Cogieron los púlpitos para hacer política. Ovidio Pérez Morales desde la basílica de Santa Teresa oró por los comisarios Iván Simonovis, Henry Vivas y Lázaro Forero, y también pidió estar alerta con lo que la “dictadura” hace con nuestra educación.
Porque para don Ovidio la educación no puede prescindir en ningún momento de las enseñanzas de Cristo que traducido al idioma de los obispos, quiere decir: no se metan con el negocio neoliberal de nuestros colegios privados, ni con el poder político que siempre hemos detentado. Al mismo tiempo el cardenal el Cardenal Jorge Urosa Savino en los actos que se realizaron en la Basílica de Santa Teresa, por la veneración al Nazareno de San Pablo, trató el caso de la evasión del ex gobernador Eduardo Lapi y la solicitud de asilo del dirigente “estudiantil” Nixon Moreno. Sobre el ladrón Lapi, dijo: “a personas que tienen cierta vinculación con grupos que no siguen al gobierno” se desarrollan “demasiado lento, se prolongan de una manera indebida; pareciera que se les estuviera negando el debido proceso.
Es importante que quienes están a cargo de esos juicios tengan en cuenta que deben aplicar bien las leyes, con una gran sentido de equidad y de justicia y que no se le prolonguen excesivamente los juicios a esas personas”.
Sobre Nixon Moreno, se quedó profundamente cogitabundo, casi en estado de revelación mística y añadió que espera que la Nunciatura, resuelva el caso prontamente.
Sobre la tomadera de caña su posición sigue siendo la misma: hay que dejar que se tome en los restaurantes, porque si no le ponen aguardiente a los comensales no se estimula el apetito, y hay que ver lo que pierden los negocios con esa absurda Ley Seca. Ley Seca es para él tener el gaznate urgido y ardiendo, la santa ansiedad reverberante y el sagrado corazón en un vilo. Debieron preguntarle los medios por qué él no intercedió ante el Grupo Polar, en aquellos tres meses de Paro Petrolero, para que a los desesperados bebedores de cerveza les llegara el aliciente de una generosa birra. ¿Por qué? Misterios.
Para completar, otros obispos han dicho que en estos días han hecho mucha falta las palabras industriosas y sublimes del cardenal Castillo Lara,… que Dios nos coja confesados.
