Si bien ningún ciudadano venezolano se pregunta cuán lejos o cuán cerca, se encuentran las construcciones de ciudades 100% ecológicas en el territorio venezolano, yo nunca jamás escribo para el tiempo presente, porque todos mis artículos son redactados pensando en el tiempo futuro de una nueva Venezuela.
Aunque los periodistas no somos videntes, no somos dioses, y no somos brujos para adivinar el destino ambiental de la patria de Bolívar, pues los periodistas sí podemos demostrar que la sustentabilidad y la sostenibilidad nunca jamás aprendieron a convivir en Venezuela, por lo que la ciudad ecológica es utopía.
Es importante saber que a nivel mundial, el estado venezolano Zulia simboliza el peor fracaso de la energía renovable en el planeta Tierra, ya que Zulia es un estado privilegiado para la generación de infinita energía solar a través de paneles solares fotovoltaicos, y a pesar de la multimillonaria infraestructura petrolera del Zulia, que fácilmente podría costear el uso de la energía solar en dicho estado venezolano, pues el petróleo solo ha empobrecido a todas las familias humildes zulianas, que se acostumbraron a vivir sin luz, sin agua, sin gasolina y sin nada.
Es incomprensible que en pleno siglo 21 y en pleno año 2021, el caluroso estado venezolano llamado Zulia, siga sufriendo constantes apagones eléctricos en muchísimos municipios de su soleada extensión geográfica, aunque precisamente el sol ha sido el mejor amigo de los zulianos por siglos, pero los zulianos nunca supieron capitalizar esa amistad con la generación de energías limpias y renovables, que permitieran el desarrollo ecológicamente sustentable del Zulia.
Muchas cosas han cambiado en el pasado reciente del estado Zulia, porque los maracuchos liberales hicieron sus maletas y ahora contaminan las vergas de otros países hispanos, y porque los maracuchos conservadores se acobardaron por la pandemia y murieron con sus tapabocas, más sin embargo, el amado sol zuliano ha seguido brillando día tras día en el cielo abierto del estado Zulia, como si estuviera exclamándole al pueblo zuliano: ¡Aquí estoy! ¿No me ves? ¡Abre los ojos!
El sol es un regalo de Dios, es metafóricamente un nuevo amanecer, una nueva oportunidad. Cuando salimos por la mañana a la calle y recibimos la luz del sol, es como un bautismo solar de vida que nos invita a volver a empezar, sin que importe la gloria o el fracaso de ayer, porque un nuevo día es promesa de un nuevo sol, una nueva ilusión, una nueva alabanza para que Dios nos bendiga.
No debemos glorificar a la Creación, debemos glorificar al Creador que por amor a la Humanidad, nos redimió con la preciosa sangre derramada por Jesús en la cruz, y nos dio un sol que ilumina a todos los confines de su planeta Tierra.
Y es que todos los zulianos sabemos que el sol siempre acompaña nuestro andar en la vida, porque el sudor que transpiramos se siente y se huele desde la costa de Lagunillas hasta la sierra de Perijá, pero aunque los zulianos sabemos que el sol seguirá asoleando el firmamento venezolano, no hemos sido capaces de aprovechar la energía solar para independizar el camino verde de Venezuela.
Todos los días el sol zuliano clama, gime y suplica la atención del prójimo, es como si el sol zuliano le exclamara al pueblo zuliano: ¡Úsame! ¡No me rechaces! ¡Estoy para servirte! ¡Conóceme y te olvidarás de los apagones eléctricos!
Dios tiene muchas maneras de hablarnos, y el Sol de Justicia cada día brilla en busca de una alma zuliana que se le arrodille, pero si reconocemos que el prójimo del estado Zulia se olvidó del Dios de Abraham, y si reconocemos que el prójimo zuliano solo piensa en los dólares del Dios Dinero, pues fácilmente comprenderemos que Satanás hizo del estado Zulia su mejor infierno solar.
