La guerra fácil y la paz difícil

Es notorio que el mundo se ha desenvuelto durante toda su historia en un contexto bipolar: bueno y malo, blanco y negro, dios y el diablo, libertad y esclavitud, yin y yang, democracia y dictadura, cielo y tierra, fácil y difícil, valiente y cobarde, feliz e infeliz, rico y pobre, derecha e izquierda, guerra y paz, entre algunas dicotomías. Algunos de los pobladores guiados por un sentimiento, una doctrina o un destino ineluctable ha tenido que ubicarse en algunos de esos polos, buscando el camino a seguir, o bien por la fuerza, o bien por decisión propia o por una buena orquestada manipulación.

En lo que respecta a este artículo es notorio que, a pesar de la cantidad de saliva de oradores, tintas gastadas en páginas de prensa escrita y tiempo en las redes sociales sobre la paz, pareciera que tal concordia ha sido imposible, quizás porque la guerra y la paz se encuentra dentro de las posibilidades de lo fácil y lo difícil o también entre el mal y el bien.

Es notorio que existen instituciones que alardean como protagonistas de la búsqueda de la paz, entre ellas las iglesias, algo extraño dado que estas han sido, desde hace siglos, las protagonistas de cruentas guerras en toda la geografía del planeta y todas las épocas. También existen instituciones internacionales como la ONU, creada para mantener la paz y la seguridad internacional. Esta, en oportunidades ha sido causante de guerras continuas, por ejemplo, al entregar una parte del territorio palestino para la creación del estado sionista de Israel, engendrando una guerra que lleva más de setenta años. Así mismo, tal entidad, jugó un papel importante en la división de Yugoslavia, prestando los cascos azules (Fuerzas de paz de la Naciones Unidas), junto con soldados de la OTAN para consolidar tal división. En el entendido que los cascos azules son soldados de la ONU que cumplen misiones de paz en tiempos de guerra, que algunas veces es la propiciada por tal institución. Pareciera que la ONU está al servicio de grandes poderes económico, sin embargo, su acción ha sido nula en materia del mantenimiento de la paz mundial, pero si para hacer juicio sobre el comportamiento de algunos gobiernos que intentan resolver sus problemas por vía no convencionales.

Es evidente que la guerra siempre ha estado presente a lo largo de la historia de las naciones, simplemente porque el mundo lo hicieron los malos y estos, para hacer de la guerra un asunto fácil poseen instituciones poderosas para que esto parezca muy sencillo. Los romanos, los persas, visigodos, macedonios, españoles, japoneses, franceses, portugueses, belgas, alemanes, ingleses, entre otros imperios se encargaron de llevar la guerra a todos los rincones del mundo, en este caso, los buenos eran los invasores y los malos, los pueblos que se resistían. Es decir, tales imperios llevaban sus culturas a las zonas conquistadas despreciando toda forma de vida que no fuera la de la élite dominante. Para aquellos, quienes actuaban y actúan como una especie de Dios decidiendo sobre la vida y la muerte de sus semejantes, las víctimas eran y son seres anónimos quienes mueren como sometidos a una operación quirúrgica a gran escala. Para llevar a cabo sus objetivos creaban y crean instituciones en el ámbito internacional para castigar a aquellos quienes protestan contra sus opresores.

En la antigüedad los viejos imperios arrasaron con gran parte de los pueblos americanos, asiáticos, africanos y asiáticos. Hoy por hoy, el gran imperio de EEUU, junto con sus aliados la UE y la OTAN, condujo y conduce a la guerra a otros lugares del planeta, tales como Timor Oriental, Camboya, Las Filipinas, Haití, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Corea, Vietnam, Omán, Líbano, Afganistán, Grenada, Somalia, Bosnia, Serbia, Herzegovina, Irak, Pakistán, Yemen, Sudán y Ucrania, simplemente porque para los imperios hacer la guerra es sumamente fácil.

