Por aquellas casualidades de la vida, una mujer de nombre María Pérez, de esta patria grande, me hizo llegar esta carta, rogándome SE LA PUBLICARA. Ahí se las dejo, con puntos y comas.
Por medio de la presente me tomo la libertad para dirigirle estas cortas líneas de esta adulta mayor y expresarle mis respetos y admiración. He seguido de cerca su larga trayectoria política y profesional que lo ha hecho con mucho apego a la honestidad, la verdad y la objetividad, en algunos casos a sabiendas del riesgo que corría en la IV República; viniendo también de las comodidades de la clase media, no vaciló en escoger las sendas escabrosas y empinadas, enfrentando a un régimen opresivo, para ponerse al lado de los desamparados y salir en defensa de sus derechos humanos y tener cohesión en su pensar, decir y sentir. Su conducta ha sido un norte, caracterizado por darle el mismo trato a tirios y troyanos. Ha sabido con mucho tino cultivar amistades de la izquierda, como en aquellos que están en el lado opuesto; con el presidente Hugo Chávez logró una empatía, desde el mismo momento que pronunció su "por ahora", acompañándolo en las buenas y en las malas hasta su partida. Siempre he sido lectora de sus entregas semanales de su columna en Ultimas Noticias y una asidua televidente, de su programa dominguero "José Vicente Hoy"; en su estilo pionero de la televisión venezolana, donde mostraba su ética periodística, su humildad y don de gentes; por allí pasaron lo más graneado de la política, mostrando con todos los invitados un trato ecuánime. Es bueno destacar que con todos o mejor dicho absolutamente con todos siempre estaba presente la cordura, la sindéresis y la sensibilidad social. Espero, Dios mediante, volverlo a ver en su programa. Es usted una persona de luz. Desde lo más profundo de mi corazón le deseo buena salud del tamaño de la tierra al cielo. Y que tenga muchiisimas….bendiciones.