No sé si les ocurre a ustedes, pero a veces creo que en Venezuela “el pasado conquista nueva fama” como dice mi canción preferida de Silvio Rodríguez. Preocupa y provoca risa a la vez, el torbellino que se produce con cualquier cosa que diga o haga (o que no diga o que no haga) el Presidente Chávez. “Juro que esto ya lo había vivido”, tarareo entonces incrédula, la canción de Franco de Vita. Y como el Alzheimer aun no me alcanza, los invito a hacer un ejercicio mental, que transcurre entre anacronismos reales y ficticios. Veamos.
Otra vez padres y madres de los niños y niñas de la clase media venezolana creen que el Estado les arrebatará a sus hijos, que les lavarán el cerebro y que muy pronto caminarán como autómatas entrenados por espías rusos. ¿O iraníes?
Otra vez el presidente del TSJ se desboca en la apertura del año judicial y, cual militante del partido unido con criterio único, convocó a los jueces venezolanos a discutir a una “constituyente judicial a fin de apoyar la reforma constitucional y la Ley Habilitante”.
Otra vez se “celebra” el 4F y otra vez la oposición acusa al gobierno de ensalzar un golpe de Estado. Otra vez se dispara el “dólar paralelo” y los precios de los inmuebles. Otra vez escaseó la azúcar y otra vez la encuentran acaparada.
Otra vez se aprueba una Ley Habilitante, sin resistencia, tanta, que la Asamblea la amplía sin que Chávez lo solicite.
Otra vez se escucha la consigna: Patria, socialismo o muerte. Su regreso produce una desazón en blanco y negro, pues no encaja, no combina con el Socialismo del siglo XXI. ¿Por qué la muerte?
Otra vez está al aire aquella cancioncita del compatriota que dice que se queda en Venezuela, pero que vive en España.
Otra vez dos gobernadores son noticia por adulantes. Malecones, plazas, juramentos, béisbol y árboles se entrelazan para hacernos pasar pena ajena.
Otra vez Bush está “preocupado por la disminución de la democracia en Venezuela”. Otra vez se calienta el Medio Oriente. Otra vez Irán es amenazado. Otra vez, la guerra vuelve por sus fueros. “Vaya forma de saber, que aun quiere llover sobre mojado”. Vivimos un auténtico déjà vu criollo.
*Periodista
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