Sí. Sabemos que los resultados no siempre son los esperados. Pero en los tiempos de dificultad un verdadero revolucionario debe asumir responsabilidades. Con honor, con compromiso, con convicción, con responsabilidad, amor por la gente y mucha valentía, esa es la actitud correcta, la que nos enseñó el Gigante, la que nos legaron nuestros libertadores.
Es cuando más nos necesitan, cuando las cosas se ponen difíciles, cuando más debemos estar allí. Nosotros, los políticos, quienes cumplimos roles y responsabilidades de Gobierno, tenemos la obligación de acompañar a nuestro pueblo y dar la cara. Eso es lo apropiado.
En estos tiempos las comunidades ameritan acompañamiento, organización, apoyo y también respuestas, información sobre todos los temas de interés, sobre los que son sensibles como los servicios públicos. El agua, la electricidad, el combustible para nuestros pescadores; al igual que la economía, la producción y no dejarle todo al Presidente. Debe hacerse un trabajo articulado, mancomunado, entre el pueblo y sus autoridades, dándoles las herramientas para avanzar. Así podremos salir adelante y superar los obstáculos.
Para tener un mejor estado y un mejor país tenemos que seguir impulsando la creación del "nuevo patriota" del que les he hablado y lograr que nuestros dirigentes, por su parte, adopten esos principios de solidaridad, hermandad y empatía, del trabajo eficiente pero también consciente, desinteresado, incluyente. Jamás revanchista.
Ser justos, éticos, actuar siempre en positivo, saber que damos el todo por el todo, que hacemos todo lo que está en nuestras manos y lo que no, es lo que verdaderamente traerá paz a nuestras almas. Cuidar nuestra moral es lo que nos permitirá caminar con la frente en alto. Avanzar sin temores y remordimientos. Así, aunque sea duro, aunque muchos puedan criticar o aprovecharse, tendremos éxito en nuestras vidas. Hagámoslo todos y sin duda tendremos no solo un mejor país, sino un mejor mundo y futuro para nuestros hijos. Un abrazo.
