Nos abandonó Alonso Valdez Mederico, perdió su última batalla frente al Covid – 19; ingresó al chavismo una vez que sonaron las trompetas de avance de ese fenómeno telúrico que fue el comandante Chávez en el ideario político de la vida nacional. En todos los escenarios políticos y su actividad pública donde le tocó desempeñarse, siempre colocaba por delante, muchas veces corriendo riesgos, el estandarte de la antorcha de la revolución, de la crítica y de la condena si era preciso. Fué un militante activo de la Liga Socialista, llegando a ser el Secretario General por el estado Bolívar; pudo haber sido un diputado, alcalde o concejal; pero prefirió la senda escabrosa de ser un contestatario, de no arrodillarse ante los laureles del poder y eso lo frenó para entrar entre los elegibles. En Alonso se mezcló el político, el docente, el locutor, el empleado público y en todas se abrió paso con mucho profesionalismo, como una luz destellante. Como locutor, con su voz vibrante y contestataria, con ese discurso fuerte, recio y frontal; fue un lujo tenerlo en la nómina de algunas emisoras; como docente de la Universidad Bolivariana; lo hizo con mística, devoción y entrega. En el campo profesional prestó servicios en la alcaldía del municipio Caroní, luego en la Dirección de Hacienda en el municipio Piar de Upata, posteriormente en la dirección de Hacienda del municipio Cedeño en Caicara y finalmente estaba nuevamente en la Dirección de Hacienda de la alcaldía del municipio Caroní. En Caicara fue objeto de agresiones. Esa incorruptibilidad y de actuar con apego a la Ley le tocó que afrontar dos atentados; el primero en 2008; fue sometido bajo arma, le robaron su carro y con ello un maletín con documentos que comprometían a ciertas personas; el otro el 29 de octubre del mismo año, en Caicara, en momentos que llegaba a su casa de habitación fue increpado salvajemente por dos sicarios, le cayeron a golpes ocasionándole graves heridas. En esta ciudad Caicareña, en cumplimiento de su deber cerro casinos; cobro deudas morosas; o sea se metió con los amos del valle y esto tiene sus riesgos y deja sus enemigos que luego actúan bajo el amparo de las sombras.
En todos los 11 de Abril, fecha en que conmemora la batalla de San Félix, en la Mesa de Chirica y el Cerro el Gallo, que libro el Libertador de Guayana, el generalísimo Manuel Carlos Piar; repartía el folleto Tomasote, en recuerdo al indio Tomas Caurima que se inmortalizó en la batalla de San Félix, así también era presencia obligada en todos los desfiles de Primero de Mayo que partía del mercado de Chirica.
Hoy nos mueve sentimientos de tristeza al despedir a este líder social irreverente, incorruptible, batallador, luchador incansable por las causas justas. Vaya mis sentimientos de solidaridad para su esposa, para sus hijos, para Antonio y todos sus hermanos en estos infaustos momentos que despedimos a este amigo. La vida que descuellan por su quehacer diario, por su apego a los principios, por sus concepciones políticas, nunca mueren se hace eterna en el recuerdo. Vuela alto Alonso Valdez.