De la Batalla de Carabobo al Socialismo del Siglo XXI

Las más importantes campañas emprendidas por el ejército Libertador neogranadino se desarrollaron entre 1819 y 1825. No obstante, hay que destacar que la I Batalla de Carabobo (1814) fue una batalla de la Guerra de Independencia de Venezuela, en la que las fuerzas de la II República al mando de Simón Bolívar derrotaron a las fuerzas españolas al mando del Mariscal de campo, Juan Manuel de Cajigal y Martínez. Luego, en 1821 llega el momento decisivo para la historia de la Gran Colombia. La idea definitiva del libertador Simón Bolívar, tras varios cambios, prevé un gran movimiento concéntrico desde varias direcciones sobre Caracas. Al amparo de dos maniobras destinadas a llamar la atención del comandante en jefe español, el mariscal La Torre, sobre sus alas, el propio Bolívar, al que se unirá Páez con sus tropas de los llanos, ataca al grueso del ejército real. La batalla que decide el resultado de la guerra se libra el 24 de junio en Carabobo, donde los independentistas sumaban cerca de 6.400 infantes y 2500 caballos; mientras que La Torre contó con 4.300 infantes, 1551 caballos y 62 artilleros con dos piezas de a 4. Venezuela se encuentra de pláceme al conmemorar los 200 años de la Batalla de Carabobo, un hecho que se suscitó gracias a los aportes que dieron los generales del Estado Mayor General (Sucre y Ayala), quienes diseñaron el Plan de la Campaña de Carabobo, en 1820, cuya táctica fue la de apartar de la batalla al mejor General español José Pereira, un gran estratega del ejército realista. De esta proeza el historiador Linos Duarte expresa en su libro Historia Patria que "el éxito de la campaña de 1821 no fue producto de la fortuna o de la buena suerte. Ella se estudió con frialdad, se meditó con todo sus detalles, se ejecutó con plan fijo, con movimientos combinados científicamente y hasta indicando el lugar donde se daría la batalla final. Bolívar transformó su gloria de caudillo por la de guerrero… Sucre trazó magistralmente la campaña de 1821. Bolívar la ejecutó con precisión militar, para aquel la gloria de la concepción y del genio, para éste los honores del triunfo; para Páez los laureles de la victoria; para Cedeño y Plaza las palmas del martirio".

No hubo gesta tan significativa para este continente como la Batalla de Carabobo, dirigida por el hombre más importante de la historia del siglo XIX (según la BBC de Londres), porque esta fue dirigida para la liberación de la Patria Americana, significó el nacimiento de Colombia, el campo de Carabobo fue el epicentro geopolítico de esta estrategia. Como muy bien lo señala el propio Bolívar, en su parte oficial de guerra de esta batalla, al día siguiente: "ayer se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político de la República de Colombia". La liberación de este país fue concebida por Bolívar en 1819, nace en Carabobo en 1821 para convertirse en un Estado-Nación, a los fines de convertirse en potencia e impulsar la liberación de este continente. En el campo de Carabobo Colombia deja de ser un proyecto para convertirse en un Estado tangible, con estructura gubernamental y un objetivo para el resto de la región. Aunque la oligarquía colombiana cree que los libertó el capitán América, la gran verdad es que la tierra de Bolívar creó a Colombia; es decir, Venezuela es la madre de la libertad de América. En Carabobo nace un nuevo Estado integrado por Venezuela, Nueva Granada y Ecuador, raíz del proyecto del americano más prominente, Bolívar. Es importante resaltar que los combatientes patriotas no utilizaban uniformes, combatían descalzos, casi sin ropa, contaron con gran cantidad de caballos salvajes, pocas armas de fuego y cañones, sus instrumentos de guerra favoritos eran las lanzas, los machetes, los cuchillos; sin embargo, la llegada de legionarios del extranjero (experimentados militares británicos), sirvió para que el libertador aprovechara su experiencia y se conformara un ejército patriota más efectivo, sumado con la impresionante caballería llanera liderada por Páez. Esta superioridad se demostró contundentemente en Carabobo. Se unieron las nuevas armas de fuego con las ancestrales lanzas artesanales, los descamisados y descalzos con los uniformados, el estilo de los ingleses con la sencillez de los patriotas, para derrotar a un poderoso ejército imperialista que pretendió humillar este territorio, donde surgió la soberanía: promesa de Bolívar en el Monte Sacro.

