Junta Patriótica para salvar a Venezuela: dentro del leguleyismo madurista no hay salida

El madurismo, su cúpula, escogió el camino al infierno, desmontó al Estado, pulverizó a sus instituciones, allí no hay hueso sano. Desde el cne hasta la asamblea, pasando por el tribunal supremo, la fiscalía… todo está emponzoñado, a nadie se le cree. El último resquicio era el tribunal y éste, en un ejercicio de malabarismo político, puso la vela final en el entierro de la democracia capitalista, ya antes el madurismo había enterrado al Socialismo, al legado de Chávez. Por ese camino sólo se va al infierno, que algunos llaman fascismo, pero que, en realidad, es algo diferente, pero peor, si eso cabe: es un pranato, mezclado con lo peor del lumpen sindical, y lo más oportunista de la familia escorpiónica.

Hoy nos encontramos con un vacío de poder, de liderazgo. No hay gobierno, porque no hay instituciones creíbles. Lo que hay es una verdadera mafia similar a aquella famosa "cosa nostra", aunque más mermada en inteligencia, que no en maldad. Donde se meta la lupa se encuentran escombros, podredumbre. El país camina por inercia, millones han salido y millones quieren salir. En la oposición aceptada, la gringa, la situación no es mejor, allí está el despotismo agazapado, esperando para levantar la voz. El capitalismo ha fracasado en estabilizar una forma política, gobierno y oposición gringa no han podido montar su circo, nos conducen, a territorio de barbarie, de gobiernos de fuerza, altamente represivos.

¿Qué hacer?

Son días decisivos, el país puede ir hacia una dictadura como las conoció el cono sur, el caos que se asoma en el horizonte así lo indica. Hay alta probabilidad de que surjan monstruos impensados, increíbles, que se hayan incubado en las entrañas de esta Patria. No obstante, este peligro va aparejado de la posibilidad de retomar el rumbo, que vimos truncado con el asesinato de Chávez, y la deslealtad del madurismo, el rumbo hacia una sociedad en la que reine la armonía y el respeto al ser humano, donde la humanidad encuentre posibilidades de redención.

El deber de los patriotas, de los revolucionarios, los de Chávez, es luchar para que la Patria tome el camino de la felicidad, y no el de la barbarie. Las cartas están sobre la mesa: el madurismo fracasó, y las posibilidades son claras: barbarie o Chavismo, humanista, socialista.

Hay que salir del madurismo, para ir más allá, pasar por sobre sus escombros para despejar el camino hacia el futuro que este país merece. Se debe pedir la renuncia del madurismo, que paguen su culpa los traidores, sustituirlo por una Junta Patriótica que impida que la derecha gringa atesore la situación. La Junta Patriótica debe tener como primeras medidas:

1. Respeto absoluto a la Constitución de Chávez.

2. Liberar los presos políticos, todos.

3. Retomar las ideas fundamentales del Comandante Chávez, plasmadas en el Plan de la Patria.

4. Formar un gabinete de emergencia con los mejores.

5. Convocar a una constituyente, a la brevedad posible, para reconstruir la institucionalidad perdida.

6. Y finalmente, en ese país reconstruido, convocar unas elecciones, con veedores internacionales, un cne imparcial, todas las garantías a los candidatos y candidatas, y que gane el que gane, sin trampas, sin piruetas electorales.

¡SALIR DEL MADURISMO!

¡CONVOCAR A CHÁVEZ PARA SALVAR LA PATRIA!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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