La situación política y económica de Venezuela es delicada, a excepción de los personeros del gobierno. Los cordones urbanos de viviendas y negocios en condiciones deporables nos indica la condición de los grupos familiares que inmigran de un lugar a otro, buscando una condición de habitalidad y alimentación para su núcleo familiar y los bonos dados, no trascienden porque el problema es social y refleja nuestra condicion de habitat ante el condicionamiento ideológico de pobreza que nos vienen dando. Los episodios acontecidos nos dan una condición de pensar y, necesitamos con urgencia la resolución profunda de nuestra crisis económica.
El liberalismo económico que nos quieren imponer es extremadamente perjudicial aunado a las zonas especiales que se adecuaran a los intereses personales en primer plano a los militares y luego a los grupos engendrandos de los núcleos del liberalismo que, estan coptados alrededor del precepto Miraflores y que ya tienen sus raíces ideológicas, políticas y organizativas.
Es necesario liquidar las frustraciones que en algunos casos se dan en el reflejo de la voluntad popular y la realidad política triunfalista que se deriva en el populismo, de verdad, es un caso muy astrológico que implica un pluralismo liberal muy conservador, aunque se hable de izquierda. Percibir la economía en los países llamados progresistas del Sur, es identificarse con una realidad totalmente distinta, el carisma de Chávez fue echado de un lado y lo demás es un mito, desearia saber la contribución de Marta Harnecker en sus días últimos en Cuba, debio ser frustrante tratar con la nueva casta en el poder revolucionario que, ha llevado al caos todo un sistema político montado en sesenta años de lucha de base.
La antigua ruptura del poder en Venezuela busca de nuevo fusionarse para abrir y cerrar segmentos,las zonas especiales es parte de éste nuevo juego político y, es falso que va a impulsar novedosos programas sociales, solo será un recurso clave para la oligarquia- aristocracia y empresas extranjeras, donde el pueblo trabajador estará de nuevo esclavizado.
La expresión venezolana de los monopolios privados y sus medios representan un peligro para nuestra economía y a la par de ellos, crece uno impregnado de mayor peligrosidad ,porque así es su experiencia como aprendizaje, me refiero a los que apoya el oficialismo utilizando la imagén de Chávez para justificar cualquier debilitamiento o derrota.
Es una lástima que hombres valiosos en aquel temporal de abril, le han volteado la tortilla al programa original de Hugo Chávez Frías plasmado en su libro azul por solo sastifacer ambiciones personales.
Sencillo, hay que cambiar el discurso político y acrecentar el fervor por el campo democratico como herramienta de un proceso electoral y, para esto, se debe ir a debates, asamblas, conversatorios y piquetes públicos al estilo de Mao para reagrupar al pueblo en un solo sentimiento, la patria.
La acumulación capitalista en nuestro país es alarmante por grupos afectos al oficialismo que ya controlan los modos de producción y desean intervenir en las zonas especiales. Son ritmos de la economía aplicados a una esfera o burbuja interconectada con los Bancos Centrales, el fín es minar bitcoins y fijarle precios al Petro, cuyos valores digitales nunca beneficiarán al pueblo y ya, observamos que pocos controlan la administración y produción de alimentos y, los funcionaruos del Estado son simples arlequines de una realidad.