Todas ellas se hacen llamar SIN FINES DE LUCRO, y con propósitos ardorosamente filantrópicos. Todo lo contrario: sólo se mueven por el gran capital que les llega de Estados Unidos y Europa, y sus fines son bien macabros y criminales. No son santos ni nada honestos ni decentes quienes las dirigen, como veremos. Poco antes de la II Guerra Mundial, los Estados Unidos decidieron controlar los ejércitos de América Latina, entrenándolos ideológicamente en West Point, porque sus planes geopolíticos así lo exigían. Lo primero era atender su patio trasero. De modo que, todos los dictadores desde 1940 habían sido seguidores de los valores gringos y previamente adiestrados y capacitados para responder únicamente a los intereses gringos, bajo la consigna luchar CONTRA EL COMUNISMO. Por esa escuela militar norteamericana, pasaron los Somoza, los Trujillo, los Duvalier, el propio Marcos Pérez Jiménez, los Noriega, todos los tiranos del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay), también los abominables mandamases de Brasil, Bolivia y Perú. Luego, a mediados de los noventa, Estados Unidos ideó un nuevo sistema que consistiría en ir controlando las llamadas sociedades civiles a través de "ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES". Ya a principios del siglo XXI comenzaron a mostrarse con supuestas fachadas de ser totalmente independientes y con fines profundamente altruistas, pero en el fondo financiadas y controladas por empresas o transnacionales de Estados Unidos, y sólo para canalizar proyectos en sus naciones que cumpliesen los parámetros "democráticos" y los pareceres de USA o la Unión Europea en cuanto comercio y explotación de recursos naturales.

Como si fuesen hermanitas de la caridad fueron surgiendo al principio, las ONG’s, las Asocianes Civiles y multitud de Fundaciones, autodefiniéndose como diáfanas, justas, impolutas, sin ánimo de lucro (recalcamos), con un objetivo central que era el TRABAJO HUMANITARIO, POLÍTICO, claramente CULTURAL, en un todo comprometido con el llamado progreso y desarrollo social. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos y Europa donde existen ONG’s y Fundaciones para interferir políticamente en África, Latinoamérica, Oriente Medio y Oceanía, en nuestros países latinoamericanos, las que se crean dependen básicamente de aquéllas, ensamblándose como redes mafiosas para atentar y estafar al Estado, para maniatarlo o controlarlo, para manejar de manera oscura y hasta criminal sus recursos, con los cuales terminan montando actividades ilícitas, subversivas y hasta aliadas con fuerzas paramilitares y mafias del narcotráfico. Como veremos, poderosas Fundaciones en Estados Unidos se han creado y se siguen creando con el fin de financiar organizaciones "culturales" y políticas en Latinoamérica que interfieran, minen, obstaculicen, perturben y destruyan cualquier actividad o proyecto que pueda resultar "lesivo" o "peligroso" para los negocios de las trasnacionales o de los intereses de la Casa Blanca. Eso ha hecho Bill Gates, y ahora lo está impulsando con mucho vigor Elon Musk.

En 1950, Estados Unidos dio un paso decisivo para atacar, en el terreno cultural a los movimientos de izquierda en el mundo, infiltrándolos, mediante la creación de revistas, periódicos, ateneos, clubs, mediante películas de Hollywood, y teatros. Ese paso se inició con la construcción de El Kongress für Kulturelle Freiheit (Congreso por la Libertad Cultural, CLC) el cual, formalmente, fue inaugurado en junio de 1950, en Berlín, en la zona de ocupación estadounidense. Se presentaron para su lanzamiento, 118 intelectuales procedentes de diferentes países, con distintas posiciones ideológicas para expresar de la manera más libre cuanto sintiesen sobre sus gobiernos, sobre los partidos, sobre el TOTALITARISMO, para sentar las bases de un nuevo orden global. En este acto fundacional, se encontraba, por ejemplo, el colombiano y gran amigo de Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos, el colombiano, defensor del antibolivariano Francisco de Paula Santander, don Germán Arciniegas. Arciniegas pasará a ser el director de la tapadera cultural de la CIA más grande en América Latina, la revista Cuadernos, y en la que publicaban sus artículos políticos y literarios, Betancourt, Gallegos y Mariano Picón Salas.