Mis hermanos lectores, una vez me dijeron que un alemán no podía poner un pie en el estado Zulia, no sé si fue un chiste de mal gusto, una aseveración o un reclamo social, pero ciertamente un alemán no puede vivir en el estado Zulia.
Para nadie es un secreto que el sol produce una gran arrechera en los zulianos, debido a que el extremo calor del Zulia que a veces supera los 50 grados de sensación térmica, ha hundido a los zulianos en una agobiante rabieta callejera llena de groserías y maldiciones, donde el sol amado ha terminado siendo un terrible enemigo público, que causa enojo, que quema la piel, que irrita los ojos.
Pero hermanos zulianos, el sol no es nuestro enemigo, el problema es que la falta de proyectos ambientales viables y sustentables en el estado Zulia, ha hecho que los zulianos no progresen espiritualmente y no evolucionen en términos ecológicos, por lo que terminan pensando que el sol es una maldición, aunque realmente el sol es una oportunidad de progreso endógeno para todas las comunidades zulianas, que no reciben un antídoto llamado Educación Ambiental.
Los zulianos no deberían seguir sufriendo apagones, por el colapso del vetusto sistema eléctrico regional del estado Zulia, pero seguirán sufriendo los apagones eléctricos porque no aprovechan la gracia salvadora del Dios de Israel, que fue misericordioso con los zulianos y les regaló la eterna luz de un sol que nunca se apaga, que no conoce tiniebla, que siempre ilumina a quien lo busca con un corazón arrepentido, y que en la cruz nos demostró su amor y su eterno perdón.
Es como si cada día el amado sol zuliano le dijera a su pueblo: ¡Aquí estoy mi querido hermano! ¡Arrodíllate y recibe mi bendición! ¡Mírame y te miraré, siénteme y te sentiré! ¡Búscame en oración y seré la luz de tu salvación!
La energía eléctrica proviene de Satanás, el egoísmo, el derroche, la muerte. La energía solar proviene de Jesucristo, la paz, el amor, la resurrección.
La energía solar reconcilia al pueblo zuliano con su Padre, Jehová de los ejércitos, por eso es muy importante fomentar el uso de energías renovables en estados venezolanos tan calurosos como el Zulia, donde Dios quiere hacer una obra ecológica loable, que necesita el apoyo benigno de gobernantes e inversionistas, pero lamentablemente, ellos están acostumbrados a vivir en el pecado de la corrupción y en el pecado de la delincuencia, siendo los principales obstáculos espirituales que sufre el ardiente prójimo zuliano, ya que si Dios no cuenta con varones que den buenos testimonios cristianos en sus tierras, no será posible ejecutar la buena obra ecológica en el asfixiante territorio zuliano.
Los venezolanos estamos desperdiciando energías renovables que provienen del corazón de Dios, como la energía solar, y es que si mezclamos la ignorancia gubernamental de los funcionarios públicos de Venezuela, si sumamos la indiferencia ambiental que siempre demuestra el pueblo zuliano, y si resaltamos el miedo latente de los venezolanos a evolucionar ecológicamente en sus comunidades, pues nos encontraremos con una disyuntiva casi imposible de resolver en términos pacíficos, porque por muy incandescente que sea el bombillo amarillo de los venezolanos, no hay duda que espiritualmente, los venezolanos siguen viviendo ciegos y perdidos en el abismo del abuso eléctrico.
La Eficiencia Energética no es forzada, no se vende, no se compra, no se prostituye, porque la Eficiencia Energética se enseña, se comparte y se promueve, ya que es necesario el buen discernimiento del ciudadano, para que naturalmente el pueblo reconozca el valor de practicar la Eficiencia Energética.
Tal vez algún lector extranjero se pregunte: ¿Por qué los zulianos no practican la Eficiencia Energética en el estado Zulia?
Yo voy a explicar el motivo por el cual los zulianos, no practican la Eficiencia Energética, siendo un motivo justificable en todos los estados de Venezuela.
Si el domingo a las tres de la tarde, le pedimos a un zuliano que recoja una Biblia abandonada en la Plaza Bolívar, ni con la verga abierta el zuliano buscará la Biblia.
