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Salgo a dar una caminata por los alrededores de la Plaza El Llano y me consigo a Eusebio, ex empleado de la Facultad de Ciencias Forestales, quien ha sido desde 1998, un duro opositor al chavismo. Él conoce mi posición política, pero por eso no nos peleamos. Todo lo resolvemos al estilo de los indígenas, tomándonos un café y fumando la fulana pipa de la pax... "-¿Verdad, José – me dice sonriendo- que ya estamos demasiados viejos para caernos a coñazo?" De entrada, me dice Eusebio: "-Pero chico, sabes que no trago esta revolución loca de bola, pero nosotros estamos a punto de superarlos con eso de Guaidó y ahora con el enmascarado de plata de Edmundo". ¿Enmascarado de plata? "-Pues andaba enmascarado, nojoda, chico, y cómo, de dónde, por qué, qué fue lo que le picó, que de repente viene esta mujer y nos descubre a tamaño garifato, tan más de acá que de acullá. Lo mejor que podría pasar entre esta y la próxima semana es que a Edmundo le dé una vaina. Que Edmundo pase al otro mundo, y que entonces tengamos que cuadrarnos con alguien más joven, como Ecarri o el mismo Conde del Guacháro, y así, con ese cambalache como que saldríamos ganando. Qué salvaje es todo embrollo, Dios mío…".
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Dos cuadras más abajo me consigo con Cacho e` Burro, otro opositor con quien tuve serios encontronazos en la Facultad de Ciencias. Cacho e` Burro era del escuadrón de los guarimberos de Nixon Moreno, El Cachaco, Vilca Fernández y Gaby Arellano. Pero Cacho e` Burro ya no quiere saber nada de ese horrible pasado y me saluda cordialmente: "-Supo, profe, lo que acaba decir Andrés Caleca, que él está a la orden por si le pasa algo a Edmundo, que si Edmundo siente que tiene alguna dificultad, él se ofrece para la Vicepresidencia, que él se siente en excelentes condiciones físicas, qué descarado… Esto está feo, profe…"
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Qué cosa más macabra las de este mundillo de los políticos de la derecha. Llego a la Plaza Glorias Patria y pienso entonces cruzar el Viaducto Miranda para dar una vuelta por el Mercado Principal. Voy pensando en lo que me ha dicho Cacho e’ Burro, y voy a cruzar por el Comando de la Policía cuando veo venir a mi encuentro otro viejo opositor copeyano, y que formó parte del Chiripero en Mérida, mejor conocido como Cachaza: "-Qué tal Sant Roz, cómo ves la vaina. Coño, chico, ¿qué te parece ese grupo de María Corina que anda deseándole la muerte a Edmundo? Mira este mensaje que me acaba de mandar de Caracas un primo. Cachaza pela por el celular y me muestra: "SABEMOS QUE ESTÁ MUERTO COMO EL MIO CID, PERO ASÍ Y TODO CON ÉL VAMOS GANAR ESTA ÚLTIMA BATALLA". Se une a la conversa El Coriano, también opositor quien comenta que si sabemos que a Edmundo le dio un yeyo, pero que lo supero, pero ahora anda engripado y retirándose de la contienda electoral. Que lo tuvieron que auxiliar los paramédicos que María Corina carga para arriba y para abajo porque se puso pálido, se sentó en un banco de la iglesia Virgen del Carmen de Petare, pidió agua y se le fueron los tapones. De ahí lo sacaron en volandas en un carro para llevarlo a una clínica. "- Es cruel decirlo – sentenció El Coriano- pero si se lo lleva La Sebastiana aquí van a hacer fiesta todos los demás candidatos de la oposición. No pegamos una, salimos de Guaidó y nos ha caído Guaitipior. Escríbalo por ahí, Sant Roz".
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Le digo tanto a Cachaza como a El Coriano, que por lo que he estado observando, nadie de la oposición radical ha criticado todavía esa abrupta elección que la referida doña hizo de don Edmundo. "-Tú sabes cómo es aquí la vaina, que uno en esas decisiones no cuenta para un coño. Cada quien coge por su lado, cada quien inventa de repente un atajo y por ahí nos arrean a todos, sin consultarnos un carajo. Tú sabes lo que he estado esperando que repentinamente salga Manuel Rosales anunciando que se declara independiente, deslindándose también de este señor Edmundo. Lo he pensado y tengo la corazonada que de un momento a otro lo anuncie". Sigo andando los alrededores de una zona históricamente tan ESCUÁLIDA. No veo aquellos agites opositores de otros tiempos. Hay un desinfle muy notable en relación con otros tiempos, aunque no hay que confiarse porque están encaletado, latentes, resollando por la eterna herida del pasado. ¿Qué fue de tanto galán? De Henrique Capriles quien desapareció sin pena ni gloria, que ya casi nadie se acuerda de él. Del Leopoldo López, por allá por la Costa Brava comiendo almejas. Sigo mi camino, al sector El Rodeo, donde está un McDonald’s, viejo centro de concentración de escuálidos, pero lo veo desolado. Paso por el Seguro Social y enfilo hacia La Terminal, el cual se encuentra agitado con gente llevando en sus lomos cargas de mercancía para ir a venderlas a sus pueblos. Pasa un tipo que me saluda, no lo distingo bien, pero oigo que grita desde un carro: "- Para el veintiocho ya no hay Gocho". Dios nos libre...