Otros que aparecieron en el Comité Ejecutivo del CLC, organizado Bruselas (noviembre-1950), fueron los connotados anticomunistas (y activos agentes de la CIA) de Irving Brown, Arthur Koestler, Eugen Kogon, David Rousset, Ignazio Silote, Stephen Spender (T. R. Fyvel) y Denis de Rougemont, éste último elegido su presidente. Como miembros de honor llegaron a figurar personajes como Bertrand Russell, Benedetto Croce, John Dewey, Karl Jaspers y Jacques Maritain, Salvador de Madariaga, Reinhold Niebuhr, Theodor Heuss, Leopold S. Senghor, Ernst Reuter, Jayaprakash Narayan. El CLC tendría su sede en la ciudad luz de París. Pronto se inició un agite mundial a favor de la cultura, en nombre de la DEMOCRACIA y la LIBERTAD, cuyo rumbo y norte debían ser los valores occidentales. Pensadores, periodistas, escritores y académicos, todos estaban embebidos en una febril campaña mundial por «recuperar aquellas libertades perdidas, y para preservar y ampliar las disponibles». Ya estaba en marcha, una III Guerra Mundial silenciosa, con batallas ciudad por ciudad, en las misas, en los campos, en los teatros, en los cines, en los ateneos, casas de cultura, universidades, liceos, para minar la fascinación que se tenía por el marxismo.

En poco tiempo el CLC, así como se expandieron las ONG’s en el mundo consiguió tener oficinas en 35 países, dirigir más de 20 poderosas revistas, y se encargaba de preparar, en todo el orbe, talleres literarios, charlas, seminarios, conferencias, conciertos. También entre sus fines estaba convocar concursos literarios y preparar exposiciones de pintura y montar obras de teatro. En todo momento, quienes se aliaban a esta organización tenían que cumplir funciones específicas, como procurar la deserción de los izquierdistas de las filas de sus partidos; de la manera más sutil, procurar desplazarlos de los medios de comunicación y de los cargos con métodos eficientes, de modo que jamás pareciera que se estaba haciendo una labor de propaganda. Todo el fin de estas agencias, al igual que las actuales ONG’s, lo que perseguían a partir de sus actividades propagandas y razonamientos, era convencer a sus entornos de que cuanto ordena y decide Estados Unidos en el mundo es correcto.

La estrategia de estas tapaderas del CLC en el mundo era admirablemente sólida y "amable". Casi todo lo que provenía del CLC era de tendencia izquierdista. Por eso hasta se dio el caso que bajo el régimen de Francisco Franco se llegó a prohibir el ingreso de Cuadernos en España. Esto constituía un gran éxito para lo que se proponía la CIA, sobre todo porque la mayoría de los trabajos eran muy bien elaborados, con análisis serios y debidamente fundamentados, y aparente y supuestamente de tendencia marxista. Estos propósitos se desarrollaban sin contratiempo, hasta que estalló en 1967 el tremendo escándalo: se hace público el origen de los recursos del CLC. En realidad, ya en 1964, The New York Times dio a conocer una investigación sobre la Fundación Fairfield, que era la principal y oficial proveedora económica del CLC, y sus vínculos financieros con la CIA. Otra gran fuente de capital era la Fundación Ford, la cual financiaba Cuadernos. La Fundación Ford fue creada en 1936 por Henry Ford, antisemita militante, quien publicó La Juiverie internationale. Figura legendaria de la industria automovilística, apoyó todos los proyectos totalitarios del Siglo XX: financió el nacionalsocialismo alemán antes de 1933, fue condecorado por el canciller Hitler con la Gran Cruz del Águila Alemana, en 1938, y proveyó una buena parte del capital de IG Farben, fabricante del gas Zyklon B.

Obsérvese, por ejemplo, está totalmente prohibido y severamente penado (hasta con la muerte) en Estados Unidos, que una ONG o Fundación realicen actividades políticas a favor de Cuba, Rusia, Irán, Siria o Palestina. Tanto es así, que Estados Unidos ni siquiera reconoce a la Corte Penal Internacional, mucho menos a estar contemplando en su estructura política, a ONG´s o Fundaciones que pretendan interponerse en las decisiones políticas globales que oprimen y destruyen pueblos con el único fin de vender armas y robarse sus recursos.

En Latinoamérica, nos hemos caracterizado en ser ante estas ONG’s (para que entonces se diga en Occidente que somos DEMÓCRATAS), extraordinariamente PENDEJOS, admitiendo por lo tanto que funcionen de la manera más descaradamente criminal tapaderas gringas, cuyo fines son injerencistas y subversivos, como la DEA, la misma ACNUR, HRW, CIDH, Reporteros Sin Fronteras… Esa mierda llamada REPORTEROS SIN FRONTERAS o RSF se autodefine como UNA ORGANIZACIÓN NO GUBERNAMENTAL INTERNACIONAL Y SIN ÁNIMO DE LUCRO (de origen francés), con sede permanente en París. Dice que su objetivo es defender LA LIBERTAD DE PRENSA EN EL MUNDO. Reporteros Sin Fronteras es una poderosa tapadera que le da soportes al palangrismo más cutre, como Radio Fe y Alegría, Efecto Cocuyo, Runrunes, Unión Radio, El Estímulo, El Pitazo y El Diario.

