Venezuela no tiene nada que celebrar con el triunfo de Biden, creemos que no se va a producir ningún cambio significativo. Continuarán las sanciones y demás ensañamientos; por encontrarse nuestro país en el ojo del huracán; de ser el primer país en reservas certificadas de petróleo y por guardar en su seno recursos minerales de todo tipo. Debemos puntualizar, que en la derrota de Trump fueron determinantes algunas variables, entre ellas:
1.- A Trump dentro de las diversas causas que permitieron su derrota obedece a la poca importancia que le dio a la pandemia. Solo se limitó a darles trapitos de agua tibia y a referirse al Covid 19 con cierto desdén como una gripe común o el virus chino. Sus estadísticas señalan como han salido infectados a 35 millones de estadounidenses. De tal forma el coronavirus se le fue de las manos.
2.- Otro de las causales que privó en perder las elecciones, fueron sus ímpetus de ponerse al lado, respaldar y abogar por la supremacía blanca, situación esta que despertó una inusual persecución racial y asesinatos a afrodescendientes, hasta tal punto de incendiársele el país con manifestaciones de extremo a extremo, llegando a violaciones de los derechos humanos. Mientras tanto Trump no se detenía hacer evaluaciones buscando los orígenes de tales explosiones raciales.
3.- No se ocupa en atender los problemas internos; sino que despertó una obsesión y persecución desmedida al derrocamiento del presidente Nicolás Maduro, a quien le puso precio a su cabeza, haciéndolo a través de tuitter, alocuciones y de sus colaboradores más cercanos, incentivando acciones terroristas, intentonas de golpes de Estado, invasiones, sanciones de todo tipo, destruyó nuestra moneda, se apoderó de una de nuestras empresas emblemáticas en ese país, como lo es CITGO. Para apropiarse de nuestros recursos y bienes que tenemos en el exterior, inventó la figura del autoproclamado para “justificar” el robo esos patrimonios en el exterior. Al parecer, solo tenía en su mente una fijación enfermiza por Venezuela y Maduro, olvidándose en solucionar los problemas prioritarios de EEUU.
4.- Detrás de los deliberados ataques guerreristas que hemos recibido de Colombia, invasiones, caso monómero. Las posiciones desestabilizadoras del cártel de lima, de Bolsonaro desde Brasil; uniéndose la Unión Europea que también se anota dentro de ese macabro plan de dar al traste con la revolución bolivariana, estuvo metida la sombra de Trump.
5.- Donald Trump en su afán de tildarnos de cualquier cosa, ha tenido el tupé de señalarnos como país narcotraficante, colocando en el mar Caribe naves y aeronaves pertrechado de armamentos para controlar una supuesta salida de drogas de Venezuela, que dicen combatir. Estas salen tranquilamente por el Pacifico a EEUU desde Colombia, que demás está decir, tiene el honroso récord de ser el primer país productor y narcotraficante del mundo y, EEUU como consumidor.
6.- En las últimas apariciones en público se ha visto a un Donald Trump desencajado, como fuera de la realidad, señalando incoherencias de fraude y de robarle las elecciones, sin tener evidencias; aunque en el fondo puede tener algunos visos de realidad. En una de ellas obligó a las principales cadenas de televisión, sacarlo del aire, en momentos que se dirigía al país, incitando a sus partidarios a la violencia, entre ellas: MSNBC, ABC, CBC, CNBC, NBC. CNN, no lo sacó; pero uno de sus ejecutivos escribió en un tuitter que “el discurso de Trump, esta noche fue el más deshonesto de toda su presidencia”. También le fueron eliminados cerca de nueve tuitter que insistía en el fraude. Hay que resaltar que para las grandes Corporaciones y Transnacionales que son los que realmente gobiernan a ese país, Trump resultaba un presidente incómodo. No se han dado cuenta que incondicionales y arrastrados como un Marcos Rubio, no lo pensó dos veces para marcar distancia y situarse al lado de Biden. Hasta los mismos Republicanos y Guaido saltaron de la barca como ratas, dejándolo solo con su cantaleta fraudulenta.
7.- Tanto Trump, como Biden en su careo electoral se acusaron mutuamente, de separar a niños de sus padres inmigrantes, de los cuales existen, últimamente con la administración Trump cerca de 500 niños, que los padres que fueron deportados, desconocen su paradero.
8.- Donald Trump puede llegar a ocupar el lugar de ser el presidente de ese país, como el más perverso, cruel, cínico y sanguinario, por donde han pasado toda una cohorte de especímenes de todo pelaje, con la salvedad que ninguno de ellos pudo ser peor que Trump, con la salvedad de Harry Truman, que lanzó dos bombas nucleares a Hiroshima y Nagasaki, ciudades inermes que ya se habían rendido.
9.- Con el arribo de Joe Biden al poder, no hay que abrigar mayores esperanzas. En una de las visitas que llevó a cabo Biden a Florida, bastión de la gusanera cubana y exilio venezolano, no se sabe si fue para congraciarse con ese voto republicano y que en otras oportunidades han decidido elecciones, señaló que “Maduro es un dictador, así de sencillo. Está causando un sufrimiento increíble al pueblo venezolano para mantenerse en el poder”. Además que Biden como todos los mandatarios que han llegado al solio presidencial, siguen a pie juntillas la Doctrina Monroe; con aquello de América para los americanos y no van a dejar, así por las buenas a Venezuela, que se ha convertido en la joya de la corona, despertando por parte del imperio un voraz apetito por ponerle mano a todos nuestros ingentes recursos. El interés que ese país tiene sobre Venezuela, no es político, es económico y ellos no van a dejar de estar detrás de ese botín así a las primeras de cambio. Existen optimistas que dicen que puede presentarse una lucecita al final del túnel. Por ejemplo Cilia Flores ha dicho, que con la llegada de Biden, puede abrirse unos compas de “ajustes y decentes conversaciones con el gobierno de EEUU”. Amanecerá y veremos.
10.- Hay que reconocer que en este proceso electoral se ha despertado en el pueblo norteamericano una conciencia, ya no son esos dos mastodontes; de republicanos y demócratas; también se están abriendo paso otras maneras de pensar y de actuar. Dentro de esos 145 millones que sufragaron, están 32 millones de latinos que no son del stablishment norteamericano, son sectores contestatarios que están saliendo con un discurso diferente. A través de lo tuitter, canciones de protesta, raperos y la lucha que libran los afrodescendientes contra la supremacía blanca, son actitudes que avizoran algo nuevo. Para culminar, tenemos que decir que Trump, se va con fraude o sin fraude; mientras que Maduro se queda… se queda.