En el año 2011 el presidente Hugo Chávez ordenó el cierre definitivo de casinos y bingos, por considerarlas un «lugar de perdición», «legitimación de capitales» o «lavado de dinero proveniente del narcotráfico» y contrario al carácter socialista de la Revolución Bolivariana.
Para tal fin el presidente Hugo Chávez Frías creó una comisión que se encargó de la inspección de todos los casinos que funcionaban en el país, dicha comisión fue presidida por el hoy General en Jefe (G/J), Néstor Reverol Torres, la cual entra otras cosas determinó que los casinos adeudaba desde el 2003 y al momento de su cierre cifras millonarias al fisco, ya que muchos permisos eran otorgados para un determinado número de máquinas tragamonedas por solo mencionar una de las desviaciones y en las inspecciones realizadas se constató que en algunos casos superaban el 200% de lo autorizado.
Tras el anuncio del presidente de la república de autorizar la apertura de 30 casinos, sin lugar a dudas las alarmas se encienden, por los impactos culturales, económicos, políticos con la expansión de la industria del juego en plena "Revolución Bolivariana"
Para muchos defensores de los casinos, lo presentaran como una industria generadora de nuevos empleos directos e indirectos, los ratos de "placer y diversión" que se generan en esos espacios así como el flujo de emociones que se disipan al momento de las apuestas y el devenir entra el ganar o perder, liberar el estrés de lo cotidiano y con ello muchas ventajas lubricaran la defensa para justificar la apertura de los casinos.
Esos defensores acérrimos de los casinos nunca mencionaran por ejemplo la perversión que se fomentara en estos espacios tales como: Alcoholismo, drogadicción, prostitución, delincuencia organizada, menos aún hablaran del lavado de dinero, generación y atracción de delincuentes así como la nueva clase de ludópatas que nacerá con la apertura de estos centros de juegos.
La grave crisis económica que vive actualmente el país posibilita, y representa el caldo de cultivo para que se generen problemas de índole social y de salud pública con la apertura de los casinos, para nadie es un secreto que ante la grave crisis que afecta a los hogares venezolanos donde el salario mínimo es uno de lo más bajo a nivel mundial, sean los casino una posible alternativa de esperanza para los incrédulos, que pretendan generar una fuente de dinero alternativa que les permita minimizar los rigores de la crisis, el remedio será peor que la enfermedad. El juego podría alcanzar niveles extremos e incontrolables para convertirse en una enfermedad porque deja de ser un medio (para fomentar la amistad, la convivencia y el bienestar) y se convierte en un fin, peligroso, que aísla, que altera la vida laboral y familiar.
Un elemento básico de un casino es el conocimiento de que "la casa nunca pierde". Aún cuando alguien salga con dinero de más, habrá otros muchos que compensen con sus pérdidas, esto, porque en término de probabilidades, el negocio tiene una ventaja en los juegos, ahí radica la conceptualización en esencia de los casino, el cual genera ganancias pero no valor agregado a la sociedad, deja de ser moralmente ético, ya que mezcla una suerte de artificios en donde reina la manipulación.
Revisando el marco legal para la apertura de estos 30 casinos (LEY PARA EL CONTROL DE LOS CASINOS, SALAS DE BINGO Y MÁQUINAS TRAGANÍQUELES) el artículo 25 de Ley que regula esta actividad señala: Artículo 25. Las instalaciones donde funcionen Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, deberán estar ubicadas en zonas geográficas previamente declaradas turísticas y aptas para el funcionamiento de estos establecimientos, aprobados por el Presidente de la República en Consejo de Ministros, a solicitud del organismo rector del Turismo.
Para la autorización correspondiente el Ejecutivo Nacional solicitará al Consejo Supremo Electoral la realización de un referéndum consultivo en la parroquia respectiva, mediante el cual sus habitantes se pronuncien acerca de si están o no de acuerdo con la ubicación de tales instalaciones en su ámbito territorial. El resultado de este referéndum será vinculante cuando sea negativo. Al no realizarse las consultas respectivas la apertura de los mismos deben considerarse ilegales ya que no se ajustan al marco legal que regula la actividad, eso creo.
En lo particular pienso que no es moralmente ético fomentar la ludopatía, no es la manera de que el país pueda avanzar económicamente, no hay una sola experiencia de progreso en la apertura de casinos en ninguna parte del mundo. Porque no hacer lo que hizo Cuba que promovió el turismo como una vía para generar ingresos ante la grave depresión económica que vivieron años atrás, en ningún momento se pensó en la apertura del casinos y volver a la época Batistiana donde reinaba la prostitución, la droga y al delincuencia organizada.
Venezuela tiene un inmenso potencial para su desarrollo económico, sin recurrir a la inmediatez como se está haciendo en este momento, claramente el gobierno da muestras de incapacidad para solventar la grave crisis económica que tiene el país, son más de 20 años de "Revolución" en los cuales ha debido potenciarse el desarrollo agro-industrial, la industria petrolera, farmacéutica así como tantos rubros con posibilidades ciertas para el avance económico del país y vencer las adversidades que nos ha proporcionado el bloqueo y sanciones en la actualidad, donde se han apropiado de muchos de nuestros activos en el exterior.
Hemos perdido muchos tiempo, planes de desarrollo hemos realizados, ha habido planificación para el desarrollo del país, lo que no ha habido es eficiencia y gestión para adelantar todos esos planes y proyectos macro del estado venezolano, no se ha combatido la corrupción con la contundencia que ha debido imperar, la ineficiencia de funcionarios en cargos públicos que nunca deberían ocupar y hoy siguen ocupando, no es justo para un pueblo que ha entregado todo por un proyecto político, no se pueden cometer tantos errores políticos a la vez , menos aún traicionar las ideas que motivaron a darle el carácter socialista a la "Revolución Bolivariana" hoy devenida no sé a qué.
Podría extenderme en demostrar la grave contradicción ideológica y política que se hace manifiesta con la apertura de salas de juego en el país, podría incluso rebatir utilizando solo la "Teoría del Valor" pero he entendido que hemos perdido el rumbo y estamos en un punto de inflexión y de quiebre en cual no tendremos vuelta atrás.
Me niego a legar a mis hijos y nietos una Venezuela de bodegones excluyentes y de casinos, de ineficiencia en casi todas nuestras instituciones, una Venezuela que perdió hasta su identidad monetaria, una Venezuela donde hoy es imposible realizarse un trasplante de riñón, donde las carencias médicas se incrementan día a día, una Venezuela en la cual las redes sociales son una fuente de llanto ante las carencias de nuestros compatriotas, donde solicitan hasta un blíster de omeprazol, no es justo jugar con la miseria de un pueblo que lo ha dado todo, es un agravio, una grosería la apertura de estos antros para el fomento de una generación de ludópatas, para el incremento de la prostitución, para que la delincuencia organizada asuma un nuevo rol en el país, peor aún para el lavado de dinero, sé que no van a rectificar, pero estoy consciente que la historia los juzgara, no habrá trascendencia, menos aún una lagrima, el pueblo pasara factura.