Primo, hay demasiado calor en la calle, ni loco voy a la plaza, que se lleve la Biblia otro marico.
Si el domingo a las tres de la tarde, le pedimos a un zuliano que recoja un billete de cien dólares abandonado en la Plaza Bolívar, el zuliano con su verga bien abierta y erecta buscará rápidamente el billete.
Primo, un billete de cien dólares es un billete de cien dólares, hay que ser marico para no agarrarlo.
El problema ecológico de los venezolanos, es que no tienen sensibilidad ecológica en sus corazones, para reconocer la grandeza divina de Dios, por eso rechazan las energías renovables que te llenan el alma, por eso siempre reciben las energías mundanas que te llenan el estómago y que prostituyen la fe cristiana.
Las sagradas energías renovables provienen del ingenio de Dios, ya que usan los recursos naturales de Jehová para mejorar la calidad de vida del pueblo venezolano, en aras de gozar de fuentes limpias que no contaminen el entorno.
Pero cuando los zulianos decidimos seguir usando la tradicional energía eléctrica de Satanás, que con su alto voltaje sobresatura el consumo eléctrico de nuestra ciudad, entonces Dios se siente obligado a ejercer su justicia en contra del desobediente prójimo zuliano, por lo que emplea la extrema sequía climática y la ausencia de la lluvia para aleccionar a sus hijos, siempre esperando el sincero arrepentimiento y un cambio de mentalidad en la vida de la ciudadanía, que debe potenciar la ecología de Dios en su comunidad zuliana.
Pero aunque no exista ni una miserable gota de agua en los embalses zulianos, no hay duda que el pueblo zuliano se olvidó de Dios, porque no aprovecha el Sol de Justicia para desarrollar infraestructura que facilite el uso de la energía solar, y es que el pueblo zuliano solo quiere una nueva fábrica de la Cervecería Regional, para seguir embriagándose con cervezas y así pasar la arrechera de los apagones.
El uso de las energías renovables exige el buen uso de la sensatez ciudadana, exige responsabilidad ambiental del pueblo, y exige el compromiso social de los gobiernos, por lo que ahora yo entiendo que un alemán no puede vivir en el estado Zulia, y si lo obligan a sonreír, seguro que perderá su calcetín izquierdo.
Yo sigo viendo la belleza del amado sol del estado Zulia, y puedo sentir que el sol me exclama: ¡No te des por vencido! ¡Habla de mi luz! ¡Tráelos a mí! ¡Evangelízalos!
Sí mi amado Jesús, aquí estoy, escribiendo palabras de vida, palabras de próspero futuro, palabras de eterna redención, lo hago por ti Jesús, porque tu luz brilla más que el azul del cielo, porque en los ojos de Jesús yo puedo ver la luz de todos los soles del Universo, y yo nunca me voy a cansar de verte mi amado Jesús, porque si te dejo de ver, me pierdo, me hundo, me muero, es tu luz Jesús la luz que me mantiene vivo en la Tierra, que mis ojos nunca te traicionen, que mis ojos vivan eternamente en la luz de tus ojos, que la luz de tus ojos Jesús, sea mi propia luz.
Hay que tener fe en las energías renovables, yo tengo mucha fe en las energías renovables, pero parece que los dólares se robaron la soberana fe cristiana de Venezuela, porque los venezolanos aprendieron a vivir sin Jesús, pero los venezolanos no pueden vivir sin prender el pecado de la mundana electricidad.
Aunque los húngaros intentaron inyectar energía solar socialista a Venezuela, los vidrios inmaduros se rompieron como el cristal de la gran promesa de Miranda.
Por desgracia, la energía solar en Venezuela huele mucho a capitalismo y a consumismo, porque para disfrutar los beneficios del astro rey, hay que gastar bastante plata para comprar el favor del sol, aunque lamentablemente, los venezolanos no quieren comprender que la energía solar, primero debe calmar el hambre y atender la pobreza del venezolano, porque la energía solar no se inventó para recargar la batería de nuestros teléfonos, porque la energía solar fue dada por Dios, para ayudar e iluminar la noche de los pobres y de los huérfanos.
