Dos prácticas ideológica y políticamente contrarrevolucionarias. Lo difícil de corregir en ambas prácticas, es que han pasado a formar parte defensiva en el quehacer de la política venezolana .
El revanchismo, entre otras cosas, es un obstáculo para la práctica de algo fundamental para cualquier organización revolucionaria como es el ejercicio de la crítica y la autocrítica.
El revanchismo como lo estamos viendo en el caso de la corrupción, se limita al estéril debate sobre quién ha robado más entre la IV y la V República- O sea, quienes son los menos malos. Similar efecto se origina con la partida secreta (perdón) con el secreto de Estado.
No hay una Institución donde se solicite una información y le respondan "NO ESTAMOS AUTORIZADOS". Y si se trata de una queja o denuncia: "TRAJO PRUEBAS ?"
EL REVANCHISMO y el SECRETO, lejos de contribuir a la transparencia del quehacer político, contribuye más a la confusión ideológica y por ende a la negación del ejercicio por el que tanto abogó Chávez: El ejercicio de la CRÍTICA y la AUTOCRÍTICA .