QUÉ DURO, QUÉ DIFÍCIL ES LUCHAR CONTRA EL OLVIDO…. En medio de una revolución bolivariana, los de mi generación, vivimos padeciendo la gran tragedia que nos dejó la IV República, tratando de que la juventud la conozca y de que no la OLVIDE. Pero de lo que se trata, insistimos, es de una lucha contra el Olvido, lucha que podemos perderla ante una juventud que se nos puede volver hedonista, frívola y sin conciencia de patria. Esta es la peor batalla que se nos presenta de cara al futuro, peor que la guerra contra los gringos y peor que nuestra propia muerte.

Todavía hay escuelas en las que se sigue enseñando las tres carabelas de Colón. Todavía hay escuelas en las que no se les enseña a nuestros niños los verdaderos ideales de Simón Bolívar. Todavía tenemos escuelas en la que hay maestros que ni siquiera saben qué pasó en Berruecos en 1830, o que ni siquiera saben dónde queda Berruecos. Que son incapaces de decirle a nuestros muchachos por qué fue asesinado Sucre. Y por qué Páez jamás en su vida recordó con ningún acto aquel horrendo crimen.

En nuestras escuelas no se enseña a pensar, no se enseña a discernir, a debatir, a hacer que los niños tengan criterios propios sobre lo que leen o estudian. Esto constituye al día de hoy una gran tragedia. Le sacamos el cuerpo por miedo y por ignorancia. Y entonces, después nos quejamos de que nuestros muchachos la única cultural que tienen, son las frivolidades que reciben por las redes.

Un cuadro tenebroso, si tomamos en cuenta que cientos de miles de venezolanos (por no decir millones) ya han OLVIDADO lo que nos pasó con las GUARIMBAS o con aquellos imbéciles que tomaron la Plaza Altamira y acabaron provocando una masacre, alimentada por unos medios de comunicación cuyo único objetivo era destruir Venezuela, devolverla al poder de los gringos. Cómo esperar, entonces, que sean capaces de saber lo que pasó con aquellos que eliminaron a Bolívar y a Sucre. Que sepan cómo fue la traición de Páez a Bolívar, que ocurrió con el asesinato (por parte de Antonio Guzmán Blanco) de Zamora y aquel consecuente desastre dejado por la Guerra Federal en un armisticio plagado de ultrajes y traiciones. Luego, una oscuridad hasta descubrir que el siglo XX nos llegó en 1936, cuando terminaban las tres décadas de tiranía de Juan Vicente Gómez.

A Gómez le sucede una generación de blandengues liderados por tres canallas, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera, los cuales con sus pactos y acuerdos logran imponer un estado neocolonial, hasta finales del siglo XXI. Y esto quizá sea lo más terrible que estemos padeciendo, porque hemos resistido ante tantas presiones de Estados Unidos y Europa, pero además hay que enseñar en las escuelas cuál es la razón por la cual esa gente quiere volver por sus fueros.

Toda aquella degradación de la llamada IV Republica, puede resumirse en el inmenso poder que llegan a adquirir los medios de comunicación (en 2002), a tal punto que se adueñan de la mente de millones de venezolanos a los cuales hacen marchar contra un gobierno recientemente elegido, para derrocarlo y, ¡lo derrocan!

Lo derrocan dos familias concentradas en las empresas mediáticas, una la1BC controlada por Marcel Granier y la otra la Organización Cisneros (bajo las órdenes de Gustavo Cisneros). Esta primera historia del siglo XXI, comienza en un país todavía llamado PETROZUELA, cuyo gobierno está bajo la dirección de un joven humilde, nacido en Barinas. Veníamos de padecer cuarenta años, de férreo dominio de aquellas Cuatro Jineteras. Unas Jineteras que se sabían engendradas (esas sí tienen conciencia de clase) por August Wilhem Deterting y los Rockefeller. Apenas llega el barinés al poder se desatan con furores pertinaces, durante dos años, una sangrienta y extenuante perturbación mental en todo el país. Es una guerra que tiene que ver con un descomunal Tigre Virtual, cuyos OJOS emiten rayos catódicos, que emboban y desquician a los que toda la vida, han tenido pánico de pensar por sí mismos (POR ESO ES TAN IMPORTANTE LA EDUCACIÓN). Un Tigre poderoso que llevaba ya medio siglo devorando el cerebro del pueblo e imponiéndoles reglas de sometimientos a poderosas multinacionales (y también de presidentes de la república). Recordemos que, ese Tigre, también se impuso desde la década de los sesenta, con aquella técnica de mercadeo manejada según patrones de los gringos, a través de la empresa ARS PUBLICIDAD (agencia que llegó a tener como presidente, al escritor Arturo Uslar Pietri) cuyo lema era "PERMÍTANOS PENSAR POR USTED".