Reminiscencias de la historia venezolana (Parte VII)

Inicio de la esclavitud en territorio de Venezuela y demás provincias del Continente



“Igualados a las bestias salvajes, la irresistible fuerza de la naturaleza no más ha sido capaz de reponernos a la esfera de los hombres; y aunque todavía débiles en razón ya hemos dado principio a los ensayos a la carrera a que somos predestinados”.
Simón Bolívar.
(Discurso de instalación del Gobierno de las Provincias Unidas. Bogotá, 23 de enero de 1515).

Debemos recordar que los pueblos originarios del hoy Continente Americano, hacia el año 5000 A. C. según investigadores y estudiosos de la Historia de los pueblos originarios del Continente Abya Yala, habían generado un modo de producción y distribución comunal, que se basaba en una relación de producción y distribución colectiva, donde no existían explotados ni explotadores; un modo de producción fundamentado por el impulso de la agricultura y en la fabricación de instrumentos para el trabajo en la alfarería. El trabajo generaba un valor, que se expresaba en valores de uso, que se realizaba a través del sistema de intercambio, mejor conocido como trueque. No existía la propiedad privada ni las clases sociales.

Con la llegada de los conquistadores a este Continente, se originan cambios violentos muy significativos en la organización social, económica, religiosa, cultural y política de los pueblos originarios. Los pueblos que habitaban el Continente Abya Yala, a la llegada de los europeos fueron sometidos a un sistema de de explotación y opresión, bajo condición de esclavos o vasallos de la corona. La mayoría de estos pueblos perecieron como consecuencia de las guerras, del trabajo forzado y las enfermedades por ellos desconocidas. Otros abandonaron sus lugares oriundos, como ya lo hemos expuesto en anteriores entregas, para internarse hacia regiones fuera del alcance de los conquistadores, en áreas selváticas. Las consecuencia de este modo de explotación esclavista y antihumano, no sólo afectó la habitabilidad territorial y la existencia y respeto a la vida del nativo, sino también, que estas etnias en resistencia, fueron psicológicamente intervenidas en su ser tradicional, espiritual y cultural, que hicieron desaparecer su esencia como etnias vernáculas, iniciándose un proceso forzado de mestizaje, olvido y desconocimiento de las raíces originarias.  

La esclavitud se inicia con la llegada de los españoles, desde el mismo momento del llamado “Descubrimiento”, que no fue otra cosa que la invasión extranjera, a estos pacíficos y tranquilos pueblos aborígenes, donde los seres humanos que lo habitaban vivían en plena libertad, mediante reglas de convivencia con la naturaleza y su maravillosa cosmovisión, conjugada con los fenómenos naturales que les permitía vivir en plena armonía con el entorno ambiental, con sus mitos, leyendas, tradiciones y sus dioses, cuya naturalidad aborigen fue truncada con la llegada de los españoles,
Según Sejourne,

“Colón abre el camino a la violencia, en su segundo viaje, tuvo que capturar a los aborígenes y lanzar la rabia de los perros contra ellos para dar cumplimiento a los compromisos adquiridos como compensación de los gastos de las expediciones: cargamentos de esclavos, ya que hasta los salarios de los marinos eran pagados con los esclavos que ellos mismos capturaban”.

Cuando apenas se iniciaba la invasión a Venezuela, en 1498, los conquistadores descubren la gran riqueza perlífera en las costas venezolanas, entonces desde ese momento comienza a requerirse la mano de obra esclava, y se da el inicio del secuestro de los nativos para convertirlos en buzos, para la extracción de las perlas desde el fondo del mar, lo cual representó, una de las primeras fuentes de riquezas para la recuperación de la deteriorada economía española del momento y el enriquecimiento de los tenientes, capitanes y demás funcionarios de aquella nefasta administración, que ya estaban al frente de la conquista, en diversos lugares del Continente.