La guerra no tiene nada que ver con los pueblos, tal está vinculada con grandes consorcios económicos-financieros-industriales-armamentísticos que se benefician económicamente con la conflagración. Son numerosas las corporaciones industriales estadounidenses y europeas que en tiempos pasados y actualmente han obtenido y obtienen buenos réditos. Gracias a las guerras, declaradas o no, numerosas empresas logran ganancias descomunales, los más favorecidos son el parque industrial norteamericano y europeo en materia de fabricación de armamentos, cuyas ventas contribuyen al desarrollo económico de los países fabricantes, al aumento de las cuentas bancarias de los vendedores y de los contrabandistas de armas. El caso más palpable se tiene en la guerra propulsada por EEUU, OTAN, UE y Ucrania, esta última recibiendo inmensa cantidad de armas provenientes de países occidentales para enfrentar a Rusia.

Como los malos son los autores de las guerras, al declarar el derecho de supremacía sobre los demás países cuentan con un sistema informático y publicitario para dividir el mundo entre los buenos y los malos. Los buenos son los que llevan la guerra a cualquier parte de mundo. Para esto inventan noticias que justifiquen su nefasta actuación bajo cualquier excusa, por ejemplo: defensa de los pueblos oprimidos; restauración o imposición de la democracia; lucha contra en el terrorismo, un país como EEUU que financia, entrena y arma a grupos terrorista; lucha contra la corrupción, un país como EEUU y la UE que dan asilo a corruptos; lucha contra el narcotráfico, un país como USA donde se consume más droga en el mundo; lucha contra el comunismo, sin embargo EEUU y la UE tiene buenas inversiones en China y en Vietnam, naciones comunistas. La guerra de EEUU, UE, OTAN y Ucrania contra Rusia se esconde detrás de los funestos y mal intencionados fake news, dado que a aquellos le importa un bledo el pueblo ucraniano. La verdadera razón de esta conflagración es el negocio del gas del cual EEUU quiere sacar beneficio, además, del plan expansivo de USA, UE y la OTAN hacia la Europa Oriental para debilitar a Rusia en una guerra de desgaste, usando a Ucrania como peón, para una vez atenuar la defensa eslava y así continuar contra China. Este país asiático es el nuevo enemigo de las potencias occidentales tras la excusa de proteger a Taiwán, que como se sabe es un territorio exclusivamente chino. Ya no importa que el país de Confucio sea una nación comunista, la verdadera razón es su moderno potencial económico, militar e industrial y tecnológico que pone en peligro el monopolio del comercio de EEUU y la UE. El fin de la unipolaridad no es permitido.

Como vemos en lo escrito anteriormente, la guerra para la EEUU, la EU y la OTAN es muy fácil, cuenta con todos los aparejos financieros, armamentístico, industriales y mediáticos, además con el apoyo de organizaciones internacionales como la ONU, FMI, OMC, BM para que la guerra sea una cuestión fácil. Lamentablemente la paz no cuenta con estos recursos, solo la avidez de los pueblos de vivir en un mundo sin guerras, sin miserias, sin la destrucción de poblaciones y supresiones de culturas. La única aspiración de los habitantes del planeta es no ver por las calles de sus ciudades y pueblos los cascos azules y mucho menos las ambulancias de la Cruz Roja recogiendo cadáveres y heridos y tampoco, el auxilio de los Cascos Blancos. De igual modo, más nunca tener que reconstruir sus ciudades cuyo cataclismo es producto de la barbarie ocasionada por las explosiones producidas por los cazas bombardeos y los misiles teledirigidos. Lo lamentable de todo esto, cuando los pueblos de Europa y EEUU salen en grandes manifestaciones a la calle abogando por la paz, son reprimidas por los gobiernos a palos, con gases, caballos y perros, con muertos y heridos que contribuyen a que la paz sea muy difícil.

Es lamentable que sean los gobiernos los que tienen la facultad de decidir por encima de toda ley y de los derechos humanos sobre la vida y la muerte de los ciudadanos, quizás son las reminiscencias la voluntad genocida de la época imperial cuando la única lógica que vale para ellos es la de las armas y la muerte. Quisiera que sea posible que los líderes en los que están en sus manos decidir sobre la guerra y la paz de los pueblos internalizaran las palabras de Albert Einstein, quien en alguna oportunidad expresó: "Cuando me preguntan sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: la paz". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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