Yoelito Kalimán era un estudiante que tuve en mis primeros años de graduado por allá por 1978. Era un muchachito de unos 14 años que estaba obsesionado con Kalimán, el héroe de historietas que fue motivo, además, de radionovelas durante los años 60s. Yoelito siempre estaba distraído dibujando a su personaje. Lo hacía a la perfección en cualquier hoja de cuaderno, incluso antes de finalizar un examen lo hacía en la parte posterior de la hoja, ya al final. Y otro incluso, en la línea de su nombre se identificaba como Yoelito Kalimán. Por eso en respeto a él no le voy a poner cursivas a Yoelito Kalimán.
En una oportunidad mientras estaba distraído dibujando al personaje, cosa nada rara en él, le pregunté cuál era su concepto de Historia y allí sin inmutarse y sin siquiera levantar la cara del cuaderno, mientras dibujaba, respondió "la Historia es una sucesión de sucesos sucedidos sucesivamente". Yo, que era otro muchacho de apenas 22 años, tuve una reacción igual o peor de inmadura que el niño estudiante de 2do año de bachillerato y de la que ya no quiero ni acordarme.
Esta historia viene a cuento porque hoy 19 de Abril de 2022, a 44 años de recibir la respuesta del párvulo alumno del llamado Ciclo Básico Común, me he convencido que Yoelito Kalimán no estaba equivocado en su definición, porque para un sector político-social de la población de esta bolita del mundo, la Historia no es más que "una sucesión de sucesos sucedidos sucesivamente". Esta definición aparentemente redundante constituye la concepción del sector conservador de la sociedad para el que la Historia no son más que sucesos que solo tienen una conexión temporal, pero vacía de significado dialéctico que intente una interpretación crítica de los acontecimientos.
Lo que Yoelito construyó fue el concepto del consevadurismo que caracteriza a la Historia dado por un conglomerado que está para nada interesado por pasar esos mismos sucesos por el crisol de la crítica y de la verdad histórica. Para el sector conservador la historia ya simplemente sucedió y allí no hay nada que discutir. Si usted le saca una fecha a esa Historia la mutila y se mete en problemas construyendo otra cosa que no es para ellos la Historia oficial.
Por eso uno ve las grandes dificultades que se producen en los países cuando se trata de reinterpretar los sucesos del pasado y en consecuencia adoptar cambios que afectan, en primera instancia, la nomenclatura de las cosas, pero que en realidad constituyen cambios en los enfoques y que resultan en la reivindicación de sujetos históricos habitantes del anonimato social y sobre los cuales recayó el peso de la injusticia social, étnica, económica y cultural del momento.
Por eso mismo uno se devana los sesos tratando de ver qué hay en las cabezas de gente que, de una, se opone, por ejemplo, al cambio del Escudo de Caracas, porque es que resulta que les van a comenzar a contar una Historia distinta a la aprendida y eso para ellos es mucho trabajo; es mejor decir "dejen las vainas tal como estaban que así estaban bien". Al consevadurismo, además, le conviene dejar las cosas tal como están porque es que detrás de cada omisión hay un historial de discriminación, injusticias y crueldades humanas que aquella historia que se escribió con carácter de oficialidad jamás sería capaz de reconocer porque perderían la esencia de clase a la que creen pertenecer. Vean ustedes que detrás del orgullo por la fundación colonial de las ciudades que habitamos se esconde una retahíla de violaciones, saqueos, crímenes y demás vejámenes contenido en aquello que se llamó el proceso de descubrimiento, conquista y colonización. Por eso es mejor que se desconozca qué fue lo que pasó con la fundación de Caracas, esa cuyo aniversario celebramos fervorosamente cada mes de Julio de cada año. Por eso los conservadores trivializan la cosa con un "ya viene estos con su fastidio otra vez" y cerrada la rueda.
Hoy 19 de Abril de 2022 no he dejado de pensar en Yoelito Kalimán y el uso tan inteligente que hizo de la figura retórica de la redundancia para definir la Historia según los patrones de pensamiento de la derecha internacional. Esto nos ha ayudado a entender porque la Historia que nos enseñaron fue la historia de lugares, sucesos y fechas inmovibles para que la Historia continúe siendo "una sucesión de sucesos sucedidos sucesivamente". (Yoelito Kalimán dixit).