En la primera expedición encabezada por Nicolás Federmann, que atravesó el territorio ayamán, en 1530, fue cuando se inició la imposición de la esclavitud a estos pueblos; partiendo desde Coro, como Federmann lo relata en su diario: “El doce de septiembre del año treinta partí con ciento diez españoles a pie y diez y siete a caballo, y un centenar de indios naturales”. Por supuesto, el centenar de naturales eran esclavos de carga, (caquetíos) pasando luego al territorio de los jirajaras, donde engrosa ese grupo de esclavos, con nativos de ese pueblo y luego llega al territorio Ayamán, donde el reclutamiento no fue nada pacífico, como Federmann lo describe: “trajeron unas ciento cincuenta personas hombres y mujeres, que habían capturado al asaltar un pueblo (…) pues los habitantes se habían defendido, negándose a venir a visitarme voluntariamente”.

Se considera que en estas travesías de las tropas expedicionarias de los europeos, quienes más sufrieron las nefastas consecuencias de los atroces conquistadores, fueron los aldeanos Ayamanes. Aunque es muy poco lo que aparece escrito de este pueblo aborigen, en la historia llamada oficial, podemos deducir por los relatos de Federmann y otras fuentes, que este pueblo aborigen jugó un importantísimo papel en la resistencia, que aún hoy nos encontramos con sus descendientes en diversos pueblos del territorio de los estados Lara y Falcón, donde se mantuvieron subyacentes, y hoy conviven, aún con sus tradiciones y rituales mágico-religiosos, lo que nos da a entender que desde 1530, hasta la tercera década del siglo XVII, el acoso a estos habitantes nativos fue atroz, ya que la ruta establecida por los conquistadores, atravesaba todo el territorio Ayamán, que tuvieron que combatir con heroísmo, aún en desventaja bélica frente al invasor, lo que produjo que unos, fueron obligados al sometimiento esclavista, a los repartos y encomiendas; otros, al etnocidio y los más afortunados en medio del infortunio, (valga la redundancia) no les quedaba otra opción que abandonar los pueblos de su habitación ancestral, para internarse en la montañas, donde la vida les era incómoda e inhóspita, pero era la única alternativa de sobrevivencia y gracias a esa resistencia, hoy contamos con la presencia de descendiente de esta valiente etnia vernácula que podemos encontrar en el Cerro de Moroturo, Municipio Urdaneta del Estado Lara, San Pedro de Mapararí del Estado Falcón y en otros pueblos de estos estados al igual que en el Municipio Turen del Estado Portuguesa, donde también hay presencia importantes de un grupo organizado culturalmente de descendientes del pueblo Ayamán, que ha venido haciéndose sentir en los encuentros culturales desde finales de la última década del siglo XX, con la presentación pública, dando a conocer sus costumbres y tradiciones mágico-religiosas en la manifestación de la danza de La Turas, después de varios siglos de invisivilización como pueblo originario.

En Venezuela, la esclavitud se inicia en las primeras décadas del siglo XVI cuando los europeos secuestran a los habitantes originarios de la zona de Margarita, y los obligan a sumergirse en mar, para extraer perlas. El fraile Bartolomé de las Casas escribe: 

“Obligaban a los indígenas a sacar perlas de la manera más cruel... No hay peor suplicio infernal que se le pueda comparar... Los metían a la mar a cinco brazas de hondo desde la mañana hasta ponerse el sol. Si tratan de descansar los apuñalan. En pocos días mueren sangrando por la boca o los devoran los tiburones. La mayoría prefería morir ahogado antes de continuar el suplicio... Un barco puede viajar desde esta isla hasta la Española, guiándose sólo por los cuerpos despedazados de indios que flotan en el mar”.

Es importante destacar en este estudio, que a la llegada del navegante Cristóbal Colón a este Continente, en 1492, el trafico, compra y venta de seres humanos, tratados como “piezas” de mercancía, para ser utilizados en la mano de obra gratuita, para el sostén la criminal empresa de conquista y colonización aumentó, por la demanda de miles de esclavos, necesarios para repotenciar económicamente la arruinada economía del Reino de España. La trata humana se convirtió en un gran negocio para latifundistas, comerciantes, negreros y reyes europeos, por lo que se inicia el acoso, persecución y secuestro de los nativos para convertirlos en “piezas” y venderlos como esclavos.

