. Esta realidad, si bien es beneficiosa para un reducido grupo de empresarios venezolanos y venezolanas, y sectores del propio pueblo, que reciben mesadas de remesas desde el exterior en dólares, lo cierto es que se ha convertido en el principal dolor de cabeza de la inmensa mayoría del pueblo venezolano, que recibe sus ingresos en bolívares que se devalúan –diariamente- según el capricho de los paramilitares colombianos, desde Cúcuta o la CIA desde Miami, según decidan ambas mafias en destruir el valor del Bolívar para pulverizar los ingresos de la mayoría de los venezolanos y venezolanas, en función de los intereses políticos en Venezuela de la Administración Trump, y el gobierno de Iván –el terrible- Duque, valga decir, en el objetivo del logro del ansiado “cambio de régimen”.

Lo concreto, es que el Bolívar, además de inexistente, en cuanto a su circulación en la economía nacional, se deprecia –permanentemente- casi que, al mismo nivel, que el precio del barril de petróleo, colocándose a nivel de menos cero. Un producto que usted consigue a un precio A, en horas de la mañana, perfectamente puede costarle 3A, apenas llega el mediodía. “Hemos disminuido el precio de los fertilizantes e incrementado la producción a través de la recuperación de la petroquímica. Y sin embargo los precios, a la hora de venderle al pueblo, arriba, arriba y arriba. No se justifica.”, se quejaba Chávez, en el Aló Presidente Nº 265, en el Salón Ayacucho, Palacio de Miraflores el día Jueves, 15 de febrero de 2007. Con Maduro, y la vigencia del dólar como moneda nacional, esa situación se ha convertido en una verdadera tortura para el pueblo venezolano. Tan solo, porque así lo dictamina una página web dirigida desde Miami, que se coordina con los cambistas (paramilitares) desde Cúcuta. A quienes se ha unido ahora, el Banco Central de Venezuela, BCV, en férrea competencia por cuál lidera la cotización del valor de la moneda imperial, en lo que hemos llamado el BCV Today.

Ha fracasado, la política monetaria, por no decir, monetarista, que han encauzado los directivos del BCV, en el logro del objetivo Constitucional fijado de: “…lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria.” (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Artículo 318), afirmando dicho texto Constitucional líneas seguidas que: “La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar”. Con solo leer ese artículo, podemos constatar cuán fracasada ha sido la gestión de los actuales directivos del BCV, en el cumplimiento de los objetivos y mandatos Constitucionales. Ni estabilidad de precios y mucho menos preservación del valor de la moneda nacional, que se ha desvanecido y prácticamente desaparecido.

Cuando, apreciamos las políticas emanadas desde el Ejecutivo Nacional y el BCV, las contradicciones no pasan desapercibidas para el menos detallista de los venezolanos o venezolanas. Cuando el hno. Nicolás, emite el Petro y señaló que el Bolívar estaría anclado al mismo, el Salario Mínimo; el BCV, lo desanclaba y dejaba al Bolívar, perecer ante la inclemente depreciación inducida por causa del dólar. Eran las fuerzas retrógradas de una directiva, de un banco central acostumbrado a regir sus políticas financieras por los mandatos de Washington en más de un siglo. El Petro, nace confrontado con el BCV, incluso, con el mismo Bolívar. Por eso es importante observar la reciente experiencia que la República Popular China, ha puesto en ejecución con su nuevo yuan digital. Esta nueva moneda digital, se espera que sustituya la moneda oficial china, el RenMinBi, ya que tendrán paridad 1:1, y será regida por el Banco Popular de China o banco central. Incluso, evalúan autoridades chinas, su posible anclaje al Oro, para darle extremada fortaleza y convertirla en lo que es el propósito, previamente definido, de ser además de moneda de curso legal, internamente, en territorio chino, la divisa internacional del comercio chino. Esta experiencia, marca una ruta ejemplarizante a considerar con relación al Petro, y en lo relacionado a lo que consideramos debe ser un reseteo del mismo. El Petro debe ser asumido por el Banco Central de Venezuela, su emisión y control, con paridad 1:1 con el Bolívar, que su respaldo, sea exclusivamente en Oro, que sirva además de moneda de uso corriente a lo interno de la República y también de divisa internacional, y que se denomine Bolívar-Petro (BsPtr). De manera, que los venezolanos y venezolanas, reciban sus remuneraciones y pensiones en BsPtr, al igual que sus bonos de protección. Asimismo, como complemento, reconvertir a la SUNACRIP en el Instituto de la Moneda Digital, un órgano de investigación-acción, adscrito al BCV, con rango de Superintendencia y vocería en la directiva del Banco Central, con voz y voto. Reconocer los fracasos propios, corregirlos y aprender de los aciertos de otros, es una acción revolucionaria de máximo valor ético…

Postscriptum: Estas reflexiones decidimos compartirla con los lectores y lectoras, para retomar el tema: Petro, que yace sepultado, en la opinión pública y peor aún, poco se debate entre trabajadores y trabajadoras, pensionados y pensionadas, cuyos gremios y sindicatos, tienen una visión reduccionista de la problemática económica, limitándose a exigir salarios “dignos”, otros más atrevidos en dólares; obviando, que en el mismo momento, que reciban sus sueldos y pensiones “dignas” o en dólares, la burguesía depredadora los convertirá en salarios y pensiones “indignas”, apenas cante el gallo, en las siguientes 24 horas. Como expresión de la aguda lucha de clases, que se vive en territorio bolivariano, en que la confrontación nación-imperio tiene su expresión concreta en el ataque a la moneda nacional, llámese Bolívar, Petro o dólar. Por lo que más que una moneda nacional, requerimos con urgencia, un arma no convencional, que destruya la fundamental arma del imperio: el dólar, para poder avanzar –con eficiencia- en el logro de la estabilidad de precios y la revalorización de la moneda nacional. El BsPtr, pudiera ser esa arma que tanto necesita el pueblo venezolano para poder avanzar en la restitución de su poder adquisitivo, destruido por la burguesía nacional aliada al imperialismo. Y, cuando decimos burguesía, no hablamos de un ente abstracto, hablamos de Fedecámaras, AD, Copei, VP, PJ, Guaidó y Cía…


Caracas, 12-07-2020



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Henry Escalante


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