Camino al Bicentenario de la Batalla de Carabobo estamos los revolucionarios más que obligados a dar el máximo de esfuerzo por desarrollar con ética bolivariana la lucha de ideas al combate ideológico para hacer lo que está planteado en el ideario bolivariano y chavista. Darle continuidad al legado que nos dejaron los héroes de esta fecha emancipadora es el gran compromiso a cumplir que tenemos hoy, frente a un enemigo poderosísimo, que nos acedia, que nos ataca y nos busca por todos los medios convertir a nuestro país en su patio trasero. Este elemento tiene que ser ventilado cuando nosotros analizamos otros aspectos; como la pandemia, la especulación, las elecciones inmediatas y mediatas, las gerencias de nuestras empresas, los sueldos y pensiones paupérrimas y hasta la forma y el contenido de legislar y hacer justicia.
Lo antes señalado nos impone también unificar criterios y accionar para que los funcionarios que en su mayoría son los que dirigen los destinos del PSUV, sepan pedagógicamente orientar al pueblo; pero no vemos o no queremos ver que hay funcionarios con escasa preparación revolucionaria, lo que se trasmite en deficiencias ideológicas en el seno del partido. Se puede tener una preparación militar, o un triborlado universitario; pero no tiene experiencia, práctica y vocación para trabajar en el seno del pueblo, ni sensibilidad social; está lanzando patadas al aire.
A pocos meses de elegir una nueva Asamblea Nacional, el asedio imperialista y la especulación se ha recrudecido en las bases populares, buscan romper los vínculos del pueblo con el gobierno, lo que reclama urgentemente la acción de los alcaldes y gobernaciones para que se hagan sentir en la lucha por la defensa del país y dejen la práctica de dar pasos en falso. Hay que visitar los barrios, desarrollar los Consejos Comunales e impulsar la unidad cívico militar, para las grandes batallas y retos a cumplir por la patria buena. Debe tener una sólida formación ideológica y revolucionaria que le permitan afrontar los embates del imperio gringo. El alcalde de Caroní, por ejemplo, debe abandonar el pantallerismo protagónico que le da el canal del Estado. A las masas no se les entusiasma con una fraseología hueca, de decir que se está haciendo, sin hacer nada; se les entusiasma con trabajo y más trabajo, con obras y más obras. Debe ir a las catatumbas del pueblo a curar sus heridas que son muchas.
En días pasados Nicolás Maduro expresaba que más que discursos, había que concretar en forma y contenido las acciones de los funcionarios. La pedagogía política y dar respuesta a los problemas, son elementos primordiales para un debate y acción en los 335 municipios del país. ¿Qué nos exigen y que damos de respuesta a los problemas? Los venezolanos estamos convocados a intercambiar ideas, planificar y actuar junto al pueblo para defender el proceso revolucionario; hoy más que nunca, vacilar es un grave error. Hay que ser coherentes entre el pensar, decir y el hacer