El exagerado trato inhumano hacia los aborígenes por parte de los esclavista y conquistadores europeos, produjo un grandísimo descenso en la población originaria, debido a la muerte de los nativos como producto de los martirios impuestos mediante el sistema esclavista, por enfermedades contagiadas por los propios europeos; el despoblamiento forzado de los habitantes nativos, fue el motivo que disminuyó la mano de obra esclava nativa, entonces los españoles se vieron en la necesidad de importar esclavos desde la tierra de la Madre África; incluso, el fraile Bartolomé de las Casas  recomendó la importación de africanos para eliminar la escasez de la mano de esclava, para el beneficio de acrecentamiento y recuperación de los capitales del Reino Español y el Portugués que se encontraban en bancarrota.

Los esclavos de origen africano eran usados en las haciendas y obrajes así como en la minería. Los primeros esclavos que fueron traídos a este Continente, fueron solicitados por los frailes franciscanos,  para trabajar en las plantaciones a finales del siglo XV. El año 1518 es la fecha en la que la Corona Española dio la primera licencia para introducir cuatro mil africanos en este Continente durante ocho años, que por mucho tiempo fueron una fuente de ingresos para los gerentes de Europa en estas tierras. Además del negocio oficial de captura compra y venta de seres humanos, hubo también el contrabando de esclavos ejercido por piratas y comerciantes.

Se estima, según algunas fuentes investigadas que fue en el año 1526, que por primera vez fueron introducidos en Venezuela esclavos africanos, pero no fue hasta 1560 cuando aparecieron los primeros barcos negreros, franceses, ingleses, portugueses, holandeses, los que dieron inicio a la trágica historia del comercio de seres de humanos. Según datos de la O.N.U. En cuatro siglos se deportaron cerca de 17 millones de personas del Continente Africano, para ser llevadas a las islas del Caribe, Suramérica y Norte América.

En las incursiones que organiza Alfínger desde Coro, los indios capturados los traían, como esclavos. Coro se convierte en el mercado de “mercancía” humana. Oscar Beaujon, en la obra “Historia del Estado Falcón”, Dice:

(…) el descubridor, D. Cristóbal Colón, el iniciador del tráfico de indios y por supuesto esclavos, dando origen al régimen de esclavitud que, luego se extendió a una raza de hermandad en sufrimientos y en luchas por la conquista de la libertad con la raza indígena, que fue la raza negra.

Y para el siglo XVI algunas naciones europeas habíanse constituido en mercado de tráfico de esclavos, llegando a fusionarse indio y negro en el lenguaje colonial de la esclavitud.

-Y acota este autor citando a Gil Fortoul que- Los primeros negros llegados a Venezuela vinieron con Alfinger en 1529, quien llegó “con 780 hombres alemanes, españoles, portugueses y algunos negros de Nueva Guinea”.

Más adelante Beaujon señala que: el Obispo Ballesteros, en octubre de 1550 (…) pide al Rey “le mande treinta negros” para que reparen la acequia que lleva agua a Coro, lo Cual se resuelve dos años más tarde, con la Cedula Real del 5 de abril de 1552, autorizando al Licenciado Alonzo Arias de Villasinda para la importación de esclavos.

Acosta Saignes citado por Beaujon, dice:

“ Para finales del siglo XVI, los mercados negreros portugueses, ingleses y franceses, despachaban “toneladas de negros” para Venezuela; el Gobernador Mazariego pedía 1000 esclavos para Venezuela, en 1676 representantes de varias poblaciones entre las cuales se encontraba Coro, se gestionaba la importación de 1300 piezas negras, de las cuales le correspondían, a la ciudad de Coro, cien piezas de dichos esclavos, (…) que debían proceder de Cabo Verde, de nación urafaras, branes, mandinga o zapes y debían llegar por Borburata.

Los barcos partían de Europa con mercancías y también productos oro, plata, perlas, cueros, azúcar, café, arroz y tabaco producido en esta fértil tierra de Abya Yala y los llevaban a África para canjearlos por seres humanos, africanos, que luego eran transportados a este Continente encadenados para venderlos en los puertos de nuestro Continente como “piezas” de comercio. .




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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

 reinaldoc06@gmail.com

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