Para el momento en que escribo estas líneas, van 338 días desde que el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en uso de sus atribuciones constitucionales y legales procedió a la declaratoria de estado de excepción por alarma, en medio de la contingencia producto de la pandemia global de la Covid 19 en el país, es decir, el próximo 13 de marzo cumpliremos el primer año que hemos estado afrontando una situación inédita no solo en nuestro país, sino en la historia de la humanidad por esta generación.
Ha habido un intenso debate sobre el manejo de la pandemia por parte del Ejecutivo Nacional. Que si las cifras son las reales o no, que si hay subregistro, y toda una serie de especulaciones que no ayudan. Pienso que para opinar sobre el tema de la Covid 19, hay que basarse en datos concretos, más allá de la mera subjetividad que podemos tener, que tampoco es que la descartemos de plano.
Lo que si debo señalar que, así como en la entrega anterior hice un resumen y consideraciones con respecto al informe de la relatora Alena Douhan, pues sería mezquino no reconocer el inmenso esfuerzo que hace el gobierno de Nicolás Maduro en cuanto a como se ha afrontado esta pandemia. Esto tomando en cuenta el asedio y bloqueo que hemos sufrido para el acceso a medicamentos e insumos médicos para afrontar este virus.
Las cifras que exhibe Venezuela en cuanto a sus casos registrados, los recuperados, casos activos podríamos considerarlas como de primer mundo y eso es heroico. Países como Colombia, Chile, Argentina, México, entre otros, que no son víctimas de políticas de cerco y asfixia económica y financiera, tienen tasas de casos activos y de letalidad muy superiores a nuestro país, esto si tomamos en cuenta que todos los países del mundo tienen subregistros en cuanto al manejo de la pandemia.
Incluso podría decir mucho más. Porque esto es bueno que se diga y escriba, cuando dentro de cuatro semanas cumplamos el primer año de esta cuarentena colectiva, social, voluntaria que ha tenido que darse en medio de una excepción por alarma. Pero más allá de las consideraciones constitucionales, legales, hay que señalar las sociales. Y en el caso de Venezuela, la pandemia de la Covid 19 realmente empezó fue después de la primera quincena de mayo del año pasado.
Señalo esto porque habría que buscar los registros de casos desde el 13 de marzo de 2020 hasta esa fecha que acabó de indicar en el párrafo anterior, cuando se registraban en promedio 6 casos, y no se registraban fallecidos. Es decir, teníamos una curva totalmente aplanada del virus; y en base a esas estadísticas más el estudio del caso de Wuhan, es que proyectamos en su momento la entrada de la fase de Normalidad Relativa y Vigilada (NRV) que podíamos catalogar como en una especie de levantamiento de la cuarentena.
Ahí fue cuando empezaron los trocheros a hacer su trabajo, y los casos se incrementaron de 6 a miles de casos, y las cifras de fallecimientos comienzan a incrementarse. Recuerdo las explicaciones que en su momento daba el entonces Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información y Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, hoy diputado y presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez Gómez, quien por ser profesional de la salud y estudioso del tema, era el que mejor daba los partes y explicaba la evolución de la pandemia de la Covid 19 en el país.
Una de esas explicaciones tenía que ver con las cepas que ingresaban al país de la Covid 19, sobre todo cuando el caso del mercado Las Pulgas, porque la mayor tasa de letalidad en cifras absolutas del virus está ubicada en el estado Zulia, debido a ser un estado fronterizo con la vecina Colombia.
A todas estas, al hacer estas consideraciones, estoy entrando al punto que me motivo a titular el artículo como lo he hecho. A una estadística y a una serie de consideraciones que, pienso debería incluir la Comisión Presidencial para el Seguimiento y Prevención de la Covid 19 en Venezuela.
Y es que debería de explicarse con mayor detalle el incremento de la mortalidad por Covid 19 en el país. Si bien hemos visto en las últimas semanas que diariamente la cifra de fallecidos se ha mantenido entre las 6 y 7 personas, sería importante que se tratará, de ser posible, de explicar ante la opinión pública nacional e internacional el por qué de esta situación, a los fines de evitar o en su defecto minimizar los impactos de las campañas mediáticas de los medios de difusión y propaganda de la derecha nacional e internacional.
Sin duda una de las preocupaciones que ha tenido el Jefe del Estado Nicolás Maduro, y creo que hay que apoyarlo en ello, es que así como en las últimas semanas hemos visto una ralentización en el número de casos, el incremento en las tasas de recuperación de pacientes y el descenso paulatino, aunque sostenido de los casos activos, la tasa de fallecidos, aunque comparada con otros países del mundo, es realmente una de las más bajas, no obstante su cifra sigue incrementándose diariamente.
Tal vez lo que plantearé será una utopía, pero no está de más que lo haga. Debemos volver, dentro de lo que podamos, a las cifras del inicio de esta contingencia, y a un total aplanamiento de la curva de la infección en el país. Claro, entiendo que este esfuerzo no es exclusivo de Venezuela, si Colombia, Brasil, Guyana, Aruba, Curazao, Bonaire y Trinidad y Tobago no controlan sus brotes, e incluso llegar a tasa de mortalidad cero.
Ese deseo de tasa de mortalidad cero por Covid 19 no sólo es el deseo del presidente Maduro sino de los venezolanos y venezolanas de bien, independientemente de nuestras simpatías políticas o ideológicas.
En mis registros, de los 338 días que tenemos de cuarentena, tres han registrado cero decesos: el 23 de marzo, 11 de abril y 28 de abril de 2020. Debemos llegar incluso no sólo a días que no se registren decesos, sino a días que no se registren casos de la Covid 19, como fue al principio.
Es una modesta recomendación de un vocero popular y activista en materia de Derechos Humanos.
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!