El mundo contemporáneo se ha guiado por una simbología. Donde el espíritu se halla imantado y polarizado por un núcleo sagrado y santo que, mantiene cierta cuota de enigma y de misterio con relación a la voluntad se revelación manifiesta característico de la razón, expresa una voluntad de trascendencia en relación al universo racional. Y es, precisamente en esa aventura espiritual más allá de los límites de la razón donde resurge, inevitablemente, el continente perdido que constituye el mundo de los símbolos. Un símbolo espiritual debe conciliarse con la mediación racional en la cual, el espíritu se manifiesta.
Entonces, debemos saber interpretar la historia en los mundos paralelos. A esta circunstancia, se debe dar una opinión de la burbuja mágica del mundo. La concepción simbólica de la línea divisoria al definir y determinar un territorio, nos permite conceder un ensamblaje alegórico fundamental de toda la gran retórica de la existencia modernista.
El espíritu tiene en el símbolo su materia originaria. Su fundamento manantial. El símbolo constituye, pues, la base de donde puede despuntar el espíritu una vez, que rompa con la matriz, o la ordena y organiza hasta constituir un mundo. La Nueva Izquierda constituye una nueva sucesión de eones o fundamentos que conforman una tabla estructural como la trama argumental que, desde esa tabla se fue historiando.
La religión es fundamental para la nueva izquierda. La religión es revelada para exponer cada ciclo de un comportamiento velado y, que nos autoriza a una selección de dogmas que determinan, la formulación de opiniones, sin incurrir en superstición.
Estamos en una etapa que es la institucionalización de la hipocresía. Los curas y papas, mantuvieron el celibato para su iglesia con mano de hierro, pero ningún historiador podrá descubrir nunca, cuantos hijos concibieron esos santos padres que, Vivian en la lujuria más licenciosa.
En estos instantes, Roma ofrece la omnipotencia del Estado para defender su doctrina y, es inevitable su encuentro con Rusia y los griegos para desencadenar el poder en una sola línea de mando. Ya los reformistas se han alejado. Por ello, Putin ha tenido varios encuentros con el papa, sabe que es un muro de contención para llegar de Rusia a Palermo. Las máquinas alemanas hicieron su trabajo., pero miraron atrás.
El Vaticano ha firmado varios concordatos en este turbulento período con países europeos y, se cuenta España como Portugal. Busquen las Encíclicas y léanla y verán las verdades políticas que se encuentra.