El sol no es del oficialismo, el sol no es de la oposición, el sol es de todos.
Todos los venezolanos necesitamos el buen uso de las energías renovables, porque muchos olvidan que el estado Zulia lleva más de 10 años sufriendo constantes apagones eléctricos, y es triste reconocer que esos jóvenes adolescentes que vemos perdidos por las calles zulianas, crecieron en medio de tinieblas espirituales, en medio de negras noches de desesperanza, en medio de silencios llenos de incesto, y cuando esos jóvenes adolescentes mañana nos acribillen a sangre fría para robarnos el teléfono celular, no olvidemos que fue una noche llena de sangre y calor, la que oscureció a la esperanza de la juventud.
Todas las calles de Venezuela siguen oliendo a corrupción, y es que como decimos coloquialmente los venezolanos, las calles venezolanas siguen "oliendo a quemado", y siempre culpamos a los vecinos por el incendio de nuestra casa.
Tal vez yo soy un tonto soñador, que piensa que el siglo 21 huele a futuro, cuando realmente el siglo 21 sigue oliendo a esclavitud colonial venezolana.
Tal vez Venezuela sigue viviendo en tiempos de los Picapiedra, y yo soy tan tonto, que pienso que estamos viviendo en tiempos de los Supersónicos.
Tal vez los niños del futuro, hagan todo lo que yo no pude hacer en el presente, tal vez los venezolanos no estamos preparados para recibir la gran energía solar.
Tal vez en el año 3313, la nave aeroespacial llamada Venezolana Sol Bolivariana (VSB), viaje hasta el sol y recargue bastante energía solar, para regresar a Venezuela y prender el sistema solar de calefacción para los 150 millones de pobres venezolanos, que por tanta contaminación ambiental en la atmósfera, no podrán descongelar sus cuerpos por la falta de luz solar en el planeta Tierra.
Dios pone a sus profetas para que profeticen, y aquí estoy mi Señor, escribiendo y profetizando por amor a la vida, todo lo que dije fue para honrarte a ti, no son advertencias, no son juicios, son tristes realidades que los venezolanos debemos asumir y debemos trabajar en mancomunidad, para que Venezuela algún día pueda construir ciudades ecológicas, que sean para la honra y la gloria de Dios.
No quiero despedirme sin antes compartir una cita bíblica, que dice lo siguiente:
"Pero para ustedes que reverencian Mi Nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá salvación, y saldréis, y saltaréis como terneros del establo"
Malaquías, Capítulo 4, versículo 2, Santa Biblia.
Si respetamos las leyes y los mandamientos de Jehová, los venezolanos estaremos felices porque vamos a ver a Jesucristo, el Sol de Justicia que brindará salvación a quienes respetaron la Ley de Dios, por ejemplo, guardando el Santo Sábado, que es el Séptimo Día de la semana y el Cuarto Mandamiento de Dios.
Hermano venezolano, la mejor fuente de energía renovable del Mundo se llama Santa Biblia, porque leyendo las páginas de la Biblia renovamos nuestra energía espiritual, renovamos nuestro amor por Jesús, renovamos las fuerzas de nuestras vidas para no sofocarnos por tantas injusticias que no se pueden ocultar, y para sentirnos aliviados y protegidos por la energía limpia y eterna de Jehová.
No lo olvides mi querido compatriota, la mejor energía renovable de Venezuela es la Santa Biblia. Llénate de vida leyendo los Evangelios, con un diccionario en mano para comprender todas las palabras del mensaje de Dios, y siempre pidiendo la sabiduría del Espíritu Santo, para poder aprender la lección bíblica.
Es mi deseo que la utopía ecológica de Venezuela, más temprano que tarde, sea una realidad ambiental que permita la sana convivencia en ciudades sustentables.
Un abrazo y gracias por su tiempo.