Estamos ahora en una fase inicial para pasar de la Batalla de Carabobo a la III victoria: es la Batalla por la construcción de la Patria Grande, la cual será una tarea de todos los bolivarianos de este continente. En esta batalla no pueden ir los distraídos como José Pereira, ni los realistas vende patria de la derecha que le hacen comparsa al imperio estadounidense, tampoco el medio izquierdista, o los trasnochados maduristas que dolarizaron este país y que pretenden entregarlo a la burguesía empresarial. La mal llamada burguesía revolucionaria y los traidores a Chávez perdieron toda su capacidad, su discurso quedó en el vacío, solo se dejaron llenar su ego y sus cuentas. Si la Batalla de Carabobo fue determinante para sellar nuestra independencia, entonces el Socialismo del Siglo XXI (la III victoria hacia la construcción de la Patria Grande), rubricará de una vez y para siempre la emancipación del imperio, la autodeterminación de toda América, la reivindicación de nuestros hermanos indígenas y de color, la justicia para los pobres y la libertad total de la esclavitud a la que sometió el poder oscuro a los habitantes de estas tierras; de la mano de los descamisados, de los estudiantes, campesinos, amas de casa, cultores, artesanos, de la lumpe, de los indios y todo afrodescendiente que sienta la Patria hasta en las vísceras. El socialismo será la garantía de un continente más humanista. Es necesario liberar la patria de sus innobles hijos, de los traidores, que con sus corrientes baratas, proyectos acomodaticios a merced del imperio la prostituyen, y esta debe empezar en el propio escenario de estos acontecimientos, en Carabobo. Luego, como un efecto dominó, en los demás estados de Venezuela, por el fracaso que han tenido sus gobernadores y protectores en las políticas públicas de salud, educación, servicio eléctrico, de transporte y comunicación, mal manejo en la distribución del gas, alimentos y gasolina, por la ineptitud en la falta de control en la especulación de los precios, en fin. La democracia participativa y protagónica es letra muerta, pues ellos deciden, participan solo sus cogollos o los grandes del partido. Tantos fracasos e ineficiencias de todos los gobernadores y protectores significa que algo anda mal, que el proceso, la cúpula del partido y el presidente, se equivocaron nombrando líderes que no estaban a la altura de las circunstancias que se vive, que no hay compromiso y formación de consciencia, mucho menos conocimiento del significado espiritual y vibracional de Venezuela. Ordenando nuestra casa, seremos un ejemplo de disciplina revolucionaria para los demás pueblos del continente, luchando contra este modelo salvaje capitalista e ir hacia lo concreto. Nuestra próxima III Batalla solo podrá ser superada por la de 1821 sí y solo sí vamos unidos con el proyecto de Bolívar y el Plan de la Patria ideado por Chávez, con la mira de la refundación ética, moral, cultural, política, social y económica de la nación. El inicio de esta batalla empezó con Chávez, nosotros estamos obligados a continuarla, es el morral que los bolivarianos debemos asumir para materializar el juramento de Bolívar, por un lado; por el otro, hacer la revolución con los patriotas, con las armas de la razón que nos avala, defendiéndola hasta la muerte como Chávez.

Fecha: 13/06/2021

(*) esmeraldagr2309@gmail.com

Lcda. en Administración



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2425 veces.



Esmeralda García Ramírez

Licenciada en Administración Articulista

 esmeraldagarcia2309@gmail.com

Visite el perfil de Esmeralda García Ramírez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Esmeralda García Ramírez

Esmeralda García Ramírez

Más artículos de este autor