Nos congratulamos que haya superado satisfactoriamente esta terrible enfermedad, para beneplácito de su familia y del pueblo venezolano. Retando a sus propias capacidades físicas, pero con la misma fuerza, convicción, dedicación y porque no decir estado de ánimo, regreso Diosdado CON EL MAZO DANDO, a dos meses de haber contraído el Convid – 19 y luego de haber salido airoso, pero dejando sus secuelas por ahora. Gracias a Dios, a las creencias del pueblo, a los espíritus de la sabana y a José Gregorio Hernández ya está con nosotros.
Este es un programa didáctico, magistral de la historia contemporánea; puntual de la revolución venezolana que desnuda las mentiras de la oposición golpista y sus jefes imperiales. Donald Trump y sus secuaces no han tenido empacho en ponerle precio a la cabeza de su conductor. En esta oportunidad lo vimos comentado el indulto del presidente Maduro para a algunos de los políticos presos, otros fuera del país o dentro de él, pero con ordenes de captura. Específicamente quienes participaron en la acción militar del 30 de abril del 2019, varios de ellos diputados, estaban en las cercanías de la base militar La Carlota, en que se intentaba derrocar al presidente Maduro y otros con acusaciones no tan santas ligados al magnicidio, acciones terroristas, y poniendo en su sitio a los consagrados enemigos de la patria, como es el imperialismo y una comparsa de malandros, lacayos y apátridas que son los que hacen el trabajo sucio y se mueven al son de la música que le toca el Departamento de Estado que habita en la Casa Blanca. Habló que se han cometido errores; pero eso no se inhibe en creer en las potencialidades del pueblo. Que no le fue fácil superar el coronavirus, sus ahogos y su aislamiento; donde hay momentos que no se puede respirar y la voz se transforma. Hasta en una de sus apariciones por TV en conversación virtual con el presidente Maduro, muchos dijeron que no era su voz.
Pese a que su programa duró dos horas, tuvo tiempo suficiente para pasearse por lo más sórdido de la política colombiana y las posiciones guerreristas de su sub presidente Iván Duque con nuestro país y a las matanzas que a diario se dan en ese país, contra un pueblo inerme. Luego fue leyendo en su cartelera habitual, a lo más granado del golpismo, el apocalipsis, sus metidas de pata y ese mar de contradicciones que cada día los acerca más a su tumba política. Una oposición como los señaló Diosdado, que si esas mismas acciones las hubiesen cometido en la IV República hubiesen sido candidatos a ser desaparecidos, asesinados, lanzados desde un helicóptero o aspirantes a un "homicidio múltiple"; como Cantaura, Yumare o el Amparo, como ahora llama a las masacres el prócer de la muerte que hoy ocupa la casa de Nariño en Colombia.
Ayer Chávez llamó a la unidad, hoy Maduro llama al diálogo. Vendrán meses críticos de combate y de lucha. Mucho cuidado que el enemigo no duerme en eso de mover los tentáculos para agredirnos. UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA.
