Este 26 de enero nuevamente la voluntad de nuestro pueblo se impuso y dejó al descubierto que los venezolanos estamos cansados de los enfrentamientos y politiquerías, de tantas acciones y declaraciones sin sentido que están lejos de alcanzar las soluciones y el bienestar que todos estamos esperando.
Así quedó demostrado con la poca afluencia de ciudadanos que vimos en la recolección de firmas para activar el proceso revocatorio. Nuestra gente sabe que la única forma de resolver los problemas que tenemos es trabajando, uniéndonos, sumando voluntades; por eso no vimos ni veremos afluencia en estas jornadas.
En este momento es sumamente necesario que todos los dirigentes políticos entiendan que la vía que debemos tomar es la del diálogo, la paz, el entendimiento, la producción y el emprendimiento; que logremos acuerdos y que guiemos a la población en ese sentido.
Debemos actuar con madurez, aceptar y adaptarnos a las circunstancias que estamos viviendo, evaluar, identificar nuestras debilidades, reconocer los errores y buscar soluciones conjuntas aprovechando las enormes potencialidades que tenemos como pueblo, como país, como dirigentes y trabajadores, como emprendedores, padres y madres de familia.
No podemos quedarnos estancados en la peleadera, vamos a crear, innovar, construir. Juntos podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos, ayudándonos unos a otros, procurando y trabajando por el bien común, apostando a todo lo positivo sin mezquindades. Eso sí nos va a ayudar. Eso hará de nuestra hermosa Venezuela un país grande, fuerte, estable, próspero, desarrollado. Es hora de avanzar. Los invito a todos a sumarse y aportar con fuerza y amor por lo nuestro. Vamos a lograrlo. Un fuerte abrazo.