La historia de lo que nos ha ocurrido con el despojo por parte de los piratas ingleses del territorio del Esequibo no ha sido, en doscientos años, suficientemente explicado a los venezolanos. Nadie entiende aún, cómo es que en las escuelas, liceos y universidades no exista una materia que hable de la PIRATERÍA INGLESA y de los inmensos robos que Inglaterra, nación de canallas y asesinos, nos ha hecho.

El libro "Tres momentos en la CONTROVERSIA DE LOS LÍMITES DE GUAYANA" de Enrique Bernardo Núñez, debe ser de obligatoria lectura para los venezolanos.

Los PIRATAS INGLESES (me refiero al gobierno de Inglaterra) publica el 26 de octubre de 1886 un documento en el que aclara que ninguna concesión o título hecho por el Gobierno de Venezuela en territorio considerado como suyo por Gran Bretaña, sería admitido y reconocido por el Gobierno de S. M. Para esa época los piratas ingleses pretenden adueñarse del Orinoco y convertirlo en un río de carácter internacional.

Adueñarse por parte de los piratas ingleses de Punta Barima y así, haciendo para ellos de su exclusivo dominio el río Orinoco, lo considera Venezuela un CASUS BELLI, y en consecuencia implica que tal decisión nos obliga a romper relaciones con semejantes PIRATAS. Toda la arteria del extenso territorio de Venezuela, el Orinoco amenaza con quedar bajo la autoridad de los PIRATAS INGLESES. En marzo de 1887 rompemos relaciones con los piratas de Su Majestad Británica, y el 12 de mayo el Congreso acuerda no reanudar las relaciones hasta tanto los PIRATAS INGLESES evacúen el territorio INVADIDO.

ROTAS LA RELACIONES, el presidente Guzmán Blanco, dueño y señor de nuestro pobre país invoca la Doctrina Monroe. Pide a grito a los gringos que nos ayuden. Exclama cual vil energúmeno: "… que la sabia y salvadora doctrina implantada en 1823, por el gran presidente americano Monroe, acaba de ser violada por una de las poderosas naciones del antiguo mundo, inspiradas en bastardas ambiciones de conquista".

Ante la "bestial y ofensiva ruptura", los ingleses saben cómo responder: ¡CON MÁS PIRATERÍA! Es insólito y sub-realista lo que ocurrirá. Los ingleses profundamente abofeteados por nuestra decisión, nos recuerdan que en 1883, les habíamos retenido dos buques, el "Henriette" y el "Josephine" pertenecientes a unos corsarios británicos, quienes en su momento alegaron violación de las leyes venezolanas en su jurisdicción. Dada la crítica situación que se presentaba con el rompimiento de las relaciones de un pobre y débil país contra otro muy poderoso, sacaron sus cuentas y reclamaron se les indemnizara con intereses y todo en un montante de cuarenta mil dólares.

El 7 de octubre de 1887, el PIRATA inglés William Robinson, Gobernador de Trinidad, exige en nombre de la Suprema Majestad Piratérica, el pago de la deuda en un plazo de veinte días, so pena del empleo de las fuerzas navales de las Indias Occidentales (para así hacer efectiva la reparación exigida). El encargado de la Presidencia de Venezuela, otro energúmeno, don Hermógenes López (porque el otro anda de parranda) entra en desesperación y debiluchamente denuncia ante el mundo la ofensiva nota de los PIRATAS INGLESES, "contraria al derecho internacional". Angustiado, don Hermógenes López acude al ministro de Estados Unidos, Charles S. Scott para que exijan a los PIRATAS BRITÁNICOS retiren su nota de protesta y su amenaza. Charles S. Scott escribe una notita muy escueta y los PIRATAS sintiendo que sus gringos son sus hijos predilectos, ratifican que ya su decisión está tomada. Listo.

A don Hermógenes López no le queda más remedio que enviar a Trinidad un comisionado especial, al doctor J. M. Sanabria para conferenciar con el PIRATA inglés William Robinson. En llegado al palacio del referido PIRATA, éste le muestra la escuadra lista para zarpar hacia a Venezuela en son de guerra. El doctor J. M Sanabria, temblando firma entonces un giro por ocho mil libras esterlinas de veinte chelines contra la Tesorería de Venezuela. Se dan la mano gustosamente, los PIRATAS y el pendejo J. M. Sanabria.

De inmediato, con honores, los PIRATAS INGLESES hacen embarcar en el vapor de guerra "Forward" al comisionado J. M. Sanabria el cual se dirigen a La Guaira para constatar que efectivamente se hará el cobro que promete hacer el Gobierno de Venezuela (aunque sea "BAJO PROTESTA").

Habiéndose luego, comprobado, que efectivamente se HONRABA con todas las de ley, el referido pago a los señores PIRATAS INGLESES, el Comisionado Sanabria fue invitado a un almuerzo a bordo del vapor de guerra "Pilades", con todos los honores correspondientes a un excelso Ministro Plenipotenciario (Gaceta Oficial – Número extraordinario del 14 de noviembre de 1887).