Durante la IV República, en Venezuela se crearon miles de Fundaciones, que recibían fondos del propio Estado y de instituciones extranjeras, de manera irregular, sin control de ningún tipo. Fue así, como con grandes capitales de PDVSA, se creó y financió el partido PRIMERO JUSTICIA. Es harto conocido este hecho, porque se descubrió que doña Antonieta Mendoza (madre de Leopoldo López y miembro de la directiva de PDVSA), le entregó un cheque por 60 millones de bolívares a Julio Borges. Está perfectamente demostrado con multitud de documentos que en 1998, la ASOCIACIÓN CIVIL Primero Justicia (PJ) recibió más de 115 mil dólares de parte de la Inter-American Foundation (IAF) y 60 millones de bolívares de parte de PDVSA. Tenemos que enfatizar, que todas las actividades subversivas en Venezuela desde 1998, huelgas, paros, hasta el golpe del Estado del 2002 y las guarimbas, ha sido financiados primordialmente a través de ONG’s, Asociaciones Civiles y Fundaciones.

Ya los gringos y los racistas europeos han expresado a través de LA MISIÓN INTERNACIONAL INDEPENDIENTE, su profunda preocupación por las posibles implicaciones que tendría el proyecto de "Ley de fiscalización, regularización, actuación y financiamiento de las organizaciones no gubernamentales y afines". Ellos no quieren que se regule el financiamiento de estas tapaderas, ni mucho menos que se les impongan requisitos algunos. Ya los delincuentes de la ONU a través de uno de sus voceros (Marta Valiñas, presidenta de la Misión de investigación de la ONU) ha pegado el grito en el cielo, diciendo: "De ser sancionada, la ley sobre ONG puede representar un punto de no retorno en EL CIERRE DEL ESPACIO CÍVICO Y DEMOCRÁTICO en Venezuela".

Toman como pretexto central el asunto de los DERECHOS HUMANOS, una bandera asumida por el país más violador de éstos: ESTADOS UNIDOS. Por eso mismo, colocan que "las investigaciones en curso de la Misión de la ONU evidencian que las ONG de promoción de DERECHOS HUMANOS QUE TRABAJAN EN VENEZUELA ENFRENTAN PROGRESIVAMENTE MÁS LIMITACIONES A SU FUNCIONAMIENTO, tanto jurídicas como operativas, incluyendo en el aspecto clave de la financiación. Sin acceso a los fondos de la cooperación internacional, muchas de estas organizaciones inevitablemente van a desaparecer". Y sobre todo, pegan el grito en el cielo, recalcando esta Misión de la ONU, porque el Poder Ejecutivo se arroga atribuciones para implementar MECANISMOS DE CONTROL QUE PERMITAN SUPERVISAR Y SANCIONAR LAS "DESVIACIONES DE LOS SUJETOS QUE COMPROMETAN LA SOBERANÍA NACIONAL". (artículo 13). ¡Qué descaro, qué insólito! Y añaden: "Esto expone a las organizaciones a una vigilancia permanente incluso a través de un posible CONTROL POLICIAL o de INTELIGENCIA. Teniendo en cuenta el discurso de distintas autoridades gubernamentales, de las cuales la Misión ha tomado nota, ciertas organizaciones defensoras de los derechos humanos que recurren a instancias internacionales de derechos humanos o que reciben financiamiento extranjero podrían verse expuestas a sanciones por supuestamente comprometer la soberanía nacional".

Les molesta horriblemente cuando se especifica en el referido Proyecto de Ley, que a dichas ONG’s se les prohíba realizar "actividades políticas" o que "atenten contra la estabilidad nacional y las instituciones de la República", recogida en el artículo 15 del proyecto. Porque eso es precisamente lo que se hace en Estados Unidos o Europa, y quieren que nosotros como pendejos, lo aceptemos. En el análisis de la Misión, el proyecto de ley se enmarca en un patrón más amplio de RESTRICCIONES AL ESPACIO CÍVICO, a través de amenazas, ataques y DETENCIONES ARBITRARIAS CONTRA PERSONAS DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS, sindicalistas y periodistas, así como limitaciones al libre funcionamiento de organizaciones y medios de comunicación independientes… Se trata de un nuevo ataque a la SOCIEDAD CIVIL DEFENSORA DE LOS DERECHOS HUMANOS para silenciarla o eliminarla, otra vuelta al torniquete que asfixia las libertades de expresión y asociación en Venezuela", concluyó la argentina ultra-derechista y racista Patricia Tappatá, EXPERTA DE LA MISIÓN.

Esta amanuense de Milei, es tan caradura, que declaró para el diario La Nación: "…los problemas de derechos humanos continúan sin resolverse en Venezuela. También, que los 6,8 millones que salieron de Venezuela según las ONU no son un accidente ni una tendencia que se esté revirtiendo. En tercer lugar, es un reconocimiento de los hallazgos que la misión ha documentado y descripto en detalle, que corresponden a hechos graves y alimentan otros mecanismos de rendición de cuentas que están en funcionamiento, en particular el proceso que la Corte Penal Internacional inició y que acaba de recibirse la autorización para continuar la investigación después del pedido del gobierno venezolano para que no avanzaran".